viernes, 26 de enero de 2007

Cuentos cortos

SALMÓNIDOS
Es universalmente reconocido que los salmones concurren a desovar al lugar donde nacieron. Para ello recorren enormes distancias en el mar y luego remontan el río hasta la naciente. Allí depositan sus huevos, en el mismo sitio donde sus padres depositaron los suyos; y también sus abuelos. Me gusta pensar que hay un único lugar en el mundo, bajo las aguas de un río que no conozco, hacia donde concurren todos los salmones de la Tierra en la época de la procreación. Allí Dios depositó el huevo del primer salmón.

Raúl Brasca


Golpe
Mamá, dijo el niño, ¿qué es un golpe? Algo que duele muchísimo y deja amoratado el lugar donde te dio. El niño fue hasta la puerta de casa. Todo el país que le cupo en la mirada tenía un tinte violáceo.
Pía Barros

La Travesura

Una vez uno de los hijitos de Dios, aprovechándose de que su papá dormía la siesta, creó el mundo. Cuando Dios despertó le dijo: "¿Por qué has hecho esa travesura?" El hijito de Dios le dijo: "Yo estaba jugando". Y entonces Dios dijo: "Está bien. No importa. Pero nolo vuelvas a hacer".

Chuchú Martínez

Anuncio.

Oriundo de Hamelínn, soy flautista y alquilo mis servicios: puedo sacar las ratas de una ciudad o, si se prefiere, a los niños de un país sobrepoblado.

René Avilés Fabila

Tu amor es como la libertad pintada por un niño.

Felipe García

Una pequeña fábula

“Ay”, dijo el ratón, “el mundo se está haciendo más chiquito cada día. Al principio era tan grande que yo tenía miedo, corría y corría, y me alegraba cuando al fin veía paredes a lo lejos a diestra y siniestra, pero estas largas paredes se han achicado tanto que ya estoy en la última cámara, y ahí en la esquina está la trampa a la cual yo debo caer”.
“Sólamente tienes que cambiar tu dirección”, dijo el gato, y se lo comió.
Franz Kafka

Él era policía

Un golpe en la cara le dió a Marta

Su hijo que lo vió

se fue al cuarto

sacó la escopeta de juguete

lo apuntó

y a quemarropa le disparó al corazón

Su padrastro, atónito,

se apretó el pecho

un infarto lo había desvivido de un tirón.

Carlos Angulo


El maestro.
Y cuando las tinieblas cayeron sobre la tierra, José de Arimatea, después de haber encendido una antorcha de madera resinosa, descendió desde la colina al valle.
Porque tenía que hacer en su casa. Y arrodillándose sobre los pedernales del Valle de la Desolación, vio a un joven desnudo que lloraba.
Sus cabellos eran color de miel y su cuerpo como una flor blanca; pero las espinas habían desgarrado su cuerpo, y a guisa de corona, llevaba ceniza sobre sus cabellos.
Y José, que tenía grandes riquezas, dijo al joven desnudo que lloraba.
-Comprendo que sea grande tu dolor porque verdaderamente Él era justo.
Mas el joven le respondió:
-No lloro por él sino por mí mismo. Yo también he convertido el agua en vino y he curado al leproso y he devuelto la vista al ciego. Me he paseado sobre la superficie de las aguas y he arrojado a los demonios que habitan en los sepulcros. He dado de comer a los hambrientos en el desierto, allí donde no hay ningún alimento, y he hecho levantarse a los muertos de sus lechos angostos, y por mandato mío y delante de una gran multitud, una higuera seca ha florecido de nuevo. Todo cuanto él hizo, lo he hecho yo.
-¿Y por qué lloras, entonces?
-Porque a mí no me han crucificado.
Oscar Wilde

Sueño de la Mariposa
Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu.

Chuang Tzu

Crónica del Fin del Mundo

La nave que transportaba las tropas intergalácticas que invadirían el planeta Tierra dió marcha atrás cuando sus tripulantes vieron el símbolo de la decadencia de esa civilización: una gran M al lado de un restaurante de hamburguesas.

Eloi Yagüe Jarque

Le regalamos un telescopio al abuelo. Mas vale que no. Nos pidió que subiéramos su mecedora al techo para establecer su observatorio. Después, que lo subiéramos a él, con cuidado, que tengo esta pierna enferma. Posteriormente, la abuela dijo que ella no quería quedarse sola y hubo que subirla también.

Bajarlos todos los días es más complicado que subirlos: parece que se nos fueran a caer. Una vez en tierra hay que escuchar las narraciones acerca de lo que ambos han visto.

Si supieran que el telescopio no tiene vidrios.

Armando José Sequera

Los fantasmas y yo

Siempre estuve acosado por el temor a los fantasmas, hasta que distraídamente pasé de una habitación a otra sin utilizar los medios comunes.
René Avilés Fabila

AVISO

Por razones de demasiado uso regalo: Tarot egipcio, tarot de Marsella, péndulos, amuletos, bolas de cristal con poco uso, todas las cartas astrales, un manual de oráculos varios.

Los interesados concentrarse en mi tercer ojo y llamarme telepáticamente.

Mariana Sellanés

El Sueño del Rey

-Ahora está soñando. ¿Con quién sueña? ¿Lo sabes?
-Nadie lo sabe.
-Sueña contigo. Y si dejara de soñar, ¿qué sería de ti?
-No lo sé.
-Desaparecerías. Eres una figura de su sueño. Si se despertara ese Rey te apagarías como una vela.

Lewis Carroll

LA GIOCONDA

Una vez en Barranquilla existió un hombre que dedicó su vida a
estudiar el fenómeno de la sonrisa de la Gioconda.

Luego de muchos años de estudio e investigaciones, descubrió que Leonardo no pintó sobre el rostro de la mujer ninguna sonrisa. De su pincel surgió un rostro adusto con ojos del dulce color de las nubes del vino. Es el espectador quien al mirarla y quererla sonríe primero. Ella lo hace después.
Jairo Aníbal Niño

El dedo

Un hombre pobre se encontró en su camino a un antiguo amigo. Éste tenía un poder sobrenatural que le permitía hacer milagros. Como el hombre pobre se quejara de las dificultades de su vida, su amigo tocó con el dedo un ladrillo que de inmediato se convirtió en oro. Se lo ofreció al pobre, pero éste se lamentó de que eso era muy poco. El amigo tocó un león de piedra que se convirtió en un león de oro macizo y lo agregó al ladrillo de oro. El amigo insistió en que ambos regalos eran poca cosa.
-¿Qué más deseas, pues? -le preguntó sorprendido el hacedor de prodigios.
-¡Quisiera tu dedo! -contestó el otro.
Feng Meng-lung (1574-1646)

Los dos zorros

Dos zorros entraron de noche y por sorpresa en un gallinero y estrangularon al gallo, a las gallinas y alos polluelos y, después de la carnicería, apaciguaron su hambre. Uno de ellos, jóven y ardiente, quería devorarlo todo. El otro, viejo y avaro, quería guardar algunaprovisión para más adelante. El viejo decía:

Hijo mío, la experiencia me ha vuelto sabio, yo he visto muchas cosas desde que estoy en el mundo. No comamos todo esto en un sólo día. Hemos tenido fortuna, es un tesoro lo que hemos encontrado y es preciso economizar.

El jóven contestó:

Yo quiero comer todo ahora que lo tengo y saciarme por ocho días, porque riamonos de lo que pueda suceder, el mañana no será tan bueno. Elamo, para vengar la muerte de sus polluelos, nos acogotará.

Después de esta conversación cada cual tomó su parte. El jóven tanto que reventó, apenas pudo llegar a su madriguera para morir. El viejo, que se creyó más sabio moderando su apetito y vivir economizando, al día siguiente, al volver a su presa, fue acogotado por el amo.

Así, cada edad tien sus defectos, los jóvenes son fogosos e insasiables en sus placeres, los viejos son incorregibles en su avaricia.

Fenelón

El hombre invisible

Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.

Gabriel Jiménez Emán

¡Viva la propiedad privada!

¡Esos malditos que están metidos en todas partes quieren quitarme lo que es mío! Pero no los dejaré. Defenderé todas mis pertenencias. Salvaguardaré mi capital y mis acciones a sangre y fuego. Que no piensen que me despojarán de mis bienes impúnemente. ¡No lo permitiré! Mi grito de guerra será: ¡Viva la propiedad privada, la tradición y la familia! ¡He dicho!

Acto seguido bajó del techo del carro desvalijado y quemado dirigiendo su perorata a nadie y comenzó a subir cansadamente las escaleras que le conducirán a su rancho de cartón piedra y techo de lata del que sobresalía una antena de TV.

Eloi Yagüe Jarque

Un cuento de horror

Felipa no hacía otra cosa que quejarse, llorar y maldecir a todo lo largo del día y la noche. Los fantasmas se preguntaban si acaso no estaría embrujada la casa.

Rigoberto Rodríguez

El mundo

Dios todavía no ha creado el mundo; sólo está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto, pero confuso.
Augusto Monterroso

FLOR Y CRONOPIO

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: “Es como una flor”.
Julio Córtazar

La Espera

Agustín pasó todos los días de su vida esperando. Frecuentemente meditaba y hacía balance acerca de cuál sería el momento más importante de su existencia. Ayer le llegó. Hoy lo enterramos.

Eduardo Sanoja

LA CARTA

Todas las mañanas llego a la oficina, me siento, enciendo la lámpara, abro el portafolio y, antes de comenzar la tarea diaria, escribo una línea en la larga carta donde, desde hace catorce años, explico minuciosamente las razones de mi suicidio.
Luis Mateo Díez

Los nadies.

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pié derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de los nadies, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano

Espero curarme de ti

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes como te digo que te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame agua", "¿Sabes manejar?", "Se hizo de noche"...Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".)

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: Guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabines

Enzo, un rico comerciante de Puerto Ayacucho, visita a las comunidades indígenas del Alto Orinoco y se horroriza cuando ve a Orawe, indígena Yanomami, tumbado tranquilamente en su chinchorro, mascando tabaco. - ¿Porqué no sales a pescar? - le preguntó Enzo. - Porque ya he pescado bastante por hoy - le contesta Orawe. - ¿Y porque no pescas más de lo que necesitas? - insiste el comerciante. - ¿Y qué iba a hacer con ello? - pregunta a su vez el indio. - Ganarías más dinero. De ese modo podrías poner un motor fuera de borda en tu canoa. Entonces podría llegar más lejos en el río y pescar más peces. Y así ganarías más peces. Y así ganarías lo suficiente para comprarte una red de nylon, con lo que obtendrías más pescado y más dinero. Pronto ganarías para tener dos canoas y hasta dos motores y más rápidos... Entonces serías rico como yo. - ¿Y que haría entonces? - preguntó de nuevo el indígena. - Podrías sentarte y disfrutar de la vida - - ¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? - respondió satisfecho el indio Orawe.

La Voz de la Beatitud

Des pués de la muerte de Bankei, un ciego que vivía cerca del templo del maestro relató a un amigo:

-Como soy ciego, no veo la cara de las personas, así que debo juzgar su carácter por el sonido de su voz. Por lo común, cuando oigo a alguien felicitar a otro por su dicha o su éxito, también oigo una secreta nota de envidia. Cuando se expresan condolencias por la desgracia de otro, oigo el placer y la satisfacción, como si el condolente en realidad se alegrara de que en su propio mundo le quedara algo que ganar. Pero, en toda mi experiencia, la voz de Bankéi era siempre sincera. Cuando expresaba felicidad, yo no oía sino felicidad; y cuando expresaba tristeza, tristeza era todo lo que oía.

Historia Zen

El pobre anciano exclamó:

-Al fin he descubierto que mi verdader vocación es la delincuencia infantil.

¡Ay, pero lo he descubierto a los setenta años!

Alfonso Reyes

LA OVEJA FEROZ

Una oveja decidió disfrazarse de lobo, para confundir a su habitual enemigo, y se encontró con un lobo que había recurrido a su vieja costumbre de vestirse de oveja. En medio de la confusión que ocasionó el encuentro, todos pudieron presenciar cómo, por primera vez en la historia, la oveja feroz devoraba al lobo indefenso.
Jaime Alberto Vélez G.

FINAL PARA UN
CUENTO FANTÁSTICO


-Qué extraño -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada! -La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.

-¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos ha encerrado a los dos!

-A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.

Pasó a través de la puerta y desapareció.
I.A. Ireland

Había una vez que no había nada.

Oscar Santana

Hubo una vez un animal que quiso discutir con Sansón a las patadas. No se imaginan como le fue. Pero ya ven cómo le fue a Sansón con Dalila...

Augusto Monterroso

Alas

Yo ejercía entonces la medicina en Humahuaca. Una tarde me trajeron un niño descalabrado; se había caido por el precipicio de un cerro. Cuando para revisarlo le quité el poncho vi dos alas. Las examiné: estaban sanas.Apenas el niño pudo hablar le pregunté:

- ¿Por qué no volaste, `m´hijo, al sentirte caer?

-¿Volar? -me dijo- ¿Volar, para que la gente se ría de mí?

Enrique Anderson Imbert

Petición

Hay un modo de que me hagas completamente feliz, amor mío: muérete.

Jaime Sabines

ENCUENTRO CON EL DIABLO

Cierto hombre devoto, convencido de que era un sincero buscador de la Verdad, se sometió a un largo curso de disciplina y estudio.
Tuvo muchas experiencias con varios maestros, tanto en su vida interna como externa, por un periodo considerable de tiempo.
Un día meditando, vio de pronto al diablo sentado a su lado.
Aléjate, demonio - gritó -, tú no tienes ningún poder para dañarme, pues yo estoy siguiendo el Camino de los Elegidos.
La aparición se esfumó.
Un verdadero sabio que pasaba por allí, le dijo con tristeza:
¡Ay, amigo! Has puesto tus esfuerzos sobre bases tan inseguras como tu miedo inalterado, tu avaricia y tu autoestima, y has llegado a tu última experiencia posible.
¿Y por qué? - preguntó el buscador.
Ese diablo es en realidad un ángel. Diablo es como tú lo has visto.
Tradición Sufí

El mago hace aparecer un pájaro. El mago hace desaparecer un vaso con agua. El mago hace aparecer una mesa espléndidamente servida. El mago hace desaparecer un reloj, un pañuelo, y por error, con un ligero movimiento, hace desaparecer el oxígeno. Los espectadores van muriendo uno a uno, mientras el empresario les cobra rápido, apuradamente, por la magia y por el viaje.

Carlos Villalba


PROTESTA

La inauguración del congreso de escritores de cuentos cortos fue un estruendoso fracaso, ya que el encargado de presidirlo -un ilustre hombre de las letras- leyó un discurso tan extenso que motivó el retiro de los asistentes -llegados de todo el orbe-, quienes, en una muy breve declaración, expresaron que los habían confundido con ensayistas.
José Raúl Jaramillo Restrepo

FÁBULA


Un pastor se encuentra con un lobo.
-¡Qué hermosa dentadura tiene usted, señor lobo!- le dice.
-¡Oh! responde el lobo- mi dentadura no vale gran cosa, pues es una dentadura postiza.
Confesión por confesión, -entonces dice el pastor- si su dentadura es postiza, yo puedo confesarle que no soy pastor: soy oveja.

Braulio Arenas

Desde la mujer del tendero hasta Conchita la pelirroja, y desde Jesús el zpatero hasta Roberto que dirijía la escuela, todos, sin excepción, amanecieron con un terrón de azúcar en la punta de los labios. Sin embargo, los únicos en enterarse de lo sucedido fueron los que se besaron en la mañana.

Armando Moreno

VISOR

Aturdido por la feroz matanza, se llevó las manos a la cabeza y no tenía cabeza.

Carlos Alberto Castrillón

Amigo 1

Nunca supo:

Cómo era elevar una cometa

qué se sentía al hacer una caricia

dibujar una mariposa en el cuaderno

decir adiós.

Porque nunca tuvo brazos.

Carlos Angulo

Había un leñador que se afanaba sin descanso por cortar un árbol. Tenía el hacha mellada y, a pesar de su esfuerzo y de que prácticamente no paraba a descansar, su trabajo no avanzaba.

Pasó por allí un campesino que le dijo:

- Tu hacha está mellada, ¿por qué no la afilas?

El leñador le miró sólo un momento con su rostro agotado y le dijo:

- No tengo tiempo para eso, tengo que cortar todos esos árboles y no puedo perder un minuto de tiempo.

Tomado de "educar valores y el valor de educar" de Antonio Pérez Esclarín

LA PUNTA DE LA MADEJA

Cuando ella descubrió su primera cana quiso arrancarla de un tirón, pero como el odioso pelo blanco se prolongaba, jaló y jaló, mientras su cuerpo se destejía, hasta que sólo quedó una niña llorando asustada.

Gustavo Masso

Las Dos Ranas
Dos ranas saltaron dentro de un cubo de nata en una lechería.-Más vale que nos demos por vencidas- croó una de ellas mientras se esforzaban en vano por salir -estamos perdidas.- Sigue nadando - dijo la otra - saldremos de alguna manera.- Es inútil - chilló la primera - es demasiado espesa para nadar, demasiado blanda para saltar, demasiado resbaladiza para arrastrarse - como de todas maneras hemos de morir algún día, mejor que sea esta noche.Así que dejó de nadar y pereció ahogada.Su amiga siguió nadando y nadando sin rendirse.Y al amanecer, se encontró sobre un bloque de mantequilla que ella misma había batido. Y allí estaba, sonriente, comiéndose las moscas que acudían en bandadas en todas las direcciones

¿Suerte?

Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar los campos. Un día el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano se acercaron para condolerse de él y lamentar su desgracia, el labrador les replicó: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?”
Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondió: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?”
Cuando el hijo del labrador intentó domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró esto como una desgracia. No así el anciano, quien se limitó a decir: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?”
Unas semanas más tarde, el ejercito entró en le poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte? ¿Mala suerte? ¿Quién sabe?
Todo lo que a primera vista parece un contratiempo puede ser un disfraz del bien y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente perjudicial. Así pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena suerte, y le encomendemos a Él nuestro destino.

Anónimo

Aviso Clasificado

Se solicitan jóvenes de mirada y voluntad limpias, que tengan conocimientos de amaneceres y crepúsculos más que de marcas de zapatos, que sepan de solidaridad e inquietudes más que de modelos de carros y apariencias, para trabajar en una patria que a pesar de ambiciones aun sigue siendo uno de los rincones más hermosos de este planeta Tierra. Interesados favor dirigirse a Venezuela. Se recompensará con el azul del cielo, con los colores del arco iris y con mucho futuro.

Felipe García

Llamada de larga distancia

I) - ¡Ring!

-¿Aló?

-Sí, Diga

-¿Está Dios?

- No, no está, ¿de parte?

- ¿No sabe dónde puede estar?

-No, no tengo idea.

- Está bien, dígale que yo loestuve llamando. ¡Click!

II) - ¡Ring!

- Si, ¿Quién habla?

- Soy yo.

- ¿Quién es yo?

- El de ahorita.

- Ah, diga.

- ¿No ha regresado Dios?

- No señor, ya le dije que tiene tiempo que no viene.

- ¿Puedo dejarle un mensaje?

- Si, diga.

- Dígale que me llame cuando regrese. ¡Click!

III)- ¡Ring!

- ¿Quién es?

- Soy yo otra vez

- Diga

- ¿Dios noha llegado todavía?

- Mire señor, ya le dije que no está.

- Es que es urgente.

- Pero no está. No sea fastidioso.

- ¿Dónde puedo encontrarlo?

- Qué se yo, ¡Vayase al diablo! ¡Click!

Otrova Gomas

La Carta

No sólo matan las pistolas una carta mató al que deseó leerla los que la encontraron quisieron descubrir por qué había muerto pero también al leerla cayeron sin vida igual cosa acontecía con los que le daban una larga mirada aunque sea de lejos y así murió toda la policía muchísimos períodistas gentes de televisión se ha querido saber qué contenido terrible era el que tenía esa carta la cuestión es que era sumamente sencillo el problema la carta aquella no tenía ni una coma ni un punto y entonces se morian las gentes sin respirar

Luis Luksic

Sídrome

Todavía tengo casi todos mis dientes

casi todos mis cabellos y poquísimas canas

puedo hacer y deshacer el amor

trepar una escalera de dos en dos

y correr cuarenta metros detrás del omnibus

o sea que no debería sentirme viejo

pero el grave problema es que antes

no me fijaba en estos detalles.

Mario Benedetti

Había una vez que no había nada.

Oscar Santana

Yo no lo maté: él solito se le atravezó a la bala.

José Emilio Pacheco

LÍMITES

¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed, hasta aquí el agua?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire, hasta aquí el fuego?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor, hasta aquí el odio?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre, hasta aquí no?
Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas. Sangran.
Juan Gelman

El Mago hizo un gesto y eliminó el hambre.

El Mago hizo un gesto y eliminó la ignorancia.

El Mago hizo un gesto y eliminó la enfermedad.

El político hizo un gesto y eliminó al mago.

Carlos Villalba

En pleno verano, las hojas más tristes se transfiguran en pájaros. Las más secas en peces.
Franklin Fernández

La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de Newton. Eva toma una mitad y le ofrece la otra a su consorte para regocijo de la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de gravedad.
Ana María Shua

Los tiempos cambian

Cuando tenía quince años y estaba locamente enamorada, consiguió un hechizo garantizado –un ligue, como dicen– para que su hombre no la abandonara nunca. Sí, era el hombre de su vida, no había ningún hombre como él.
Hoy, 30 años después, está buscando en vano, con desesperación, alguien que deshaga el embrujo.

Carmen Cecilia Suárez

Suicidio colectivo

Todas mis soledades
se cortaron las venas
con el filo
de tu sonrisa

Jorge Ángel

La oreja de Van Gogh

—¡No tendrían por qué dudarlo! —comentó con sus alumnos el joven profesor de la Escuela de Artes Plásticas—. Observen bien, sobre el amarillo de las flores, predomina un color rojizo inconfundible. Quien adquirió la pintura en la última subasta de Christie's, también tendría que saberlo para pagar un precio tan alto. Los coleccionistas tienen muy buenos informantes que, no sólo les pasan datos, también, les dicen los secretos de los artistas y sus obras. Seguro que esto fue así: en la vasija de "Los girasoles", el pintor guardó su oreja cortada, cuando se regresó con ella de la casa de la prostituta a quién se la había ido a mostrar. Lo hizo para que las flores, al alimentarse de su sangre, supieran hasta la eternidad con cuánto dolor logró pintarlas.
Armando Quintero Laplume

2 comentarios:

jorge angel dijo...

gracias por citarme, aunque poner mis simples versos entre los de gigantes como sabines, benedetti, cortazar o gelman me suena a sacrilegio.

abrazos

princessaa dijo...

ME GUSTO MUCHO PASAR POR TU BLOG,ME CONMOVIO ENTRE TANTAS EL MAESTRO..GRACIASS POR ESTO.
SALU2,NOELIA