Ustedes ganaron
constructores, comerciantes,
munícipes sin leyes
ni ordenanzas
para los ojos del paisaje.
Y nosotros vencidos frente
a la orfandad de las colinas,
de las viejas casas y su magnolia.
Sin Árbol
pulcro sobre el naciente.
Ustedes ganaron, sacerdotes,
falsos ecólogos, cronistas del rey
leguleyos, amigos de la canción
que olvida su propia historia.
Mientras la mariposa azul
de los caminos, se posa, duerme
sobre las plantas de tratamiento.
En verdad, ustedes ganaron
y Dios retira el mar, su fuerza.
Antonio Trujillo
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