viernes, 2 de octubre de 2009
Presentación mural del hombre honrado - Andrés Eloy Blanco
patriota sellado de honradez
por derecho de nacimiento,
por derecho de calva y anteojos,
por derecho de abuelo con levita,
hombre de aspecto y en el fondo, honrado,
pero, honrado no más, sin movimiento,
sin riesgo,
solemnemente virtuoso,
paralítico ilustre, honorable egoísta,
indiferente,
consagrado por la opinión nacional,
amueblado por tu honradez perpetua.
por tu honradez cobarde, por tu cobarde gravedad,
viviendo de un seguro de vida venturosa
con tu renta de diez por ciento sobre el respeto general.
Estatua honrada;
eres abominable.
Eres como esas cosas de marca acreditada
que nadie compra nunca, aunque sepan que es buena,
porque no sirven para nada.
Eres una pelota que nadie lanza a nadie,
una lata de Rodel que nadie come,
un pan muy bueno que a nadie alimenta,
una maravillosa cama
donde nadie se acuesta.
Eres honrado, honrado, honrado, honrado.
Eres un sinvergüenza.
Banquero,
Presidente del Carnaval,
Director de Crèches,
Filántropo de fiestas con frac
y cuadros vivos con patrias tiesas,
oficial de la Orden del Libertador,
Pendejo con palmas académicas,
ni le matas el hambre a nadie,
ni le quitas a nadie el sueño.
Hay un límite en todos tus designios honrados:
el gobierno.
Representas muchos intereses;
pero nunca recuerdas el interés del pueblo.
Que roben, que asesinen, que recluten,
pero que tú y la cárcel se saluden de lejos;
la honradez de la Patria no habrá sufrido nada
mientras tú no estás preso.
Te admiro. Eres virtuoso.
Los demás luchan, los demás tienen hambre.
los niños se hacen engrillar,
los campesinos se hacen matar,
las mujeres se hacen ultrajar,
y tú
permaneces mudo,
solemne,
espectador,
honrado,
honrado,
abominablemente honrado.
Pero yo sé que nunca
alcanzarás siquiera la honradez del Tirano.
...Sonríes.
Esperas.
Harás un gesto cuando te convenga,
cuando la sopa está a tu gusto.
Mientras tanto, haces plata,
y todos esperamos que tu gesto haga el mundo.
...Mañana,te prometo decir:
—Ese es el Hombre;
banquero, padre de familia,
doctor, honrado, buey.
¡Yo lo conozco! Es la honradez ahíta
que estás orinando su honradez.
Hombre honrado de Venezuela,
Ministro del futuro mediocre
que se presiente ya como una indiferencia;
cuando sea Ministro, gozaremos
su honradez de soltera
y nos descubriremos al pasar su Virtud
y nos agacharemos para verle las piernas.
Desde este calabozo donde los hombres mueren,
saludo al Hombre virgen que parirás cuando convenga.
Andrés Eloy Blanco
Vamonos Patria a caminar - Otto René Castillo
Yo bajaré los abismos que me digas.
Yo beberé tus cálices amargos.
Yo me quedaré ciego para que tengas ojos.
Yo me quedaré sin voz para que tú cantes.
Yo he de morir para que tú no mueras,
para que emerja tu rostro flameando al horizonte
de cada flor que nazca de mis huesos.
Tiene que ser así, indiscutiblemente.
Ya me cansé de llevar tus lágrimas conmigo.
Ahora quiero caminar contigo, relampagueante.
Acompañarte en tu jornada, porque soy un hombre
del pueblo, nacido en octubre para la faz del mundo.
Ay, patria,
a los coroneles que orinan tus muros
tenemos que arrancarlos de raíces,
colgarlos en un árbol de rocío agudo,
violento de cóleras del pueblo.
Por ello pido que caminemos juntos. Siempre
con los campesinos agrarios
y los obreros sindicales,
con el que tenga un corazón para quererte.
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño.
lunes, 7 de septiembre de 2009
jueves, 3 de septiembre de 2009
lunes, 29 de junio de 2009
6° Festival Mundial de Poesía - Venezuela - 1° Entrega 29 de Junio al 4 de Julio
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Sabios anuncian,
con discreta emoción
y sopesando datos,
de manera siniestra,
irreprochables,
que en el Tercer Milenio
más hombres tendrán sed.
(De hacerlo, no serán,
como se ve,
lo suficientemente
originales:
todos los siglos
consiguieron tener
sed de justicia,
de libertad, belleza.)
Ahora, por fin, parece
-miserable milagro,
cruel consumación,
irrisorio destino
final-, que los humanos
tendrán por suerte
matar muriendo
(cazando lluvias,
en oasis blindados,
cercando ríos,
encerrando al mar)
por una simple, serena,
saludable y letal
sed clarísima de agua.
Rodolfo Alonso (Argentina)
cayendo hacia arriba
crepúsculo rojizo
para el limón la manzana
brillan tus ojos
Ángel Zuaznabar (Bolivia) tomado de "Haikus, Tankas y otros poemas"
Autobiografia tardía
un anormal
Pecho abierto piernas brazos piernas
Porque tu país tiene héroes, mártires
Porque es el mejor país del mundo.
Que si Fedecámaras
Por el mal gusto
que si Oscar Wilde no merece un Oscar
Y para vengarme de tanto convencionalismo
Decidí mirarlos al revés.
La estatua de la Libertad está a la entrada
Lo de arriba lo puse abajo
Moscú tiene tres distritos: Brooklyn, Manhattan Queens
Con todo puesto al revés
Para que la risa sea una condena
para que el silencio
Y para el buen entendedor
una sola palabra basta.
Strata
Cerebro de lagarto con mente de víbora que desenrolla el aguijón hacia arriba por el tronco, para alzarse a través de los perímetros del pensamiento transformados en lo contrario de aquello que el pensamiento rechaza, enfocado en las sombras presentes cubriendo la embestida del cerebro de lagarto con mente de víbora que se desenrolla en la jungla del pensamiento a través de las ramas entrelazadas por encima de la base escurridiza, transformadas por aquello que presiona a lo largo de la estampida, un silbido de apetito transmitido por medio de redes enterradas de cerebro de lagarto que enlaza su mente mesozoica alrededor de un orden presente e ignorante de aquello que se escabulle succionando lodo y rasguñando escaleras sobre perímetros de pensamiento que no piensa, que no tiene mente ni impulsos eléctricos e incodificados, superficie calculada y controlada por el cerebro de lagarto con mente de víbora que se agita en un latigazo sin palabras, sacudidas dentro del lenguaje que se encorva y se rompe, la mentira en los ojos de aquellos que huirían de las mentes mentales porque a los que tienen mente de reptil lo mismo les da hundirse que observar, codificados nocturnamente en vagas imágenes reflectivas que se filtran del cerebro de lagarto con suavidad y una gracia reptil resplandeciente.
Paul Dutton (Canadá)
Elizabeth Neira (Chile)
Transmigración
Cuando la vida humana
desparezca del planeta
y yo resida en una piedra
y tú en los nervios de una hoja
recordarás que te lo dije
cuando jugábamos al cuerpo
déjame amarte que más tarde
tiempo tendremos para el resto.
Jota Mario Arbelaez (Colombia)
La lluvia palpa el espejo, lo penetra
Poema por Escardó
Pero vino la muerte
la última caverna
y te fuiste con tu esqueleto
a alimentar las piedras de la Isla.
Rolando T. Escardó
yo llegué a la poesía
después del manotazo de tu muerte
cuando la Revolución se me instaló en el pecho
como un corazón lleno de pájaros furiosos.
Entonces
ya tu nombre era un mito
y tu pecho una plaza donde el hambre
dejó abandonada una gorra
una huella amarilla
sus últimos harapos.
Rolando T. Escardó
yo llegué a la poesía
después que reventaron las piedras de la Isla
cuando el amor era una lluvia violenta
y tus huesos
un sonido de semilla bajo tierra.
Por eso yo no tengo tuyo
ni un manojo de conchas
ni una carta
ni la nostalgia de una conversación rota en la noche
yo só10 guardo en el hueco del pecho
tu cara de triste comediante
y el angustiado ruido de tus versos.
Rolando
voy a desenterrar tu corazón
tu enorme corazón
para llenar lo de piedrecitas blancas
de campanas pequeñas
voy a soplarte un poco el esqueleto
para verte entrar de nuevo a la ciudad
dando gritos
llenando de poesía las paredes
los parques
las ventanas
como si el hambre fuera un poeta desesperado
y la ciudad
un pedazo de pan inalcanzable.
Rolando T. Escardó
hoy me he asomado
al fondo de los ojos de tu madre
y he comprendido
que la muerte fue sólo un pretexto para romper la jaula
el pájaro de tu corazón respira en todas partes.
Waldo Leyva (Cuba)
jueves, 25 de junio de 2009
... El crimen contra la vida... Eugenio Montejo

martes, 23 de junio de 2009
Definición de intelectual - Ludovico Silva

Por intelectual debe entenderse, en contraste polar con el "trabajador intelectual", un hombre que utiliza sistemáticamente su pensamiento para distinguir y denunciar la estructura del sistema y no sus apariencias; para atacar frontalmente y destruir todos los mitos y fetiches que el sistema elabora y difunde a fin de justificarse ante la conciencia de los hombres; para restituir la verdadera noción de conciencia, que implica a la noción de crítica, y elevar a la percepción lúdica de las gentes el significado de todo ese cúmulo de imágenes-fetiches y representaciones ídolos que el sistema ha instalado en su pre-conciencia; para ayudar a concebir la situación existente no como un fenómeno natural, sino histórico y, por tanto, superable; en fin, para ayudar a concebir el mismo trabajo intelectual no como la parte funcional de un sistema, sino como el elemento conflictivo que ataca al sistema en su entraña misma, denuncia su carácter de explotación y explícita su podredumbre. En este sentido, el intelectual no se diferencia de cualquier otro revolucionario, y no debe en verdad diferenciarse; sin embargo, es sensato atribuirle la elaboración teórica de todos estos aspectos y de su vinculación con la práctica subversiva.
viernes, 19 de junio de 2009
Ciudad Juarez - Francesca Gargallo

CIUDAD JUAREZ
La muerte es un zapato vacío de mujer
en el desierto indiferente
sequía de sueños
una madre que grita.
La violencia es el grito
el deber del grito
la telaraña de mentiras que sofoca el grito.
La violencia es la trampa donde cae
la mujer que pierde el zapato
trabaja doce horas sin afecto
y no puede abortar a pesar de la eclampsia
el abandono
la violación
el hambre mismo.
Un zapato sin mujer es testigo
un trozo de media
el pelo negro desparramado en el desierto que llora
que gime como la muerte.
La madre recoge el zapato
lo arranca de la mano de un policía indiferente
lo lee.
La hermana levanta el rostro
la amiga la mira, se miran, sueñan plantando sus pies en la tierra.
miércoles, 17 de junio de 2009
El aire alrededor - Jairo Aníbal Niño

El aire alrededor de un grano de arena
es la flor amarilla.
El aire alrededor de un vaso de agua
es la gaviota.
El aire alrededor de tu risa
es una caja de lápices de colores.
El aire alrededor de una gotera en el techo
es el mar.
Con los lápices de colores voy a dibujarte
y tu vestido será amarillo como la flor de cayena
y pintaré sobre tu cabeza una gaviota
y la gaviota estará asomada a una nube y cantando
y dibujaré también tu risa que será un arco iris
y el arco iris tendrá una banderita en el sombrero
y dibujaré mi tristeza que será una gotera en el techo
y la gotera es el mar con una isla
y la isla es una ballena emplumada
y finalmente dibujaré el aire
y el aire serán las letras de tu nombre,
ya que cada vez que te pienso
la respiración me duele con un dolor bonito
porque tú eres el aire que respiro.
jueves, 11 de junio de 2009
A las cuatro y media de la madrugada - Armando José Sequera

Lo que me pasó esta mañana fue de coger palco: yo andaba por Terrazas del Club Hípico, donde fui a llevar a una señora que, según me pareció, venía de ponerle los cuernos al marido. Cuando venía de regreso, a la altura del Centro Comercial Humboldt, me detuvo un hombre bien vestido, queme pidió que lo llevara a La Campiña. Pero cuando íbamos por la autopista, el hombre sacó una pistola y me dijo que le entregara todo el dinero que cargara. Y yo no sé donde me salió tanta valentía y le dije, más o menos con estas mismas palabras: "Mire, amigo, a esta hora, el que trabaja lo hace por pura necesidad. ¿Usted cree que si yo no tuviera necesidad andaría manejando un taxi de madrugada, en una ciudad que sin animo de ofenderle, está tan llena de ladrones y criminales? Yo tengo seis hijos y dos mujeres y tengo que estar pegado a este volante desde las ocho de la noche hasta las seis de la mañana. Mire la hora que es -las cuatro y media- y no he hecho gran cosa. Vea usted mismo mis bolsillos, vea mi cartera. No me eche esa vaina y dejemos este asalto para otro día, ¿sí...? Si usted quiere, yo lo llevo hasta donde me dijo y no le cobro nada. Yo entiendo su pobreza, pero entienda usted también la mía". El hombre se quedó pensativo y, después de guardarse la pistola, me dijo que lo perdonara, que él también estaba trabajando para mantener a su mujer y a sus dos hijas, y que una de las niñas sufría parálisis cerebral. Entonces se metió la mano en uno de los bolsillos de los pantalones y se sacó la billetera. Primero me mostró que no tenía dinero y después me pidió que viera una foto de su hija: Ahí llegamos a un acuerdo: convinimos en que yo le daba la mitad de lo que había producido y lo dejaba en Chacaíto, donde ya estabamos llegando, y el me dejaba ir en paz. Y así lo hicimos: Pero, cuando el hombre se bajó, el carro se me apagó. ¿Y tú sabes lo que hizo? Se devolvió, me regresó mi dinero y me dijo: "Coño, compadre, tenga; usted no merece que yo lo asalte". Y se fue.
lunes, 8 de junio de 2009
jueves, 4 de junio de 2009
Poesía Cuántica - Basarab Nicolescu

La poesía es la suprema aproximación cuántica del mundo. La mecánica del universo, en tanto que la poesía revela su dinámica secreta.
La materia poética es la energía de la unidad cósmica. Así, la más humilde poesía tiene una dimensión cósmica. Como el grano de arena que contiene todo el universo entero.
Ecuación mágica: ciencia+amor+poesía.
El crímen contra la poesía entraña todos los otros crímenes. Y por tanto no se le puede castigar, pues el mundo devendría una vasta prisión en vivo.
¿Por qué los creyentes hablan siempre de la creación y jamás de la creación poética? ¿Están avergonzados del Dios poeta?
Todo, en la vida,está en razón de las fuerzas. Excepto la poesía, que es la fuerza de las proporciones.
No confundir el rigor con la definición exacta. Muchas definiciones exactas matan el rigor, porque el conocimiento poético es más riguroso que el conocimiento científico.
Una palabra no puede ser dicha, sino para ser pensada, sentida y mirada. Es decir, una palabra dicha es una palabra maldita.
La expresión "origen etimológico de las palabras" es tramposa. No hay más que un origen de las palabras, la palabra perdida. Las palabras no son más que trazos invisibles de la palabra perdida.
La única subversión que puede esclarecer este mundo: la subversión poética.
La diferencia entre el hombre terrestre y el hombre cósmico es tan grande como aquella que hay entre el mono y el hombre. Por eso cada país debería crear un ministerio de asuntos cósmicos, dirigido por los poetas.
Juego de Niños - Orlando Araujo

Cuando los niños juegan, hasta la muerte vive: una pelota danza, una madera le hace vuelo, un viejo periódico es un barco en el mar pasajero de una lluvia. Todo es juego, el sol a través de un vidrio de botella incendia hierbas, una niña de cinco años ya es la abuela de una muñeca hecha de forros de almohadas donde ya nadie duerme. La desgarradura de una tabla vieja es una espada y una camisa vieja es una capa. El "Zorro" es de verdad el zorro, y no hay, entre niños, religión ni sacerdote.
Los niños se juntan con los perros, con los gatos, con la arena para los castillos y con el mar para tantas aventuras.
Conocí a un niño que viajó sobre un dinosaurio azul por el fondo de la tierra, cabalgó sobre el caballo de Marco Polo, habló con un pozo muerto y conversó con una iguana.
Hay niños en el mundo, muchos, que sueñan con comida y amanecen con hambre. Debes saberlo tú que ahora comes y tienes otros sueños. Tú y Juancho juegan con la guerra de las galaxias, con monstruos japoneses y con armas de plástico, fabricadas en el Norte para los niños del Sur, vendidos por viejecitos amables en tiendas del niño Jesús y compradas por padres amorosos como nosotros. Nada malo.
Hay otras tierras donde hay niños que juegan con armas de verdad, fabricadas donde mismo fabrican los juguetes.
Una carta de sueños y de juegos andaría coja si no cuenta el cuento del niño sin la pierna y del que quedó zurdo porque perdió la derecha. El niño de Solentimane jugando con el sombrero del padre que dió un brinco y se durmió en el patio y la niña de Argentina que murió en el aire con un terrón en la boca. Nada bueno.
Sí, ya sé, ya va, ya iré contando cartas. La vida es un rollo donde todos tenemos un cuento y los niños juegan con la vida y con la muerte, dos caballitos que vienen de Francia: corren que corren y ninguno se alcanza.
De "Cartas a Sebastián para que no me olvide"
De Orlando Araujo
miércoles, 3 de junio de 2009
lunes, 1 de junio de 2009
viernes, 22 de mayo de 2009
POBREZAS - Poemas Eduardo Galeano
lo que se dice pobres,
son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen silencio ni pueden comprarlo.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar,
como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen el derecho de respirar mierda,
como si fuera aire, sin pagar nada por ella.
Pobres,
lo que se dice pobres
son los que no tienen más libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que viven dramas pasionales con las máquinas.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que son siempre muchos y están siempre solos.
Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no saben que son pobres.
Instrucciones para cambiar el mundo . Sub Comandante Marcos

Píntese de verde o de café, colores terrestres y hermosos.
Salpíquese de nubes a discreción.
Cuelgue con cuidado una luna llena en occidente, digamos a tres cuartas sobre el horizonte respectivo.
Sobre oriente inicie, lentamente, el ascenso de un sol brillante y poderoso.
Reúna hombres y mujeres, hábleles despacio y con cariño, ellos empezarán a andar por sí solos.
Contemple con amor el mar.
Descanse el séptimo día.
Subcomandante Insurgente Marcos,
Feb. 26, 2004
miércoles, 6 de mayo de 2009
Tres relatos de Luis Fernando Veríssimo

Todo comenzó como una broma. Llamó por teléfono a un amigo y le dijo:
—Lo sé todo.
Después de un silencio, el amigo respondió:
Cómo lo sabes?
—Eso no importa. Lo sé todo.
—Hazme un favor. No lo cuentes por ahí.
—Lo pensaré.
—¡Por el amor de Dios!
—Esta bien, pero ten cuidado.
Descubrió que tenía poder sobre las personas.
—Lo sé todo.
—¿Co… cómo?
—Lo sé todo.
—¿Todo el qué?
—Tú lo sabes bien.
—Pero es imposible. ¿Cómo lo has descubierto?
La reacción de las personas variaba. Algunas preguntaban en seguida:
—¿Alguien más lo sabe?
Otras se volvían agresivas:
—Está bien. Lo sabes. ¿Y qué?
—Nada. Solo quería que supieras que lo sé.
—Si se lo cuentas a alguien, yo…
—Depende de ti.
—¿De mí, cómo?
Si te portas bien, no lo contaré.
—Está bien.
Una vez, parecía que había encontrado a un inocente:
—Lo sé todo.
—¿Todo, el qué?
—Ya sabes.
—No, no sé. ¿Qué es lo que sabes?
—No te hagas el ingenuo.
—Pero no sé de qué me hablas.
—No me vengas con esas.
—Tú no sabes nada.
—Ah, eso quiere decir que hay alguna cosa para saber, pero que yo no la sé, ¿no?
—No hay nada.
—Mira que lo voy a contar por ahí…
—Puedes contarlo, que es mentira.
—¿Cómo sabes lo que voy a contar?
—Cualquier cosa que cuentes será mentira.
—Está bien. Lo contaré.
Pero al poco tiempo, recibió una llamada.
—Escucha. Lo pensé mejor. No cuentes nada sobre eso.
—¿Sobre “eso”?
—Sí, ya sabes…
Pasó a ser temido y respetado. Siempre había alguien que se le acercaba y le decía susurrando:
—¿Se lo has contado a alguien?
—Todavía no.
—Joder, gracias.
Con el paso del tiempo, ganó reputación. Era una persona en la que se podía confiar. Un día, un amigo le ofreció un trabajo con un gran sueldo.
—¿Por qué yo? —quiso saber.
—El trabajo conlleva muchas responsabilidades —dijo el amigo—. He decidido recomendarte.
—Pero, ¿por qué?
—Por tu discreción.
Comenzó a ganar prestigio. Se decía que lo sabía todo de todos pero que nunca abría la boca para hablar de nadie. Además de estar siempre bien informado, era un gentleman. Hasta que un día, recibió una llamada. Una voz misteriosa que dijo:
—Lo sé todo.
—¿Co… cómo?
—Lo sé todo.
—¿Todo el qué?
—Ya sabes...
Decidió largarse. Se fue de la ciudad. Los amigos se sorprendieron por su repentina desaparición. Decidieron investigar. ¿Qué estaría tramando? Finalmente, fue descubierto en una playa lejana. Los vecinos cuentan que una noche vieron llegar muchos coches que rodearon la casa. Varias personas entraron. Se oyeron gritos. Los vecinos cuentan que la voz que más se oía era la de él, gritando:
—¡Era broma! ¡Era broma!
Fue descubierto a la mañana siguiente, asesinado. El crimen nunca fue esclarecido. Pero las personas que lo conocían, no tenían dudas sobre el motivo.
Sabía demasiado.
Basura
Se encuentran en el área de servicio. Cada uno con su bolsa de basura. Es la primera vez que se hablan.
— Buenos días...
— Buenos días.
— La señora es del 610.
— Y, el señor del 612.
— Sí.
— Yo aún no lo conocía personalmente...
— De hecho...
— Disculpe mi atrevimiento, pero he visto su basura...
— ¿Mi qué?
— Su basura.
— Ah...
— Me he dado cuenta que nunca es mucha. Su familia debe ser pequeña...
— En realidad sólo soy yo.
— Mmmmmm. Me di cuenta también que usted usa mucha comida enlatada.
— Es que yo tengo que hacer mi propia comida. Y como no sé cocinar...
— Entiendo.
— Y usted también...
— Puede tutearme.
— También perdone mi atrevimiento, pero he visto algunos restos de comida en su basura. Champiñones, cosas así...
— Es que me gusta mucho cocinar. Hacer platos diferentes. Pero como vivo sola, a veces sobra...
— Usted... ¿Tú no tienes familia?
— Tengo, pero no son de aquí.
— Son de Espírito Santo.
— ¿Cómo lo sabe?
— Veo unos sobres en su basura. De Espírito Santo.
— Claro. Mi madre me escribe todas las semanas.
— ¿Ella es profesora?
— ¡Esto es increíble! ¿Cómo adivinó?
— Por la letra del sobre. Pensé que era letra de profesora.
— Usted no recibe muchas cartas. A juzgar por su basura.
— Así es.
— Pero, el otro día tenía un sobre de telegrama arrugado.
— Así fue.
— ¿Malas noticias?
— Mi padre. Murió.
— Lo siento mucho.
— Él ya estaba viejito. Allá en el Sur. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos.
— ¿Fue por eso que volviste a fumar?
— ¿Cómo es que sabes?
— De un día para otro comenzaron a aparecer paquetes de cigarrillos arrugados en su basura.
— Es cierto. Pero conseguí dejarlo de nuevo.
— Yo, gracias a Dios, nunca fumé.
— Ya lo sé. Pero he visto unos vidriecitos de pastillas en su basura...
— Tranquilizantes. Fue una fase. Ya pasó.
— ¿Peleaste con tu pololo, no es verdad?
— ¿Eso, también lo descubriste en la basura?
— Primero el buqué de flores, con la tarjetita, tirado en la basura. Después, muchos pañuelitos de papel.
— Es que lloré mucho, pero ya pasó.
— Pero incluso hoy vi unos pañuelitos...
— Es que estoy un poquito resfriada.
— Ah.
— Veo muchos crucigramas en tu basura.
— Claro. Sí. Bien. Me quedo solo en casa. No salgo mucho. Tú me entiendes.
— ¿Polola?
— No.
— Pero hace unos días tenías una fotografía de una mujer en tu basura. Parecía bonita.
— Estuve limpiando unos cajones. Cosa del pasado.
— No rasgaste la foto. Eso significa que, en el fondo, tú quieres que ella vuelva.
— ¡Tú estás analizando mi basura!
— No puedo negar que tu basura me interesó.
— Qué divertido. Cuando escudriñé tu basura, decidí que quería conocerte. Creo que fue la poesía.
— ¡No! ¿Viste mis poemas?
— Vi y me gustaron mucho.
— Pero, ¡si son tan malos!
— Si tú creías que eran realmente malos, los habrías rasgado. Y sólo estaban doblados.
— Si yo supiera que los ibas a leer...
— Sólo no los guardé porque, al final, los estaría robando. Si bien que, no sé: ¿la basura de la persona aún es propiedad de ella?
— Creo que no. Basura es de dominio público.
— Tienes razón. A través de la basura, lo particular se vuelve público. Lo que sobra de nuestra vida privada se integra con las sobras de los demás. La basura es comunitaria. Es nuestra parte más social. ¿Esto será así?
— Bueno, ahí estás yendo harto lejos con la basura. Creo que...
— Ayer, en tu basura...
— ¿Qué?
— ¿Me equivoqué o eran cáscaras de camarón?
— Acertaste. Compré unos camarones enormes y los descasqué.
— ¡Me encantan los camarones!
— Los descasqué, pero aún no los comí. Quien sabe, tal vez podamos...
— ¿Cenar juntos?
— ¿Por qué no?
— No quiero darte trabajo.
— No es ningún trabajo.
— Pero vas a ensuciar tu cocina.
— Tonterías. En un instante limpio todo y pongo los restos en la basura.
— ¿En tu basura o en la mía?

Pntura: Guitarrista ciego de Picasso
Medio Poeta
El día que Mónica y Octavio regresaron de la luna de miel, Mónica llegó a la casa de sus padres y se encerró en el cuarto con la mamá. Necesitaba contarle una cosa y no quería que el padre escuchase.
— Octavio es poeta, mamá.
La mamá se lleva las manos a la boca.
— ¡Ave, María purísima!
Luego preguntó:
— ¿Cómo te enteraste?
— En la primera noche. La luna estaba llena. Él hizo unas frases sobre la luz de la luna sobre mi cuerpo.
— ¿Pero estás segura de que era poesía? ¿Rimaba?
— No rimaba, pero era poesía. ¡Él mismo lo dijo, mamá! Yo le pregunté "¿Qué es eso?" y él respondió "Yo soy medio poeta".
— Bien que tu papá sospechó algo...
— ¿Crees que debemos contarle a papá?
— ¡Por supuesto! Y ahora.
El papá dijo "Lo sabía" y determinó que llamasen a Octavio que se explicara. Mónica dijo que Octavio había quedado en buscarla allí después del trabajo. Los tres esperaron la llegada de Octavio. La madre, temiendo algún exceso del padre, intentó amenizar la situación.
— Él dijo que es sólo "medio" poeta...
El padre no dijo nada. Cuando sonó el timbre, mandó que la hija fuese al cuarto. Octavio saludó a los suegros efusivamente — era la primera vez que los veía después de la fiesta de la boda — pero pronto notó su frialdad.
— ¿Qué pasó? — preguntó.
— No nos contaste que eras poeta, dijo el padre.
— Pero yo no...
— No lo niegues. Mónica nos lo contó. ¿Creíste que ella no nos contaría?
— Pero si fue sólo un...
— Lo sé. Un poemita. Es así como se empieza. Un versito hoy, un versito mañana. No tarda y ya estarás haciendo poemas épicos, odas a cualquier cosa, diariamente. Ya vi suceder. Terminarás abandonando el trabajo, robando la mensualidad de mi hija para mantener el hábito.
— Pero yo...
— Vas a decir que puedes dejarlo cuando quieras. Es lo que dicen todos.
— Hijo mío, intervino la mamá afligida, ¿no te das cuenta del mal que te puede hacer la poesía? ¿Hace cuánto que tú...
— No importa, le interrumpió el padre. Y lo que él hizo antes no nos interesa. Pero ahora está casado. Tiene responsabilidades, tiene que trabajar para mantener a la familia. Está en una ramo competitivo, no puede facilitar. Lo sé, lo sé. La poesía es tentadora. Yo mismo, de joven, hice mis sonetos...
— ¡Eurico!
— Nunca te lo conté, Marta, pero lo hice. Afortunadamente tuve un padre que me orientó y lo dejé a tiempo. A Mónica la criamos sin cualquier poesía. Cualquier insicuación de métrica la reprimíamos. Y siempre la alertamos contra los poetas.
— ¿No existirá — sugirió la mamá — un programa de rehabilitación? Alguien con quien te puedas aconsejar...
Una vez más el papá la interrumpió.
— La decisión tiene que ser tuya, Octavio. Y tiene que ser ahora. Tú comprendes que no podemos dejar que Mónica salga de esta casa, donde tuvo siempre toda la seguridad, para vivir con un poeta. Haz tu elección. Mónica, una familia, una vida normal... o la poesía.
Octavio juró que abandonaría la poesía para siempre. Le llamaron a Mónica, los dos se fueron al nuevo departamento, Mónica sospechando un poco todavía, Octavio oyendo la advertencia a la salida: "Ojo, ¿eh?"
Hoy, siempre que habla con Mónica por teléfono, la madre le pregunta:
— ¿Y Octavio?
— Está bien, mamá.
— Nunca más...
— No.
A veces, cuando la familia está toda reunida, Octavio dice unas cosas que provocan el intercambio de miradas entre los demás y la sospecha de una recaída. Luego Mónica asegura que aquello no es poesía, es sólo su forma de hablar. Pero el señor Eurico y doña Marta viven preocupados por la hija. En las noches de luna llena, entonces, doña Marta ni siquiera puede dormir bien.
jueves, 30 de abril de 2009
miércoles, 22 de abril de 2009
Frase Ernesto Sábato
La presencia del hombre se expresa en el arreglo de una mesa, en unos discos apilados, en un libro, en un juguete. El contacto con cualquier obra humana evoca en nosotros la vida del otro, deja huellas a su paso que nos inclinan a reconocerlo y a encontrarlo. Si vivimos como autómatas seremos ciegos a las huellas que los hombres nos van dejando, como las piedritas que tiraban Hansel y Gretel en la esperanza de ser encontrados...
tomado de Un día de tanto no verte te ví
Ernesto Sábato