miércoles, 27 de abril de 2011
miércoles, 13 de abril de 2011
jueves, 7 de abril de 2011
¡Vivir es una Fiesta! - Gabriel celaya
¡Vivir es una fiesta!
Tengo las manos llenas de alegrías explosivas
y el cerebro barrido de recuerdos.
Tengo un no-tengo
Cada día que me dan es uno de más.
Nunca me cansaré de agradecerlo
y de decir que no entiendo.
Vivo de día en día, de sorpresa en misterio.
Vivo todos los milagros en barato,
lo alto en bajo, lo tirado
como un disparo que se llena de flores.
Vivo con mil amores,
dando gracias a todo lo que existe
porque existe.
A veces uno trabaja para ganar dinero.
No cuesta demasiado.
Y poder seguir viviendo parece regalado.
Gabriel Celaya
jueves, 31 de marzo de 2011
lunes, 28 de marzo de 2011
sábado, 26 de marzo de 2011
Automutilacion - DULCE CHACÓN
AUTOMUTILACIÓN
No tiene
sino un surco
en la espalda.
Un tajo.
Allí
donde dio cobijo a un sueño.
No tiene dolor
sino memoria
del espanto.
Un hueco
y el recuerdo de su mano
asistida de furias.
Dulce Chacón
Lectores en la red
viernes, 18 de marzo de 2011
No tan Alto - Pablo Neruda
Bryan Nash Gill
NO TAN ALTO
De cuando en cuando y a lo lejos
hay que darse un baño de tumba.
Sin duda todo está muy bien
y todo está muy mal, sin duda.
Van y vienen los pasajeros,
crecen los niños y las calles,
por fin compramos la guitarra
que lloraba sola en la tienda.
Todo está bien, todo está mal.
Las copas se llenan y vuelven
naturalmente a estar vacías
y a veces en la madrugada,
se mueren misteriosamente.
Las copas y los que bebieron.
Hemos crecido tanto que ahora
no saludamos al vecino
y tantas mujeres nos aman
que no sabemos cómo hacerlo.
Qué ropas hermosas llevamos!
Y qué importantes opiniones!
Conocí a un hombre amarillo
que se creía anaranjado
y a un negro vestido de rubio.
Se ven y se ven tantas cosas.
Vi festejados los ladrones
por caballeros impecables
y esto se pasaba en inglés.
Y vi a los honrados, hambrientos,
buscando pan en la basura.
Yo sé que no me cree nadie.
Pero lo he visto con mis ojos.
Hay que darse un baño de tumba
y desde la tierra cerrada
mirar hacia arriba el orgullo.
Entonces se aprende a medir.
Se aprende a hablar, se aprende a ser.
Tal vez no seremos tan locos,
tal vez no seremos tan cuerdos.
Aprenderemos a morir.
A ser barro, a no tener ojos.
A ser apellido olvidado.
Hay unos poetas tan grandes
que no caben en una puerta
y unos negociantes veloces
que no recuerdan la pobreza.
Hay mujeres que no entrarán
por el ojo de una cebolla
y hay tantas cosas, tantas cosas,
y así son, y así no serán.
Si quieren no me cran nada.
Sólo quise enseñarles algo.
Yo soy profesor de la vida,
vago estudiante de la muerte
y si lo que sé no les sirve
no he dicho nada, sino todo.
Pablo Neruda
NO TAN ALTO
De cuando en cuando y a lo lejos
hay que darse un baño de tumba.
Sin duda todo está muy bien
y todo está muy mal, sin duda.
Van y vienen los pasajeros,
crecen los niños y las calles,
por fin compramos la guitarra
que lloraba sola en la tienda.
Todo está bien, todo está mal.
Las copas se llenan y vuelven
naturalmente a estar vacías
y a veces en la madrugada,
se mueren misteriosamente.
Las copas y los que bebieron.
Hemos crecido tanto que ahora
no saludamos al vecino
y tantas mujeres nos aman
que no sabemos cómo hacerlo.
Qué ropas hermosas llevamos!
Y qué importantes opiniones!
Conocí a un hombre amarillo
que se creía anaranjado
y a un negro vestido de rubio.
Se ven y se ven tantas cosas.
Vi festejados los ladrones
por caballeros impecables
y esto se pasaba en inglés.
Y vi a los honrados, hambrientos,
buscando pan en la basura.
Yo sé que no me cree nadie.
Pero lo he visto con mis ojos.
Hay que darse un baño de tumba
y desde la tierra cerrada
mirar hacia arriba el orgullo.
Entonces se aprende a medir.
Se aprende a hablar, se aprende a ser.
Tal vez no seremos tan locos,
tal vez no seremos tan cuerdos.
Aprenderemos a morir.
A ser barro, a no tener ojos.
A ser apellido olvidado.
Hay unos poetas tan grandes
que no caben en una puerta
y unos negociantes veloces
que no recuerdan la pobreza.
Hay mujeres que no entrarán
por el ojo de una cebolla
y hay tantas cosas, tantas cosas,
y así son, y así no serán.
Si quieren no me cran nada.
Sólo quise enseñarles algo.
Yo soy profesor de la vida,
vago estudiante de la muerte
y si lo que sé no les sirve
no he dicho nada, sino todo.
Pablo Neruda
sábado, 5 de marzo de 2011
El Pan de cada día - Thiago de Mello
Que el pan encuentre en la boca
el abrazo de una canción
inventada en el trabajo.
No el hambre cansada
de un sudor que corre en vano.
Que el pan del día no llegue
sabiendo a sobra de lucha
y a trofeo de humillación.
Que el pan sea como flor
festivamente recogida
por el que ayudó a la tierra.
Más que la flor, sea el fruto
que nace límpido y simple,
siempre al alcance de la mano.
De tu mano y de la mía.
Thiago de Mello.
viernes, 25 de febrero de 2011
Día a día - San Francisco de Asís
Día a Día
Si quieres ver
tu sueño realizado
constrúyelo despacio.
Si quieres vivir libre...
Ve despacio, día a día,
piedra a piedra.
Construye
tu secreto despacio
y la gloria del cielo
reconocerás.
Haz pocas cosas,
pero hazlas bien;
día a día a la par
tú crecerás.
Principios modestos,
fines elevados.
Obras sentidas
dan buen resultado.
Construye tu secreto despacio...
despacio.
San Francisco de Asís
miércoles, 23 de febrero de 2011
De los que soy - Iván Camarena
DE LOS QUE SOY.
soy de los malditos que lloran escondidos
debajo de un atardecer
soy de los asesinos que jamás le arrancarían
los ojos a un niño sucio
soy de los pirómanos que pierden las manos
antes de incendiar una flor
soy de los huérfanos que a todo le hayan un techo
soy de los hambrientos con licenciatura
soy de los que se hicieron viejos en el exilio
porque no aprendieron a perderse en su propia tierra
soy de los bastardos que no supieron callarse
cuando se desplomó el rostro mutilado de dios
soy de los heridos que van siendo arrastrados
por su propia lengua de sangre
soy de los que no se salvan
de lo que soy.
martes, 22 de febrero de 2011
Con Palabras - Roque Dalton
Ilustración: Tanya Miller
Con Palabras
Roque Dalton
El conocimiento completo del mundo de las palabras es imposible, por lo menos para la especie humana y a pesar de lo que insinúa la cibernética. No se sabe ni cómo empezar. La palabra “azul”, por ejemplo, bien puede ser roja o carmelita, en dependencia de estados de ánimo, condiciones climatológicas, plasticidad de la onda sonora o necesidades políticas. Una serie de palabras que no se pudo completar y que tipográficamente se resuelve en puntos suspensivos es el único argumento serio que se puede aportar para probar la existencia de Dios, aunque no necesariamente su salida de la infancia y la posesión de la sensatez que generalmente, muy a la ligera, se le supone. Hay doce palabras en el idioma pipil que producen limpieza del intestino, por no decir otra cosa, si se dicen en voz alta al tiempo de mirarse uno el ombligo alineado hacia el del firmamento. Es evidente que Lord Bertrand Russel no podrá nunca usar la palabras babarabatibiri, chivo o listín sin que todo el movimiento humanista reciba algo parecido a un impacto de bomba submarina. ¿Y qué es la onomatopeya sino una bomba alicate con la cual, después de sentarlas en el sillón del dentista y hacerlas abrir la boca, extraemos el alma de las cosas? Si tomamos las palabras “granada”, “rompedora”, “de”, “ochenta”, “y”, “un” y “milímetros”, y les atamos unos saquitos de pólvora a la cola antes de dejarlos deslizar por el tubo de un mortero adecuado, lo que cae unos cientos de metros delante de nosotros es el momento más agudo del brindis de “La Traviata”, a un volumen tal, que cualquier persona medianamente informada pènsaría que cayó del cielo el edificio completo del Metropolitan Opera House de Nueva York, partiéndose como un coco podrido y dejando escapar aquel escándalo. Hombre despalabrado no es sinónimo de mudo sino de zombie. Un poeta despalabrado puede seguir publicando libros en ediciones de lujo y dar cocktails para ir tirando en las páginas literarias, o ingresar incluso a las Academias o a los clubs. Pero si Neruda -para citar un caso conocido- tiene algo de zombie a partir de Residencia en la Tierra, ¿cómo descubrir, reconocer, clasificar el virus de lo muerto, el perfil cadavérico en sus libros posteriores, la masa viscosa eliminable para aislar los elementos arquitectónicos que mantienen la fisiología de la locomoción y los desplantes respiratorios del muerto-vivo a quien la sal envenenaría; es decir, en fin, cómo diferenciar una palabra viva de una ya lista para el camposanto? Pues, como decía Enrique Muiño, cuando mueren las palabras comienza la música y ello es muy grave para quienes no somos inmunes a los dolores de cabeza de 70 amperios. Uno de los crímenes más abominables de la civilización occidental y la cultura cristiana ha consistido precisamente en convencer a las grandes masas populares de que las palabras sólo son elementos significantes. Que la palabra cebolla sólo tiene sentido por la existencia de la cebolla y que la palabra oropéndola sólo vino al mundo para sintetizarnos un plumaje de noche y fuego, un vuelo modesto y un apetito especial para los plátanos maduros. Los chinos han dado otro trato a la palabra y ya se sabe con qué rapidez pasaron de las grandes hambrunas a la bomba de hidrógeno. Nadie bautiza a su hijo Sisebuto sin sentir los sítomas de la meningitis por algunos segundos. ¿Debemos acaso escapar por la tangente -que no sería sino una oscura reiteración de lo que se pretende negar o poner en duda- diciendo que se trata de un nombre que suena mal? ¿Por qué suena mal una palabra libre de significados tabú si no es por algo intrínseco a ella misma, a su corporeidad, a su ser, que es independiente de su función más común, la cual, por otra parte, no tiene necesariamente que ser la única, ni siquiera la principal? No es obligatorio ponerse a temblar ante estos problemas, pero debemos reconocer que al aceptar la existencia de palabras que no se pueden decir de ninguna manera, establecemos un hecho gravísimo. De él, se me ocurre, podremos partir en fecha no lejana para marcar las limitaciones de la antimateria en física y de la nada en filosofía. Para que después no digan que los poetas pasan con la lira al hombro y el alba sobre el labio, como decía Otto René Castillo que decía Werner Ovalle López, cosa que además, y no obstante la autoridad que tiene Otto ahora, no es del todo verdad. Se debe tener gran tino sin embargo para no caer en las trampas que nos tiende el enemigo, presente en este terreno como en todo lugar. Una de ellas es la que podríamos llamar “cortina-de-humo-con-substitución-de-función”. Es lo que se ha hecho con las pobres palabras “Sésamo” y “ábrete”, a las cuales simplemente se ha cambiado su oficio de significantes para convertirlas en llavines de cueva de ladrones, escamoteándosenos mientras tanto su verdadera esencia metafísica. Entre “ábrete” como llave y “ábrete” como tal, hay la misma distancia quer entre una venta de candados de medio pelo y la habitación de Kant en Koenisberg, y entre un “Sésamo” y otro “Sésamo”, la que existe entre Walt Disney y Picasso. Otra trampa sería la infamia esa de la “palabra de honor”. Lo que hay que tener es humildad, metodología de la desventaja, la más sutil de las canchas. No sabemos nada y somos orgullosos hasta morir. Deberíamos recordar lo que le pasó a Stalin por hacer de las palabras excepciones del materialismo dialéctico: de ahí la muerte de Babel, de ahí el naufragio-entre-témpanos de la Internacional, de ahí la prosa soviética contemporánea. Si se le hubiera hecho frente al problema con apasionamiento y coraje, otra y magnífica sería la situación. Habría bastado con comenzar a conocer verdaderamente las palabras, a organizarlas para el porvenir, a discutir con ellas sobre la libertad y, sobre todo, a separarlas de las cuasi-palabras, las anti-palabras, las palabras degeneradas (Ej: en El Salvador para decir “caldo” se dice “Calderón”, “sebo” se extravasa hacia “Sebastián” y “medallas” es lo mismo que”me das”, todo lo cual es la degeneración de las palabras pinta y parada, clavada, como diría Julio Cortazar) y las palabras muertas. Nada de cenits ni de nadires, nada de remordimientos al salir de los éxtasis: las palabras más bellas del mundo son: cinabrio, azafata, saudade, áloe, tendresse, carne, mutante, deprecantingly, melancolía, pezón, chupamiel y xilófono, y si he perdido el tiempo en declarar estas cosas porque luego se compruebe que nadie las ha entendido verdaderamente, ha sido en la forma que lo hicieron Jesucristo o Lenin, aceptar lo cual, por lo menos, me hará dormir tranquilamente esta noche. Si no me salen a última hora con que de todos me toca hacer la guardia.
martes, 25 de enero de 2011
La Hora del Deja Vú - Carlos Angulo
Es la hora de Orfeo, que pueda mirar atrás libremente a su amada sin tortura, que el camarón duerma sin que se lo lleve la corriente, que Sisifo coloque la primera piedra en la cima de la montaña y nos diga qué hay del otro lado, que paguen los judas la última cena, que Troya no arda más por un pobre amor, que la palabra sea un documento, que valga más camino por conocer que vereda conocida, que el reposo del guerrero en el combate no sea valorado por la burocracia del Seguro Social, que no sea tan dolorosa la flecha de Cupido, que Europa devuelva el oro al Sur que aún existe, que Roma no incendie otra vez las pruebas, que el Papa no se haga el pendejo, que el cardenal cante en sí menores, que el cura no se lleve mis ovejas, que el ladrón de Prometeo devuelva el fuego al pueblo y lo prometido no sea duda sino convicción.
Es hora de que el mejor postor no compre más mierda y que el impostor no sea tan desenmascarado, que el aprtido no está partido, que la camisa de Bolívar aparezca para que no haya más desacamisados en estas tierras de Dios, de la iglesia y de los terratenientes, que el aguantador sea capturado, que a la voz del pueblo le den volumen.
Porque ya en nada nos importa en qué vuelta se echa el perro ni cuando el pez bebe agua, que la carrera del cab ello aparezca en el GPS, que el canto del gallo no sea tan temprano ni su amor tan rápido, que el agua no transcurra por un instante para bañarnos dos veces en el mismo río que da la vuelta, que devuelvan también la risa de la vaca, ni que muera quien mato la gallina de los huevos de oro, ni diente por diente ni talón de Aquiles, ni en casa de herrero cuchillo de palo, porque el que está dentro de este país es el que siente, porque el cargador de la maleta es el que sabe cuanto pesa.
Que nadie se caiga a mentira porque a nadie le quitan lo bailao, que no es un cuento chino, que dios no nos agarre para nada y menos confesados, porque no pagaremos el recibo de la luz de tu mirada, porque no cargaremos ni a coñazos otra cruz, ni nos calaremos más los judas, Pretones, Evas ni culebras, ni diezmos, ni a César, ni las indecisiones de Pilatos.
Que no nos pinten más pajaritos en el aire ni preñaos, ni que el reino está en otro mundo, ni publicidad política fraudulenta, ni medios de comunicación sin radio bemba, porque de nada le sirvió a Hitler el mundial de propaganda, a Grecia la sabiduría dominante y las guerras ganadas para llegar igual al caos más ignorante, ni a la URSS tomar el camino más largo para llegar al capitalismo.
Porque tenemos mucho que perder. Porque no hay otro reloj para este tiempo. Porque ha llegado la hora: la del sol y la de la luna, la de la sombra y el latido, la de la arena, la de la intuición y el deja vú. La hora del juicio final a todos los quebrantos, a todos los dolores, a la impotencia, a la desidia, a la burla histórica, a la impune emboscada en Berruecos y a la ensordecedora bala que el 10 de enero de 1860 derribó el cuerpo del general de hombres libres.
En nombre de los que pintaron con sangre el color de las banderas, los que no vacilaron heredar el coraje y el brillo de su gloria para avivar la fortaleza de la lucha en las nuevas generaciones, hasta develar finalmente la cara hermosa de la patria, en lo más ascendente del camino de lo que enunciaron como la bella utopía.
Y honrar, a todos los que nunca araron vanamente el mar, al ser de las dificultades, al que abandonó tranquilidad, nobleza y fortuna y todos los prestigios, el de los sacrificios más terribles, al infatigable de las luces y la moral, del jabón y de las velas al decir del maetro, al delirante de la palabra altitud, al enfático, al de la sed insaciable de la libertad, al de los molinos de viento de América, al que dejó en lágrimas a losgenerales más ventisqueros con su ida eventual, al que la fortuna no tentó ni la desgracia doblegó, al que enamorado del amor murió solo de su presencia como el último poeta, al filosofo de los desesperados quien alegró al mundo con su pasión ilimitada, desinterés y desprendimiento con la gloria del bien, demostrando como se ejecuta lo imposible, quien sin corona siempre estuvo a la altura guerra a muerte, por encima de las conspiraciones y la traición.
Y honrar, el símbolo y la lírica, como la poesía sobre la nieve, al que soñaba en los esteros y emancipaba antes en los sueños, al perseverante de las resoluciones, al que vió la luz en la oscuridad dejando una estela de señales en la senda que abrían los astros, quien colocó ejrecitos en los desiertos y batallas de justicia y belleza en los hielos de la interperie, convencido de fundar el origen de las naciones más deslumbrantes con los materiales humanos de los descamisados y de los siglos.
Honrar, al que dejó impreso sin vacilar, sin dudas, sin pesimismo la más excelsa forma de culminar los días de la vida. Y dejar vivir todavía, eterna e inconclusa su más genuina ilusión que quedó en Panamá, y que continua como espada iluminada por el contacto de su incansable portento de avisor, recorriendo el espíritu de los caminos del Sur. Bajando y dejando su última propuesta unitaria, a cambio de la paz, con él en los epulcros.
Nos toca borrar entonces con la victoria de lo justo, la ignominia y la inclemencia en toda la piel mancillada de la tierra y para siempre, aquellas palabras que retumban en el helado invierno de los desolados como frío dorsal: "¡Vamonos, vamonos! porque esta gente no nos quiere muchachos." (*) Es ahora o ahora.
(*) Simón Bolívar.
Carlos Angulo
de "Entrevista con la Ausencia"
Es hora de que el mejor postor no compre más mierda y que el impostor no sea tan desenmascarado, que el aprtido no está partido, que la camisa de Bolívar aparezca para que no haya más desacamisados en estas tierras de Dios, de la iglesia y de los terratenientes, que el aguantador sea capturado, que a la voz del pueblo le den volumen.
Porque ya en nada nos importa en qué vuelta se echa el perro ni cuando el pez bebe agua, que la carrera del cab ello aparezca en el GPS, que el canto del gallo no sea tan temprano ni su amor tan rápido, que el agua no transcurra por un instante para bañarnos dos veces en el mismo río que da la vuelta, que devuelvan también la risa de la vaca, ni que muera quien mato la gallina de los huevos de oro, ni diente por diente ni talón de Aquiles, ni en casa de herrero cuchillo de palo, porque el que está dentro de este país es el que siente, porque el cargador de la maleta es el que sabe cuanto pesa.
Que nadie se caiga a mentira porque a nadie le quitan lo bailao, que no es un cuento chino, que dios no nos agarre para nada y menos confesados, porque no pagaremos el recibo de la luz de tu mirada, porque no cargaremos ni a coñazos otra cruz, ni nos calaremos más los judas, Pretones, Evas ni culebras, ni diezmos, ni a César, ni las indecisiones de Pilatos.
Que no nos pinten más pajaritos en el aire ni preñaos, ni que el reino está en otro mundo, ni publicidad política fraudulenta, ni medios de comunicación sin radio bemba, porque de nada le sirvió a Hitler el mundial de propaganda, a Grecia la sabiduría dominante y las guerras ganadas para llegar igual al caos más ignorante, ni a la URSS tomar el camino más largo para llegar al capitalismo.
Porque tenemos mucho que perder. Porque no hay otro reloj para este tiempo. Porque ha llegado la hora: la del sol y la de la luna, la de la sombra y el latido, la de la arena, la de la intuición y el deja vú. La hora del juicio final a todos los quebrantos, a todos los dolores, a la impotencia, a la desidia, a la burla histórica, a la impune emboscada en Berruecos y a la ensordecedora bala que el 10 de enero de 1860 derribó el cuerpo del general de hombres libres.
En nombre de los que pintaron con sangre el color de las banderas, los que no vacilaron heredar el coraje y el brillo de su gloria para avivar la fortaleza de la lucha en las nuevas generaciones, hasta develar finalmente la cara hermosa de la patria, en lo más ascendente del camino de lo que enunciaron como la bella utopía.
Y honrar, a todos los que nunca araron vanamente el mar, al ser de las dificultades, al que abandonó tranquilidad, nobleza y fortuna y todos los prestigios, el de los sacrificios más terribles, al infatigable de las luces y la moral, del jabón y de las velas al decir del maetro, al delirante de la palabra altitud, al enfático, al de la sed insaciable de la libertad, al de los molinos de viento de América, al que dejó en lágrimas a losgenerales más ventisqueros con su ida eventual, al que la fortuna no tentó ni la desgracia doblegó, al que enamorado del amor murió solo de su presencia como el último poeta, al filosofo de los desesperados quien alegró al mundo con su pasión ilimitada, desinterés y desprendimiento con la gloria del bien, demostrando como se ejecuta lo imposible, quien sin corona siempre estuvo a la altura guerra a muerte, por encima de las conspiraciones y la traición.
Y honrar, el símbolo y la lírica, como la poesía sobre la nieve, al que soñaba en los esteros y emancipaba antes en los sueños, al perseverante de las resoluciones, al que vió la luz en la oscuridad dejando una estela de señales en la senda que abrían los astros, quien colocó ejrecitos en los desiertos y batallas de justicia y belleza en los hielos de la interperie, convencido de fundar el origen de las naciones más deslumbrantes con los materiales humanos de los descamisados y de los siglos.
Honrar, al que dejó impreso sin vacilar, sin dudas, sin pesimismo la más excelsa forma de culminar los días de la vida. Y dejar vivir todavía, eterna e inconclusa su más genuina ilusión que quedó en Panamá, y que continua como espada iluminada por el contacto de su incansable portento de avisor, recorriendo el espíritu de los caminos del Sur. Bajando y dejando su última propuesta unitaria, a cambio de la paz, con él en los epulcros.
Nos toca borrar entonces con la victoria de lo justo, la ignominia y la inclemencia en toda la piel mancillada de la tierra y para siempre, aquellas palabras que retumban en el helado invierno de los desolados como frío dorsal: "¡Vamonos, vamonos! porque esta gente no nos quiere muchachos." (*) Es ahora o ahora.
(*) Simón Bolívar.
Carlos Angulo
de "Entrevista con la Ausencia"
lunes, 3 de enero de 2011
Canción con una estrella - Aquiles Nazoa
Al cielo de diciembre le ha nacido una estrella;
por las calles del alba juega un niño con ella.
Como el mundo es tan grande, y él tan pequeño,
ella lo lleva en brazos, como en un sueño.
Y con rumbo a la luna del peregrino,
los escolta un cocuyo por el camino.
Al pasar por la casa del niño dios,
un pañuelo de nube les dice adiós.
Por las calles del viento cantando van
una estrella y un niño de nombre Juan.
Al cielo de diciembre le ha nacido una estrella;
un niño entre la noche va cantando con ella.
Aquiles Nazoa
lunes, 27 de diciembre de 2010
jueves, 9 de diciembre de 2010
FRASES
Rick Beerhorst
Herman Hesse
Mientras ellos contaban los dólares yo he gastado el tiempo contando las estrellas.
Consejo Indígena popular de Oaxaca
Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él mismo se convierte en esas historias: Siguen viviendo cuando él ya no está. De esta forma, el hombre se hace inmortal.
Daniel Wallace
Planificar no significa qué decisión voy a tomar mañana, sino qué decisión debo tomar hoy para conseguir lo que quiero para mañana.
Peter Druker
Nadie me oprime con su autoridad porque cargo el fuego de la libertad.
Jesús Rosas Marcano
Millones y millones de años y todavía no tengo suficiente tiempo para describir ese pequeño instante de eternidad en que colocas tus brazos alrededor mío y yo coloco mis brazos alrededor tuyo.
Jacques Prevert
Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras porque se volverán actos.Cuida tus actos porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino y tu destino será tu vida.
Mahatma Gandhi
Los niños no son le futuro porque algún día vayan a ser mayores, sino porque la humanidad se va a aproximar cada vez más al niño, porque la infancia es la imagen del futuro.
Milan Kundera
Cree en tí, pero no tanto, duda de tí, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.
Augusto Monterroso
Toda etapa se convierte en preparatoria para la siguiente, y así el tiempo ya no constituye un obstáculo sino el medio para la realización de lo posible.
I Ching
Hablamos de crisis capitalista cuando matar de hambre a 950 millones de personas, mantener en la pobreza a 4700 millones, condenar al desempleo o la precariedad al 80% del planeta, dejar sin agua al 45% de la población mundial y al 50% sin servicios sanitarios, derretir los polos, denegar auxilio a los niños y acabar con los árboles y los osos, ya no es suficientemente rentable para mil empresas multinacionales y 2.500.000 millonarios.
Santiago Alba Rico
Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.
Julio Cortázar
Para qué quiero piernas si tengo alas.
Frida Khalo
Hoy por hoy existen dos superpotencias. Una es Estados Unidos, la otra eres tú.
José Saramago
La vida valdrá la pena mientras haya en el mundo seres capaces de hacer magia cuando profesan una pasión.
Ángeles Mastreta
No hay nada más difícil para asumir, más problemático para conducir o más incierto de éxito que liderar la introducción de un nuevo orden, porque la innovación crea enemigos entre aquellos que se llevaban bien en las condiciones antiguas y solamente tibios defensores entre aquellos que pueden llevarse bien en las nuevas.
Nicolás Maquiavello
Hay dos maneras de vivir la vida: una como si nada es un milagro, y la otra como si todo es un milagro.
Albert Einstein
En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias.
Robert Green
La grandeza de un hombre no se mide por el terreno que ocupan sus pies, sino por el horizonte que descubren sus ojos.
José Martí
Todo hombre tiene como tarea hacer su vida digna, hasta en sus menores detalles.
Henry David Thoreau
Tras el vivir y el soñar está lo más importante: despertar.
Antonio Machado
La grandeza de un hombre no se mide por el terreno que ocupan sus pies, sino por el horizonte que descubren sus ojos.
José Martí
Todo hombre tiene como tarea hacer su vida digna, hasta en sus menores detalles.
Henry David Thoreau
Tras el vivir y el soñar está lo más importante: despertar.
Antonio Machado
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Teoría de los buenos deseos - Hamlet Quintana Lima
Ilustración: Graciela Rodo Boulanger
para comer con los amigos
partir el pan,
reconocerse en las miradas.
Deseo que la noche
se te transforme en música
y la mesa en un largo
sonido de campanas
Que nada te desvíe
que nada te disturbe
que siempre tengas algo
de hoy para mañana
y que lo sepas dar
para regar las plantas
para cortar la leña
para encender el fuego,
para ganar la lucha,
para que tengas paz,
que es la grave tarea
que me he impuesto esta noche
hermano mío.
Hamlet Lima Quintana
sábado, 30 de octubre de 2010
viernes, 29 de octubre de 2010
La creación poética - Federico García Lorca
Federico García Lorca
lunes, 4 de octubre de 2010
El drama de nuestra sociedad... Manuel Scorza
Pablo Picasso
Manuel Scorza
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