miércoles, 29 de junio de 2011

Caída del cielo - Armando José Sequera


Caída del cielo

Poco después de casarse con la tía Petra, el tío Ramón Enrique se hallaba una noche rezando para sucediera un milagro y pudieran hallar vivienda, porque le habrían pedido desocupación de la casa donde vivían.
En eso una luz enorme pasó sobre su cabeza y le sancochó las plegarias. En el patio se escuchó un estruendo y las cuatro gallinas que tenídaan armaron un alboroto.
Cuando el tìo y la tìa fueron a ver, encontraron un meteorito en el fondo de un cràter y cerca de éste cuatro huevos cocidos que las gallinas acababan de poner, asustadas.
Durante mes y medio el tío Ramòn Enrique llenó el crater de hielo para enfriar el espacio y, tan pronto la pudo tocar, la sacó y la vendió.
Con el dinero comprò esta enorme casa donde vivimos, que por eso se llama "Caìda del cielo"

Armando José Sequera

sábado, 25 de junio de 2011

El enemigo verdadero - Jairo Anibal Niño


EL ENEMIGO VERDADERO...

 Un día me encontré cara a cara con un tigre y supe que era inofensivo.
En otra ocasión tropecé con una serpiente cascabel
y se limitó a hacer sonar las maracas de su cola y a mirarme pacíficamente.
Hace algún tiempo me sorprendió la presencia de una pantera
y comprobé que no era peligrosa.
Ayer fui atacado por una gallina, el animal más sanguinario
y feroz que hay sobre la tierra.
Eso fue lo que le dijo el gusanito a sus amigos.

Jairo Aníbal Niño

jueves, 23 de junio de 2011

Chireles - Eduardo Sanoja


En el dar sin esperar recibir
está la supervivencia superior:
la anónima

-o-

Somos un recuerdo
de nuestro propio sueño.

-o-

Compadece y envidia al artesano:
Sus necesidades y sus libertades
son del mismo tamaño.

-o-

Quiero vivir mientras tenga 
capacidad
para pensar y modificarme.

-o-
Existo, y es problema mío.
Si dios existe
es problema de él.

-o-

El respeto es un sentimiento,
no una hipocresía.

-o-

Un hombre sin memoria
es un muerto que camina.

-o-

No es necesario
meter el brazo
en la jaula del tigre
para averiguar si muerde.

-o-

No deseo mal ni bien a nadie
sólo deseo
que quien siembra tomates
recoja tomates.

-o-

¿Heredero de cuantiosa fortuna?
¡Antepasado ladrón!

-o-

Universitarios: Recuerden siempre
que quien graduó al primer médico
no era médico graduado.
Y asì todas las profesiones.

-o-

Analizar, jerarquizar, ejecutar
con orden y disciplina.
Lo contrario se llama fracaso.

-o-

¿La pesadilla del Norte
o el sueño del Sur?


Eduardo Sanoja

miércoles, 22 de junio de 2011

Cosas de la Tierra - José Ferreira Gullar




COSAS DE LA TIERRA

Todas las cosas de las que hablo están en la ciudad,
entre el cielo y la tierra.
Son todas ellas  cosas perecederas
y eternas como tu risa,
la palabra solidaria,
mi mano abierta
o este olvidado olor a cabellera
que vuelve
y enciende su llama inesperada
en el corazón de mayo.
Todas las cosas de las que hablo son de carne
como el verano y el salario
Mortalmente inscriptas en el tiempo,
están dispersas, como el aire,
en el mercado, en las oficinas,
en las calles, en los hoteles de paso.

Son todas ellas cosas
cotidianas, como bocas
y manos, sueños, huelgas,
denuncias,
accidentes de trabajo o del amor. Cosas,
de las que hablan los periódicos,
a veces duras
a veces tan oscuras
que aún la poesía las ilumina con dificultad.
Pero es en ellas donde te veo palpitando
mundo nuevo,
aún en estado de sollozos y esperanzas.

José Ferreira Gullar (Brasil)

miércoles, 8 de junio de 2011

Ustedes ganaron... Antonio Trujillo





Ustedes ganaron
constructores, comerciantes,
munícipes sin leyes
ni ordenanzas
para los ojos del paisaje.

Y nosotros vencidos frente
a la orfandad de las colinas,
de las viejas casas y su magnolia.

Sin Árbol
pulcro sobre el naciente.

Ustedes ganaron, sacerdotes,
falsos ecólogos, cronistas del rey
leguleyos, amigos de la canción
que olvida su propia historia.

Mientras la mariposa azul
de los caminos, se posa, duerme
sobre las plantas de tratamiento.

En verdad, ustedes ganaron
y Dios retira el mar, su fuerza.

Antonio Trujillo

sábado, 4 de junio de 2011

Oficio de poeta - Luz Helena Cordero Villamizar

Vìctor Vasarely - Universidad Central de Venezuela


Nos tocó cantar con la guitarra desafinada,
llorar cuando todos dormían,
hacer silencio en el jolgorio,
gritar a las paredes
que ni siquiera se derrumban
con palabras horrendas.
Nos ha tocado decir lo que nadie oye,
recibir bofetadas y bostezos,
la trampa del aplauso.
Nos dejaron las palabras
para empacar con ellas los regalos,
qué hacemos sentados en esta mesa
en la que sirven mordiscos de aire.
Cuando habíamos perdido la fe
alguien nos inventa un oficio
y aquí estamos, resistiendo,
preguntando quién se burla de nosotros,
pobres contorsionistas de los verbos.



Luz Helena Cordero Villamizar