sábado, 28 de junio de 2008

Texto Pendejo - Facundo Cabral

Cada cantor es una buena noticia
porque cada cantor es un soldado menos
y por eso hay que cuidarse del que no canta
porque algo esconde.
Mi abuela decía:
habría que acabar con los uniformes
que le dan autoridad a cualquier
¿Qué es un general desnudo?
Y tenía razón, y tenía derecho a hablar de esto
por que estuvo casada con un coronel,
que era realmente un hombre valiente.
Solamente le tenía miedo a los pendejos.
Un día le pregunté por qué,
y me dijo por que son muchos.
No hay forma de cubrir semejante frente,
y por temprano que te levantes
a donde vayas ya estás lleno de pendejos.
Y son peligrosos por que al ser mayoría
eligen hasta al presidente.
Y los hay de todas las categorías,
por ejemplo está el pendejo informático
que es un pendejo computado
el pendejo burócrata
que es oficialmente pendejo
el pendejo optimista
que cree que no es pendejo
el pendejo pesimista
que cree que es el único pendejo
el pendejo esférico
que es pendejo por todos lados
el pendejo fosforecente
por que hasta de noche se ve
que por allá viene un pendejo
el pendejo de referencias
¿dónde está Alberto?, allá al lado del
pendejo de la chaqueta gris
el pendejo consciente
que sabe que es pendejo
el pendejo de sangre azul
que es hijo y nieto de pendejos
y el más peligroso de todos
el pendejo demagogo
que cree que el pueblo es pendejo.

sábado, 7 de junio de 2008

Práctica del Mundo - Eugenio Montejo

Mural de Oswaldo Guayasamín en la Plaza Caracas. Foto de GORGAL

Práctica del Mundo

Escribe claro, Dios no tiene anteojos.
No traduzcas tu música profunda
a números y claves,
las palabrasnacen por el tacto.
El mar que ves corre delante de sus olas,
¿para qué has de alcanzarlo?
Escúchalo en el coro de las palmas.
Lo que es visible en la flor, en la mujer,
reposa en lo invisible,
lo que gira en los astros quiere detenerse.
Prefiere tu silencio y déjate rodar,
la teoría de la piedra es la más práctica.
Relata el sueño de tu vida
con las lentas vocales de las nubes
que van y vienen dibujando el mundo
sin añadir ni una línea más de sombra
a su misterio natural.

Eugenio Montejo

jueves, 5 de junio de 2008

Poesía Matemática - Millôr Fernandes

Escher


En las muchas hojas
del libro de matemáticas
un Cociente se enamoró
un día dolorosamente
de una Incógnita.
La vio con su mirada innumerable
y la vio desde el ápice a la base:
Una figura impar;
ojos de robot, boca de trapecio,
cuerpo rectangular, senos esferoides.
Hizo de la suya una vida
paralela a la de ella,
hasta que se encontraron
en el infinito.
"¿Quién eres tú?" -indagó ella
con ansia radical.
"Soy la suma de los cuadrados de los catetos.
Pero puedes llamarme hipotenusa".
Y de hablar descubrieron que eran
(lo que en aritmética corresponde a las almas hermanas)
primos entre sí.
Y así se amaron
al cuadrado de la velocidad de la luz,
en una sexta potencia
trazando ,
al sabor del momento
y de la pasión,
rectas, curvas, círculos y líneas sinoidales
en los jardines de la cuarta dimensión.
Escandalizaron a los ortodoxos de las formas euclidianas
y a los exegetas del Universo infinito.
Rompieron convenciones newtonianas y pitagóricas.
Y en fin resolvieron casarse,
constituir un hogar,
más que un hogar, una perpendicular.
Invitaron como padrinos
al Polígono y a la Bisectriz.
E hicieron planos y ecuaciones y diagramas para el futuro
soñando con una felicidad
integral y diferencial.
Y se casaron y tuvieron una secante y tres conos
muy graciosillos.
Y fueron felices
hasta aquel día
en que todo se vuelve al fin
monotonía.
Fue entonces cuando surgió
El Máximo Común Divisor.
Ofreciole, a ella,
una grandeza absoluta
y la redujo a un denominador común.
Él, Cociente, percibió
Que con ella no formaba un todo,
una unidad.
Era un triángulo, llamado amoroso.
De ese problema él era una fracción
la más ordinaria,
Pero fue entonces cuando Einstein descubrió la Relatividad
Y todo lo que era espurio pasó a ser
moralidad
Como en cualquier sociedad.

Millôr Fernandes