miércoles, 21 de febrero de 2007

Cuando se dice amigo... Gustavo Pereira

Cuando de dice la palabra amigo se dice sólo lo
indispensable
Vale decir
Hermano
Compañero
Familia
La vida que soñamos
El mar
Cotidianos sabores
Una cerveza bajo el limpio cielo
Un olor a escafandra de cierto muelle
Una calle sola por donde desandamos nuestros
huesos

Vale decir también
Agua cálida
El sol (que no es el mismo de otras partes)
Alguien en quien se piensa especialmente
Un hogar un rincón

No se dice desprecio
Tampoco Humillación
Ni adiós
Ni escupitajo

Cuando se dice amigo se dice Certidumbre
Se dice Ternura
Se dice Costa Blanca y Común
Como Un Pan
Y se tiene una lámpara encendida en los ojos
Y un resplandor adentro.

La historia de un caballo que era bien bonito - Aquiles Nazoa


Yo conocí un caballo que se alimentaba de jardines.

Todos estábamos muy contentos con esa costumbre del caballo; y el caballo también porque como se alimentaba de jardines, cuando uno le miraba los ojos las cosas se veían de todos los colores en los ojos del caballo.

Al caballo también le gustaba mirarlo a uno con sus ojos de colores, y lo mejor del asunto es que con los ojos de ese caballo que comía jardines se veían todas las cosas que el caballo veía, pero claro que más bonitas, porque se veían como si tuvieran siete años. Yo a veces esperaba que el caballo estuviera viendo para donde estaba mi escuela. El entendía la cosa y miraba para allá, y entonces mi hermana Elba y yo nos íbamos para la escuela a través de los ojos del caballo.

¡Qué caballo tan agradable!

A nosotros cuando más nos gustaba verlos era aquellos domingos por la mañana que estaban tocando la retreta y ese caballo de colores llegaba por ahi vistiéndose de alfombra por todas partes que pasaba.

Yo creo que ese caballo era muy cariñoso. Ese caballo tenía cara de que le hubiera gustado darle un paseíto a uno, pero quien se iba a montar en aquel pueblo en un caballo como ese, pues a la gente de ahí le daba pena; ahí nadie tenía ropa aparente.

Como sería de bonito ese caballo que con ese caballo se alzó Miranda contra el gobierno porque se inspiró en el tricolor de sus labios y en el rubio de sus ojos.

Ese caballo si se veía bonito cuando estaban tocando ahí esa retreta y el Señor Presidente de la Sociedad de Jardineros lo traía para que se desayunara en la plaza pública.

Que caballo tan considerado. Ese caballo podía estar muy hambriento, pero cuando los jardineros lo traían para que se comiera la plaza, el sabia que en el pueblo había mucha gente necesitada de todo lo que alli le servían, y no se comía sino a los músicos.

Y los músicos encantados. Como el caballo estaba lleno de flores por dentro, ellos ahí se sentían inspirados y se la pasaban tocando música dentro del caballo.

Bueno, y como el caballo se alimentaba de jardines y tenía todos los colores de las flores que se comía, la gente que pasaba por ahí y lo veía esperando que los jardineros le echaran su comida decían: míreme ese caballo tan bonito que está ahí espantándose las mariposas con el rabo.

Como sería de bonito ese caballo que con ese caballo se alzó Miranda contra el gobierno porque se inspiró en el tricolor de sus labios y en el rubio de sus ojos.

Y el caballo sabía que decían todo eso, y se quedaba ahí quietecito sin moverse para que también dijeran que aquel caballo era demasiado bonito para vivir en un pueblo tan feo, y unos doctores que pasaron lo que dijeron es que lo que parecía ese caballo es que estaba pintado en el pueblo.

¡Así era de bonito ese caballo!

Todo el mundo era muy cariñoso con ese caballo tan bonito, y más las señoras y señoritas del pueblo, que estaban muy contentas con aquel caballo que se alimentaba de jardines. ¿No ve que como consecuencia de aquella alimentación lo que el caballo echaba por el culito eran rosas?

Así, cuando las damas querían adornar su casa o poner un matrimonio, no tenían más que salir al medio de la calle y recoger algunas de las magníficas rosas con que el caballo le devolvía sus jardines al pueblo.

Una vez en ese pueblo se declaró la guerra mundial, y viendo un general el hermoso caballo que comía jardines, se montó en él y se lo llevó para esa guerra mundial que había ahí, diciéndole: mira caballo, déjate de jardines y de maricadas de esas y ponte al servicio de tal y cual cosa, que yo voy a defender los principios y tal, y las instituciones y tal, y el legado de yo no se quien, y bueno, caballo, todas esas lavativas que tu sabes que uno defiende.

Apenas llegaron ahí a la guerra mundial, otro general que defendía el patrimonio y otras cosas así, le tiró un tiro al general que estaba de este lado de la alcabala, y al que mató fue al caballo que se alimentaba de jardines, que cayo a tierra echando una gran cantidad de pájaros por la herida porque el general lo había herido en el corazón.

La guerra por fin tuvo que terminarse porque si no hubiera quedado a quien venderle el campo de batalla.

Después que terminó la guerra, en ese punto que cayó muerto el caballo que comía jardines, la tierra se cubrió de flores.

Una vez venía de regreso para su pueblo uno que no tenía nombre y estaba muy solo y había ido a recorrer mundo buscando novia porque se sentía bastante triste, ¿no ve que le mataron hasta el perro con eso de la defensa de los principios y tal?, y no había encontrado novia alguna porque era muy pobre y no tenia ninguna gracia.

Al ver ese reguero de flores que había ahí donde había muerto el caballo que comía jardines, el hombre cogió una de su gusto y se la puso en el pecho. Cuando llegó al pueblo encontró a su paso una muchacha que al verlo con su flor en el pecho, dijo para ella misma: que joven tan delicado que se pone en el pecho esa flor tan bonita. Hay cosas bonitas que son tristes también, como esa flor que se puso en el pecho ese joven que viene ahí. Ese debe ser una persona muy decente y a lo mejor es un poeta.

Lo que ella estaba diciendo dentro de ella con ese asunto, el hombre no lo escuchó con el oído, sino como lo oyó fue con esa flor que tenía en el pecho.

Eso no es gracia; cualquiera pude oír cosas por medio de una flor que se ha puesto en el pecho. La cuestión es que uno sea un hombre bueno y que reconozca que no hay mayores diferencias entre una flor colocada en el pecho de un hombre y la herida de que se muere inocentemente en el campo un pobre caballo.

Qué iba a hacer, le regaló a aquella bonita muchacha la única cosa que había tenido en su vida, le regaló a la muchacha aquella flor que le servía a uno para oír cosas: ¿quién con un regalo tan bueno no enamora inmediatamente a una muchacha?

El día que se casaron, como el papá de ella era un señor muy rico porque tenía una venta de raspado, le regaló como veinticinco tablas viejas, dos ruedas de carreta y una moneda de oro.

Con las veinticinco tablas el hombre de la flor se fabricó una carreta y a la carreta le pintó un caballo, y con la moneda de oro compro una cesta de flores y se las dio de comer al caballo que pinto en la carreta, y ese fue el origen de un cuento que creo haber contado yo alguna vez y que empezaba: "Yo conocí un caballo que se alimentaba de jardines".

El Libro de las Preguntas - Pablo Neruda


1.
Por qué los inmensos aviones
no se pasean con sus hijos?

Cuál es el pájaro amarillo
que llena el nido de limones?

Por qué no enseñan a sacar
miel del sol a los helicópteros?

Dónde dejó la luna llena
su saco nocturno de harina?

2.
Si he muerto y no me he dado cuenta
a quién le pregunto la hora?

De dónde saca tantas hojas
la primavera de Francia?

Dónde puede vivir un ciego
a quien persiguen las abejas?

Si se termina el amarillo
con qué vamos a hacer el pan?

3.
Dime, la rosa está desnuda
o sólo tiene ese vestido?

Por qué los árboles esconden
el esplendor de sus raíces?

Quién oye los remordimientos
del automóvil criminal?

Hay algo más triste en el mundo
que un tren inmóvil en la lluvia?

4.
Cuántas iglesias tiene el cielo?

Por qué no ataca el tiburón
a las impávidas sirenas?

Conversa el humo con las nubes?

Es verdad que las esperanzas
deben regarse con rocío?

5.

Qué guardas bajo tu joroba?
dijo un camello a una tortuga.

Y la tortuga preguntó:
Qué conversas con las naranjas?

Tiene más hojas un peral
que Buscando el Tiempo Perdido?

Por qué se suicidan las hojas
cuando se sienten amarillas?

6.
Por qué el sombrero de la noche
vuela con tantos agujeros?

Qué dice la vieja ceniza
cuando camina junto al fuego?

Por qué lloran tanto las nubes
y cada vez son más alegres?

Para quién arden los pistilos
del sol en sombra del eclipse?

Cuántas abejas tiene el día?

7.
Es paz la paz de la paloma?
El leopardo hace la guerra?

Por qué enseña el profesor
la geografía de la muerte?

Qué pasa con las golondrinas
que llegan tarde al colegio?

Es verdad que reparten cartas
transparentes, por todo el cielo?

8.
Qué cosa irrita a los volcanes
que escupen fuego, frío y furia?

Por qué Cristóbal Colón
no pudo descubrir a España?

Cuántas preguntas tiene un gato?

Las lágrimas que no se lloran
esperan en pequeños lagos?

O serán ríos invisibles
que corren hacia la tristeza?

9.
Es este mismo el sol de ayer
o es otro el fuego de su fuego?

Cómo agradecer a las nubes
esa abundancia fugitiva?

De dónde viene el nubarrón
con sus sacos negros de llanto?

Dónde están los nombres aquellos
dulces como tortas de antaño?

Dónde se fueron las Donaldas,
las Clorindas, las Eduvigis?

10.
Qué pensarán de mi sombrero,
en cien años más, los polacos?

Qué dirán de mi poesía
los que no tocaron mi sangre?

Cómo se mide la espuma
que resbala de la cerveza?

Qué hace una mosca encarcelada
en un soneto de Petrarca?

11.
Hasta cuándo hablan los demás
si ya hemos hablado nosotros?

Qué diría José Martí
del pedagogo Marinello?

Cuántos años tiene Noviembre?

Qué sigue pagando el Otoño
con tanto dinero amarillo?

Cómo se llama ese cocktail
que mezcla vodka con relámpagos?

12.
Y a quién le sonríe el arroz
con infinitos dientes blancos?

Por qué en las épocas oscuras
se escribe con tinta invisible?

Sabe la bella de Caracas
cuántas faldas tiene la rosa?

Por qué me pican las pulgas
y los sargentos literarios?

13.
Es verdad que sólo en Australia
hay cocodrilos voluptuosos?

Cómo se reparten el sol
en el naranjo las naranjas?

Venía de una boca amarga
la dentadura de la sal?

Es verdad que vuela de noche
sobre mi patria un cóndor negro?

14.
Y qué dijeron los rubíes
ante el jugo de las granadas?

Pero por qué no se convence
el Jueves de ir después del Viernes?

Quiénes gritaron de alegría
cuando nació el color azul?

Por qué se entristece la tierra
cuando aparecen las violetas?

15.
Pero es verdad que se prepara
la insurrección de los chalecos?

Por qué otra vez la Primavera
ofrece sus vestidos verdes?

Por qué ríe la agricultura
del llanto pálido del cielo?

Cómo logró su libertad
la bicicleta abandonada?

16.
Trabajan la sal y el azúcar
construyendo una torre blanca?

Es verdad que en el hormiguero
los sueños son obligatorios?

Sabes qué meditaciones
rumia la tierra en el otoño?

(Por qué no dar una medalla
a la primera hoja de oro?)

17.
Te has dado cuenta que el Otoño
es como una vaca amarilla?

Y cómo la bestia otoñal
es luego un oscuro esqueleto?

Y cómo el invierno acumula
tantos azules lineales?

Y quién pidió a la Primavera
su monarquía transparente?

18.
Cómo conocieron las uvas
la propaganda del racimo?

Y sabes lo que es más difícil
entre granar y desgranar?

Es malo vivir sin infierno:
no podemos reconstruirlo?

Y colocar al triste Nixon
con el traste sobre el brasero?

Quemándolo a fuego pausado
con napalm norteamericano?

19.
Han contado el oro que tiene
el territorio del maíz?

Sabes que es verde la neblina
a mediodía, en Patagonia?

Quién canta en el fondo del agua
en la laguna abandonada?

De qué ríe la sandía
cuando la están asesinando?

20.
Es verdad que el ámbar contiene
las lágrimas de las sirenas?

Cómo se llama una flor
que vuela de pájaro en pájaro?

No es mejor nunca que tarde?

Y por qué el queso se dispuso
a ejercer proezas en Francia?

21.
Y cuando se fundó la luz
esto sucedió en Venezuela?

Dónde está el centro del mar?
Por qué no van allí las olas?

Es cierto que aquel meteoro
fue una paloma de amatista?

Puedo preguntar a mi libro
si es verdad que yo lo escribí?

22.
Amor, amor aquel y aquella,
si ya no son, dónde se fueron?

Ayer, ayer dije a mis ojos
cuándo volveremos a vernos?

Y cuando se muda el paisaje
son tus manos o son tus guantes?

Cuando canta el azul del agua
cómo huele el rumor del cielo?

23.
Se convierte en pez volador
si transmigra la mariposa?

Entonces no era verdad
que vivía Dios en la luna?

De qué color es el olor
del llanto azul de las violetas?

Cuántas semanas tiene un día
y cuántos años tiene un mes?

24.
El 4 es 4 para todos?
Son todos los sietes iguales?

Cuando el preso piensa en la luz
es la misma que te ilumina?

Has pensado de qué color
es el Abril de los enfermos?

Qué monarquía occidental
se embandera con amapolas?

25.
Por qué para esperar la nieve
se ha desvestido la arboleda?

Y cómo saber cual es Dios
entre los Dioses de Calcuta?

Por qué viven tan harapientos
todos los gusanos de seda?

Por qué es tan dura la dulzura
del corazón de la cereza?

Es porque tiene que morir
o porque tiene que seguir?

26.
Aquel solemne Senador
que me atribuía un castillo

devoró ya con su sobrino
la torta del asesinato?

A quién engaña la magnolia
con su fragancia de limones?

Dónde deja el puñal el águila
cuando se acuesta en una nube?

27.
Murieron tal vez de vergüenza
estos trenes que se extraviaron?

Quién ha visto nunca el acíbar?

Dónde se plantaron los ojos
del camarada Paul Éluard?

Hay sitio para unas espinas?
le preguntaron al rosal.

28.
Por qué no recuerdan los viejos
las deudas ni las quemaduras?

Era verdad aquel aroma
de la doncella sorprendida?

Por qué los pobres no comprenden
apenas dejan de ser pobres?

Dónde encontrar una campana
que suene adentro de tus sueños?

29.
Qué distancia en metros redondos
hay entre el sol y las naranjas?

Quién despierta al sol cuando duerme
sobre su cama abrasadora?

Canta la tierra como un grillo
entre la música celeste?

Verdad que es ancha la tristeza,
delgada la melancolía?

30.
Cuando escribió su libro azul
Rubén Darío no era verde?

No era escarlata Rimbaud,
Góngora de color violeta?

Y Victor Hugo tricolor?
Y yo a listones amarillos?

Se juntan todos los recuerdos
de los pobres de las aldeas?

Y en una caja mineral
guardaron sus sueños los ricos?

31.
A quién le puedo preguntar
qué vine a hacer en este mundo?

Por qué me muevo sin querer,
por qué no puedo estar inmóvil?

Por qué voy rodando sin ruedas,
volando sin alas ni plumas,

y qué me dio por transmigrar
si viven en Chile mis huesos?

32.
Hay algo más tonto en la vida
que llamarse Pablo Neruda?

Hay en el cielo de Colombia
un coleccionista de nubes?

Por qué siempre se hacen en Londres
los congresos de los paraguas?

Sangre color de amaranto
tenía la reina de Saba?

Cuando lloraba Baudelaire
lloraba con lágrimas negras?

33.
Y por qué el sol es tan mal amigo
del caminante en el desierto?

Y por qué el sol es tan simpático
en el jardín del hospital?

Son pájaros o son peces
en estas redes de la luna?

Fue adonde a mí me perdieron
que logré por fin encontrarme?

34.
Con las virtudes que olvidé
me puedo hacer un traje nuevo?

Por qué los ríos mejores
se fueron a correr en Francia?

Por qué no amanece en Bolivia
desde la noche de Guevara?

Y busca allí a los asesinos
su corazón asesinado?

Tienen primero gusto a lágrimas
las uvas negras del desierto?

35.
No será nuestra vida un túnel
entre dos vagas claridades?

O no será una claridad
entre dos triángulos oscuros?

O no será la vida un pez
preparado para ser pájaro?

La muerte será de no ser
o de sustancias peligrosas?

36.
No será la muerte por fin
una cocina interminable?

Qué harán tus huesos disgregados,
buscarán otra vez tu forma?

Se fundirá tu destrucción
en otra voz y en otra luz?

Formarán parte tus gusanos
de perros o de mariposas?

37.
De tus cenizas nacerán
checoeslovacos o tortugas?

Tu boca besará claveles
con otros labios venideros?

Pero sabes de dónde viene
la muerte, de arriba o de abajo?

De los microbios o los muros,
de las guerras o del invierno?

38.
No crees que vive la muerte
dentro del sol de una cereza?

No puede matarte también
un beso de la primavera?

Crees que el luto te adelanta
la bandera de tu destino?

Y encuentras en la calavera
tu estirpe a hueso condenada?

39.
No sientes también el peligro
en la carcajada del mar?

No ves en la seda sangrienta
de la amapola una amenaza?

No ves que florece el manzano
para morir en la manzana?

No lloras rodeado de risa
con las botellas del olvido?

40.
A quién el cóndor andrajoso
da cuenta de su cometido?

Cómo se llama la tristeza
en una oveja solitaria?

Y qué pasa en el palomar
si aprenden canto las palomas?

Si las moscas fabrican miel
ofenderán a las abejas?

41.
Cuánto dura un rinoceronte
después de ser enternecido?

Qué cuentan de nuevo las hojas
de la reciente primavera?

Las hojas viven en invierno
en secreto, con las raíces?

Qué aprendió el árbol de la tierra
para conversar con el cielo?

42.
Sufre más el que espera siempre
que aquel que nunca esperó a nadie?

Dónde termina el arco iris,
en tu alma o en el horizonte?

Tal vez una estrella invisible
será el cielo de los suicidas?

Dónde están las viñas de hierro
de donde cae el meteoro?

43.
Quién era aquella que te amó
en el sueño, cuando dormías?

Dónde van las cosas del sueño?
Se van al sueño de los otros?

Y el padre que vive en los sueños
vuelve a morir cuando despiertas?

Florecen las plantas del sueño
y maduran sus graves frutos?

44.
Dónde está el niño que yo fui,
sigue adentro de mí o se fue?

Sabe que no lo quise nunca
y que tampoco me quería?

Por qué anduvimos tanto tiempo
creciendo para separarnos?

Por qué no morimos los dos
cuando mi infancia se murió?

Y si el alma se me cayó
por qué me sigue el esqueleto?

45.
El amarillo de los bosques
es el mismo del año ayer?

Y se repite el vuelo negro
de la tenaz ave marina?

Y donde termina el espacio
se llama muerte o infinito?

Qué pesan más en la cintura,
los dolores o los recuerdos?

46.
Y cómo se llama ese mes
que está entre Diciembre y Enero?

Con qué derecho numeraron
las doce uvas del racimo?

Por qué no nos dieron extensos
meses que duren todo el año?

No te engañó la primavera
con besos que no florecieron?

47.
Oyes en medio del otoño
detonaciones amarillas?

Por qué razón o sinrazón
llora la lluvia su alegría?

Qué pájaros dictan el orden
de la bandada cuando vuela?

De qué suspende el picaflor
su simetría deslumbrante?

48.
Son los senos de las sirenas
las redondescas caracolas?

O son olas petrificadas
o juego inmóvil de la espuma?

No se ha incendiado la pradera
con las luciérnagas salvajes?

Los peluqueros del otoño
despeinaron los crisantemos?

49.
Cuando veo de nuevo el mar
el mar me ha visto o no me ha visto?

Por qué me preguntan las olas
lo mismo que yo les pregunto?

Y por qué golpean la roca
con tanto entusiasmo perdido?

No se cansan de repetir
su declaración a la arena?

50.
Quién puede convencer al mar
para que sea razonable?

De qué le sirve demoler
ámbar azul, granito verde?

Y para qué tantas arrugas
y tanto agujero en la roca?

Yo llegué de detrás del mar
y dónde voy cuando me ataja?

Por qué me he cerrado el camino
cayendo en la trampa del mar?

51.
Por qué detesto las ciudades
con olor a mujer y orina?

No es la ciudad el gran océano
de los colchones que palpitan?

La oceanía de los aires
no tiene islas y palmeras?

Por qué volví a la indiferencia
del océano desmedido?

52.
Cuánto medía el pulpo negro
que oscureció la paz del día?

Eran de hierro sus ramales
y de fuego muerto sus ojos?

Y la ballena tricolor
por qué me atajó en el camino?

53.
Quién devoró frente a mis ojos
un tiburón lleno de pústulas?

Tenía la culpa el escualo
o los peces ensangrentados?

Es el orden o la batalla
este quebranto sucesivo?

54.
Es verdad que las golondrinas
van a establecerse en la luna?

Se llevarán la primavera
sacándola de las cornisas?

Se alejarán en el otoño
las golondrinas de la luna?

Buscarán muestras de bismuto
a picotazos en el cielo?

Y a los balcones volverán
espolvoreadas de ceniza?

55.
Por qué no mandan a los topos
y a las tortugas a la luna?

Los animales ingenieros
de cavidades y ranuras

no podrían hacerse cargo
de estas lejanas inspecciones?

56.
No crees que los dromedarios
preservan luna en sus jorobas?

No la siembran en los desiertos
con persistencia clandestina?

Y no estará prestado el mar
por un corto tiempo a la tierra?

No tendremos que devolverlo
con sus mareas a la luna?

57.
No será bueno prohibir
los besos interplanetarios?

Por qué no analizar las cosas
antes de habilitar planetas?

Y por qué no el ornitorrinco
con su espacial indumentaria?

Las herraduras no se hicieron
para caballos de la luna?

58.
Y qué palpitaba en la noche?
Eran planetas o herraduras?

Debo escoger esta mañana
entre el mar desnudo y el cielo?

Y por qué el cielo está vestido
tan temprano con sus neblinas?

Qué me esperaba en Isla Negra?
La verdad verde o el decoro?

59.
Por qué no nací misterioso?
Por qué crecí sin compañía?

Quién me mandó desvencijar
las puertas de mi propio orgullo?

Y quién salió a vivir por mí
cuando dormía o enfermaba?

Qué bandera se desplegó
allí donde no me olvidaron?

60.
Y qué importancia tengo yo
en el tribunal del olvido?

Cuál es la representación
del resultado venidero?

Es la semilla cereal
con su multitud amarilla?

O es el corazón huesudo
el delegado del durazno?

61.
La gota viva del azogue
corre hacia abajo o hacia siempre?

Mi poesía desdichada
mirará con los ojos míos?

Tendré mi olor y mis dolores
cuando yo duerma destruido?

62.
Qué significa persistir
en el callejón de la muerte?

En el desierto de la sal
cómo se puede florecer?

En el mar del no pasa nada
hay vestido para morir?

Cuando ya se fueron los huesos
quién vive en el polvo final?

63.
Cómo se acuerda con los pájaros
la traducción de sus idiomas?

Cómo le digo a la tortuga
que yo le gano en lentitud?

Cómo le pregunto a la pulga
las cifras de su campeonato?

Y a los claveles qué les digo
agradeciendo su fragancia?

64.
Por qué mi ropa desteñida
se agita como una bandera?

Soy un malvado alguna vez
o todas las veces soy bueno?

Es que se aprende la bondad
o la máscara de la bondad?

No es blanco el rosal del malvado
y negras las flores del bien?

Quién da los nombres y los números
al inocente innumerable?

65.
Brilla la gota de metal
como una sílaba en mi canto?

Y no se arrastra una palabra
a veces como una serpiente?

No crepitó en tu corazón
un nombre como una naranja?

De qué río salen los peces?
De la palabra platería?

Y no naufragan los veleros
por un exceso de vocales?

66.
Echan humo, fuego y vapor
las o de las locomotoras?

En qué idioma cae la lluvia
sobre ciudades dolorosas?

Qué suaves sílabas repite
el aire del alba marina?

Hay una estrella más abierta
que la palabra amapola?

Hay dos colmillos más agudos
que las sílabas de chacal?

67.
Puedes amarme, silabaria,
y darme un beso sustantivo?

Un diccionario es un sepulcro
o es un panal de miel cerrado?

En qué ventana me quedé
mirando el tiempo sepultado?

O lo que miro desde lejos
es lo que no he vivido aún?

68.
Cuándo lee la mariposa
lo que vuela escrito en sus alas?

Qué letras conoce la abeja
para saber su itinerario?

Y con qué cifras va restando
la hormiga sus soldados muertos?

Cómo se llaman los ciclones
cuando no tienen movimiento?

69.
Caen pensamientos de amor
en los volcanes extinguidos?

Es un cráter una venganza
o es un castigo de la tierra?

Con qué estrellas siguen hablando
los ríos que no desembocan?

70.
Cuál es el trabajo forzado
de Hitler en el infierno?

Pinta paredes o cadáveres?
Olfatea el gas de sus muertos?

Le dan a comer las cenizas
de tantos niños calcinados?

O le han dado desde su muerte
de beber sangre en un embudo?

O le martillan en la boca
los arrancados dientes de oro?

71.
O le acuestan para dormir
sobre sus alambres de púas?

O le están tatuando la piel
para lámparas del infierno?

O lo muerden sin compasión
los negros mastines del fuego?

O debe de noche y de día
viajar sin tregua con sus presos?

O debe morir sin morir
eternamente bajo el gas?

72.
Si todos los ríos son dulces
de dónde saca sal el mar?

Cómo saben las estaciones
que deben cambiar de camisa?

Por qué tan lentas en invierno
y tan palpitantes después?

Y cómo saben las raíces
que deben subir a la luz?

Y luego saludar al aire
con tantas flores y colores?

Siempre es la misma primavera
la que repite su papel?

73.
Quién trabaja más en la tierra,
el hombre o el sol cereal?

Entre el abeto y la amapola
a quién la tierra quiere más?

Entre las orquídeas y el trigo
para cuál es la preferencia?

Por qué tanto lujo a una flor
y un oro sucio para el trigo?

Entra el Otoño legalmente
o es una estación clandestina?

74.
Por qué se queda en los ramajes
hasta que las hojas se caen?

Y dónde se quedan colgados
sus pantalones amarillos?

Verdad que parece esperar
el Otoño que pase algo?

Tal vez el temblor de una hoja
o el tránsito del universo?

Hay un imán bajo la tierra,
imán hermano del Otoño?

Cuándo se dicta bajo tierra
la designación de la rosa?

sábado, 17 de febrero de 2007

Jairo Aníbal Niño

EL DÍA DE TU SANTO

El día de tu santo
te hicieron regalos muy valiosos:
un perfume extranjero, una sortija,
un lapicero de oro, unos patines,
unos tenis Nike y una bicicleta.
Yo solamente te pude traer,
En una caja antigua de color rapé,
un montón de semillas de naranjo,
de pino, de cedro, de araucaria,
de bellísima, de caobo y de amarillo.
Esas semillas son pacientes
y esperan su lugar y su tiempo.
Yo no tenía dinero para comprarte algo lujoso.
Yo simplemente quise regalarte un bosque.


NO BUSQUES MÁS TU CUADERNO DE GEOGRAFÍA

No busques mas tu cuaderno de geografía.
Yo lo saqué de tu morral.
No quisiste ir a matiné conmigo,
el domingo pasado.
Mis amigos me contaron
que estabas en compañía de Bermúdez,
el grandote que practica la lucha libre.
Me contaron que estabas muy linda,
y que te reias a cada rato.
No busques mas tu cuaderno de geografía.
Ahora que está lloviendo,
asómate a la ventana,
y verás pasar ochenta barquitos de papel.
No busques mas tu cuaderno de geografía.


AYER POR PRIMERA VEZ

Ayer por primera vez
supe lo que era la aritmética
cuando, sin que nadie se diera cuenta,
me besaste en los labios.
Ayer por primera vez
supe que 1 más 1 son 1.


CUANDO PASAS

Cuando pasas,
se cae un cuaderno
un pie tropieza,
se escurren unos anteojos,
se oprime una garganta,
un par de manos sudan,
se extravía una bufanda.
Lo que ocurre
es que el cuaderno,
el pie,
los anteojos,
la garganta,
el par de manos
y la bufanda
están locos por ti.


USTED

Usted
que es una persona adulta
- y por lo tanto-
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas,
¿qué quiere ser cuando sea niño?


LECCION

-Paula, ¿usted sabe qué es es una oveja?
-Sí. La oveja es una nube con paticas.


¿QUÉ ES EL GATO?

El gato
es una gota
de tigre.


¿QUÉ ES EL RÍO ?

El río
es un barco
que se derrritió.


¿QUÉ ES LA GAVIOTA?

La gaviota
es un barquito de papel
que aprendió a volar.


¿ QUÉ ES LA TRISTEZA?

La tristeza
es un ajedrecista
que siempre juega
con las piezas grises.


CONEJOS

El hombre que todos los días
soñaba con conejos
abrió las alas de la ventana
y atisbó el aire seco de la noche.
Se desnudó lentamente
se metió entre las sábanas
como una criatura que se sumerge
en un pozo de hierba
y lloró largamente
porque en la radio habían anunciado
la destrucción total de la cosecha de zanahorias.


VISTA

Los cerros
tienen un color
de música dorada.
Una niña ciega
camina erguida y con pies sabios.
Su bastón es un pájaro blanco
revoloteando en su jaula de sombras.
Los cerros suenan a crepúsculo
y la ciega no se pierde de vista.


¿QUÉ ES EL MAR?

Para el pez volador
el mar es una isla
rodeada de tierra por todas partes.


¿SI LOS ENAMORADOS VIVIERAN EN LA LUNA?

Si los enamorados vivieran en la luna
en noches de tierra llena
- cogidos de la mano-
contemplarían el océano azul de nuestro planeta
y lo verían lleno de estrellas de mar.


¿QUÉ ES EL SILENCIO?

El silencio son seis cuerdas sin guitarra.

¿QUÉ FUE PRIMERO?

¿ Qué fue primero,
el huevo o la gallina?
Primero fue el pollito.


¿PORQUÉ LAS JIRAFAS TIENEN EL CUELLO TAN LARGO?

Las jirafas tienen el cuello tan largo
porque necesitan mordisquear las altas hojas de los árboles
para tener la ilusión de que se alimentan de ventanas.


¿QUÉ ES EL BUHO?

Albenázar Pantoja, eminente biólogo de Cartagena de Indias,
descubrió que el búho, simplemente es un gato al que le crecieron los ojos.

En unos papeles encontrados en su laboratorio y que estaban semidevorados por las polillas, aclara el asunto de las alas. Allí consigna
que gracias a su tesón y a su preocupación por el estudio de los búhos,
en alguna parte de la noche le fue dado el privilegio de contemplar el misterioso vuelo de los gatos.


¿CÓMO SE PASA AL OTRO LADO DEL ESPEJO?

Para pasar al otro lado del espejo, se necesita del valor temerario
de un niño de siete años, de su facultad para convertir el azul en quetzal
y la nube en garza. El sabe que tiene que ascender por la vertiente más peligrosa del espejo, trepar cuidadosamente para no tropezar con el brillo, afianzar con firmeza el pie para evitar hundirse en la garganta de los
reflejos, y eludir el encuentro cegador con los ojos de su doble. Entonces llegará a la cúspide y pasará al resplandor del otro lado, descendiendo
por la parte oscura de la luna.



¿QUÉ ES LA DESPEDIDA?

La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es el corazón
y la distancia.

La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es una mano
en el corazón
de la distancia.

LA GIOCONDA

Una vez en Barranquilla existió un hombre que dedicó su vida a estudiar el fenómeno de la sonrisa de la Gioconda.

Luego de muchos años de estudio e investigaciones, descubrió que Leonardo no pintó sobre el rostro de la mujer ninguna sonrisa. De su pincel surgió un rostro adusto con ojos del dulce color de las nubes del vino. Es el espectador quien al mirarla y quererla sonríe primero. Ella lo hace después.


El enemigo verdadero...

Un día me encontré cara a cara con un tigre y supe que era inofensivo.
En otra ocasión tropecé con una serpiente cascabel y se limitó a hacer sonar las maracas de su cola y a mirarme pacíficamente.
Hace algún tiempo me sorprendió la presencia de una pantera y comprobé que no era peligrosa.
Ayer fui atacado por una gallina, el animal mas sanguinario y feroz que hay sobre la tierra.

Eso fue lo que le dijo el gusanito a sus amigos


Fundición y forja

Todo se imaginó Supermán, menos que caería derrotado en aquella playa caliente y que su cuerpo fundido serviría después para hacer tres docenas de tornillos de acero, de regular calidad.



Por tí

Por ti
me he convertido en delincuente en un ratero,
en un amigo de lo ajeno
que será perseguido por todos
incluyendo al policía de la esquina
al profesor de moral
y al prefecto de disciplina.
Por ti
Ayer en la tarde
me convertí en un ladrón de flores.


LECCIÓN DE MUSICA

Do,
re,
mi,
fa,
sol,
la,
si.
Si?
Sí,
mi
sol;
sí.


Aquel hombre creía que todo se vendía y que todo se compraba. un día su esposa le dio un hijo y el hombre esperó con impaciencia a que el tiempo le diera al niño la capacidad de pedirle muchas cosas y a él la satisfacción de enseñarle a negociar todos y cada uno de sus antojos.

Llegado el momento, el hombre lo invitó a que le presentara la lista de solicitudes. el niño pidió el telón de los atradeceres, la clave de sol, un aerolito, las cosquillas que sintieron en la boca de los estómagos los astronautas que descendieron por primera vez en las praderas de la luna, el bosque de los abrazos, un curso de idiomas para saber qué dicen el baile de las colas de los perros, las lenguas de agua que murmuran en los troncos de los árboles y las palabras fosforecentes que cantan en los ojos de los gatos, la corriente eléctrica generada por los besos, un ratón de computador que le enseñe a evitar las ratoneras de las respuestas y que en cambio lo conduzca siempre al queso de las preguntas, y un poco del sonido del mar con la posibilidad de colocarlo en el interior de una concha de caracol. El hombre no supo qué hacer porque esas cosas no las vendían en ninguna parte.

Su mujer, entonces, lo llevó de la mano al almacén de la infancia.




LA MADRE

El hombre bebió con avidez esa sopa tibia y espesa que le daba la madre y sintió cómo le volvía otra vez la vida al cuerpo. Hacía varios días que no probaba bocado y había sentido el yerto terror de que no se estaba muriendo de la herida de bala sino del hambre. Era un milagro que ella hubiera encontrado algo para comer en ese paisaje de pedregales.

La mujer después de darle de comer se recostó en una piedra que tenía forma de medialuna. El hombre se sorprendió al verla tan pálida y con las vistas como con fiebre. Quiso acercarse a ella pero la mujer lo detuvo con una señal de los ojos y dijo: "Me dejaría de llamar Emilia Sierra si dejara morir de hambre a mi hijo. No lo he parido ni lo he criado para que se acabe como un perro. Ese gusto no se lo voy a dar a los asesinos del gobierno".

Arriba surgió un punto luminoso. Era un avión volando tan alto que parecía una pelusa desprendida del sol.

La mujer se quedó mirando el avión hasta que se fue del cielo y agregó: "A usted lo necesitan los pobres de estas tierras para que siga la pelea hasta el final. Cuídese mucho. Ya ve que en un pequeño descuido la tropa nos inundó el rancho y tuvimos que agarrar lo primero que topamos a mano y salir en estampida inventando caminos. Ahora regrese y siga al frente de nuestra gente. Me saluda a su tío Florentino y le dice que le entregue los dos caballos. Y dígale a Margarita que se meta con ustedes en el monte."

Los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas. Contempló amorosamente a su hijo y sonrió. Luego, poco a poco, se fue muriendo sobre la piedra en forma de medialuna.

El hombre observó la cara transparente de la finada y luego vio la olla de peltre donde había hervido la sopa de color rojo, y vislumbró las dos profundas heridas que tenía la madre en las muñecas.

Usted que es una persona adulta