Diagnóstico
si se presenta la lluvia se desbordan los rios si encendemos la chimenea se
si abrimos la ventana se nos entra un murciélago
No es que el Señor haya perdido el control del planeta
Es que mi amada está enferma.
Diagnóstico
si se presenta la lluvia se desbordan los rios si encendemos la chimenea se
si abrimos la ventana se nos entra un murciélago
No es que el Señor haya perdido el control del planeta
Es que mi amada está enferma.
Tomo algunas frases maravillosas de Oscar Fernández de su artículo BIOLOGÍA: EL ARTE DE
http://elbuho.aafi.es/oscar.pdf
Desde el virus hasta la ballena, desde el micro-hongo hasta el árbol, todos tenemos
algo que decir.
La única ventaja de ser primates, es que aún nos reconocemos ante un espejo.
Todos deberíamos asistir a la escuela para empresarios de las hormigas.
Observemos la transmutación de la oruga.
¿Qué tigre se corta las uñas?.
¿Qué planta odia el dióxido de carbono?.
Es curiosa la fractalidad del girasol.
Un copo de nieve es orden y caos a la vez.
Los caballos si saben de miradas.
Los loros no sólo repiten palabras.
En la semiótica natural el mensaje es el medio.
Entre el corazón y la razón existe todo un sistema inmunológico.
¡Que compleja puede llegar a ser la telaraña del pensamiento!.
Si no lo escuchas no quiere decir que no se ha dicho. Ejemplo: el sonar de los
Déjate atrapar por los tentáculos inteligentes de un octópodo.
Podríamos aprender mucho de las aves migratorias y los campos magnéticos.
La relación marea/luna nos habla de la ley de la gravedad. Y la relación ser
Generalmente no somos conscientes de todo lo que trasmitimos. Ejemplo: la
¡Que puntuales son las aves. Y no tienen reloj! ¿o sí?
Sincronicemos nuestros relojes biológicos con las aves.
Los perros pueden oler al cáncer, ¿tú que puedes oler?
Si a una planta se le coloca música rock y ésta se seca, ¿qué le pasará a los seres
Si escucháramos la voz de los elefantes entenderíamos mejor la vida.
Si escucháramos a los elefantes, tendríamos que recordar su compleja lengua, y
En el orden social de las abejas no existe ni la política ni el protocolo.
Cantemos a la lluvia con la música de las cigarras.
Prefiero las predicciones sísmicas de los animales por encima de los sismógrafos y
El campesino sabe cuando es el tiempo de sembrar. El hombre urbano no sabe
El campesino entiende muy bien las señales de la naturaleza.
El indígena no sólo le habla a sus dioses.
¡Que halcón usa anteojos!
Ninguna especie animal necesita inventarse juegos colectivos para compartir
Las asociaciones, gremialismos, grupos, religiones, equipos, etc; son sólo inventos
El agua no sólo es el origen de la vida. También es su vehículo.
Si Dios fuese una criatura viviente en la tierra, creo no sería un ser humano, no otra vez.
Más artículos de Óscar fernández en:
http://www.debatecultural.net/autores/FERNANDEZ2.htm
En este disco que difícilmente te encontrarás por allí, tienes un amplio repertorio de rarezas, genialidades o sorpresas. Te podrás enfrentar a una cumbia en que los protagonistas son unos loros u otra donde el cantante es nada menos que Carlos Andrés Pérez en su discurso aquel 4 de Febrero de rebelión militar con fondo de aviones y bombas. O unos cochinos cantando o una pieza medieval tocada con los instrumentos originales de la época. Toda una sorpresa este disco que lamentablemente pasó por debajo de la mesa cuando fue editado.
Ilustración: William Senges
Amigas y amigos que, generosamente, han venido hasta aquí a escuchar mis palabras, quiero declarar ante todos ustedes que los niños y las niñas del mundo son, deben ser, la prioridad internacional número uno.
Esa declaración supone asumir que, hagamos lo que hagamos en nuestra vida privada, profesional, familiar y social, debemos dedicar buena parte de nuestro tiempo y nuestras acciones a los niños.
Una de esas prioridades es brindarles a los niños un mundo sano, limpio y duradero. Cualquier herida que causemos al planeta, estamos lastimando a las generaciones futuras.
Es imprescindible recomponer la relación de los seres humanos con el planeta, construyendo la armonía necesaria entre las personas y el ambiente, porque si esto no ocurre, si el mundo se deteriora y muere, todas las demás bellezas de la vida no tendrán sentido.
Por eso, en este encuentro, hablaré de Ecología desde la Literatura que bien puede ser una formidable herramienta para la Educación. Hablaré de la Ecología y su relación con la sociedad, es decir la Naturaleza y los seres humanos.
Eduardo Galeano dijo una vez que a Dios se le olvidó un Mandamiento: “Amarás a la Naturaleza de la que formas parte” y es en esa concepción que abordaré el tema hoy, sin perder la poesía como el mejor de los lenguajes, el más bello. Muchas veces un poema, una canción, un cuento, puede tener mucho más fuerza que cien discursos o ponencias o monografías.
Dice Pablo Neruda:
“El día que esperamos a lo largo del mundo
tantos hombres, el día final del sufrimiento”
¿Qué está pasando en el mundo?
En países como México, Colombia, Bolivia, India, Arabia, Zaire, Zambia y hasta en este hermoso país, Brasil, la desigualdad llega a extremos donde el diez por ciento (10%) de la población tiene los mismos ingresos que el noventa por ciento (90%) restante.
Esto quiere decir, ni más ni menos, que una (1) persona tiene la misma riqueza que las otras nueve (9) personas juntas.
Millones de niños en lugar de jugar o ir a la escuela, trabajan o padecen las consecuencias de esa terrible desigualdad.
Países como Estados Unidos, Francia, Bélgica y Holanda tiene un promedio de alimentación de tres mil quinientas (3.500) calorías de consumo diario por habitante, lo cual supone una sobrealimentación. Mientras millones de seres humanos tienen menos de mil quinientas (1.500) y menos de mil (1.000) calorías diarias lo que supone una grave sub-alimentación.
La comida chatarra en los países ricos ha originado otros problemas en la infancia: diabetes, hipertensión arterial y obesidad.
En los países pobres mueren más de cien (100) niños cada mil (1000) nacimientos. En Austria hay un (1) médico cada cuatrocientos (400) habitantes, mientras que en Etiopía hay uno (1) cada sesenta y nueve mil (69.000) personas.
El promedio de vida en países pobres es entre treinta y cinco (35) y cincuenta (50) años. En los países ricos es entre setenta (70) y ochenta (80) años.
En mi país, Uruguay, una copla dice:
“Unos mucho y otros nada y eso no es casualidad.
Unos mucho y otros nada y eso no es casualidad.
Si el maíz crece desparejo alguna razón habrá.
Si el maíz crece desparejo alguna razón habrá”
El poeta paraguayo Elbio Romero escribió una vez:
“En paz sobre la tierra descansará el hermano
cuando se viva en paz sobre la tierra
y haya pan para todos”
El hambre es más terrible que la guerra misma.
Dice Pablo Neruda:
“Y ése me dijo: Adonde vayas,
habla tú de estos tormentos,
habla tú, hermano, de tu hermano
que vive abajo, en el infierno”
¿Cómo está el hambre y la injusticia en el mundo?
La riqueza total del mundo, medida con el famoso Producto Bruto Interno, es de veinticinco (25) billones de dólares.
Aclaro y refresco la memoria: un (1) billón es un (1) millón de millones, es decir un número uno (1), seguido de doce (12) ceros.
Los siete países más ricos del mundo (Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Francia, Italia, Alemania y Japón), tienen dieciocho (18) billones de dólares, mientras que los otros siete (7) billones restantes hay que dividirlos entre ciento ochenta (180) países.
Tres ciudadanos norteamericanos: Bill Gates, Paul Allen y Warren Buffet (disculpen la pronunciación de mi frágil idioma inglés), poseen, juntos, una fortuna superior al Producto Bruto Interno de cuarenta y dos (42) naciones pobres en las cuales viven seiscientos (600) millones de personas.
Si las cosas no cambian, para el año dos mil veinticinco (2025), dentro de menos de veinte (20) años, habrá en el mundo dos mil millones (2.000:000.000) de personas viviendo en extrema pobreza y gravísimas condiciones de vida, si es que a eso se le puede llamar vida.
En mil novecientos noventa y cinco (1995) se acordó en Copenhague reducir la pobreza a la mitad, tomando como dato la pobreza en el año noventa (90). Hoy hay más pobres que en el año noventa y cinco (95).
Estados Unidos representa el seis por ciento (6%) de la población mundial pero consume el cuarenta y dos por ciento (42%) de toda la riqueza del planeta.
Casi tres mil millones de personas (3.000:000.000) hoy, viven con dos (2) dólares diarios. Mil millones (1.000:000.000) viven (¿viven?) con un (1) dólar diario.
Hoy, cada media hora, mueren cuatrocientos (400) niños de hambre en el mundo. Quizá, para cuando yo haya terminado esta exposición, hayan muerto ya ochocientos (800) niños.
Pablo Neruda dice:
“Yo NO vengo a llorar aquí donde cayeron,
vengo a vosotros, acudo a los que viven.
Acudo a ti y a mí y en tu pecho golpeo.”
Sin embargo Europa gasta anualmente cincuenta mil millones de dólares (50.000:000.000) en cigarrillo, ciento cinco mil millones (105.000:000.000) en alcohol y el mundo gasta setecientos ochenta mil millones de dólares (780.000:000.000) en armas.
¿Qué está pasando con la Naturaleza?
El mundo está padeciendo otras agresiones. La atmósfera se está enrareciendo y contaminando. Los países del Norte son el veinte por ciento (20%) de la Humanidad, pero consumen el ochenta por ciento (80%) de las riquezas del mundo y son los que producen la mayor cantidad de dióxido de carbono que lanzan a la atmósfera y la enferman.
Sólo los Estados Unidos son responsables del veinticinco por ciento (25%) ¡la cuarta parte! de toda la contaminación atmosférica.
La energía nuclear, esa enorme capacidad energética que posee cada átomo, hoy es la base de las grandes centrales nucleares que funcionan con uranio o plutonio.
Einstein descubrió que la energía de un cuerpo en reposo es igual a su masa, multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado (¡Uf! hay que saber mucho de física para explicar bien esta fórmula) Lo cierto es que allí nació la famosa fórmula que se expresa así: E= mc2, (E es igual a Eme por Ce al cuadrado) revolucionando el mundo de la física y hasta de la filosofía.
Sin embargo el desarrollo de la energía nuclear ha traído graves consecuencias, siendo el accidente nuclear de Chernobyl, ocurrido en Rusia el veintiséis (26) de abril de mil novecientos ochenta y seis (1986), el peor de todos... por ahora.
Las energías, creo, no son ni buenas ni malas, todo depende cómo se las use. La energía eléctrica puede iluminar ciudades o torturar prisioneros. La energía nuclear puede ayudar a curar enfermedades o matar setenta mil (70.000) personas en minutos y setenta mil (70.000) personas más en los siguientes cinco años, como sucedió la mañana del seis (6) de agosto de mil novecientos cuarenta y cinco (1945) en Hiroshima.
Yo escribí una vez:
“A las ocho y quince de la mañana, del seis (6) de Agosto de mil novecientos cuarenta y cinco (1945), la mujer terminó de dar a luz una hermosa beba de casi cuatro quilos, en medio del festejo de la experimentada partera, del esposo de la joven madre primeriza y de los padres de ella que ahora estrenaban su título de abuelos, brindando con el té del desayuno que no alcanzaron a beber porque se murieron ese mismo día, en ese preciso instante, junto al joven padre, a la experimentada partera y a la mujer que acababa de parir una beba que acababa de nacer y de morir.”
Hiroshima es una ciudad japonesa ubicada sobre el río Ota, que se divide en seis (6) brazos formando otras tantas islas sobre las que se asienta la ciudad, antes de desembocar en el mar interior. La ciudad tiene hoy alrededor de un millón doscientos cincuenta mil (1:250.000) habitantes (más pequeña que Porto Alegre) y fue fundada en 1589 (bastante mayor que Porto Alegre ¿no?).
Estados Unidos lanzó la primera bomba nuclear de la historia. El avión se llamaba Enola Gay, el piloto era Paul W Tibblets y a la bomba de uranio se le llamó Little Boy, pequeño muchacho, muchachito. ¡Qué terrible ironía!
Por otro lado nuestra alimentación está asediada de peligros. Los alimentos transgénicos conforman una larguísima lista. La harina de soja es una de las más extendidas que, a su vez, se está utilizando en muchísimos alimentos. Pero lo terrible es que se está consumiendo a nivel mundial y aún no sabemos qué consecuencias puede traer para la salud humana y animal. Sí sabemos que hay sospechas fundadas de alergias, efectos cancerígenos, resistencia a los antibióticos, desaparición de especies en las zonas cultivadas, empobrecimiento del suelo y contaminación del agua, entre otros efectos.
A eso hay que agregarle los llamados “aditivos” que se usan en una enorme cantidad de alimentos, mejorando (si es que así podemos decir) el color, el sabor, la presentación del alimento.
Muchos de ellos, sin embargo, pueden destruir los glóbulos rojos o ser agentes cancerígenos o provocar accidentes vasculares o ayudar a los efectos de toxicidad y si no me creen, amigas y amigos, pregúntenle a los británicos qué paso con el agua fabricada en Inglaterra por la Coca Cola en el año dos mil cuatro (2004).
La llamada lluvia ácida es otro peligro al que estamos sometidos porque la bendita lluvia, el agua bendita y pura, recibe humos, gases tóxicos, emanaciones de todo tipo y llega a la tierra en forma de lluvia o nieve o niebla, pero contaminada y peligrosa para los cursos de agua y la tierra y todos los frutos que obtenemos de ella.
Eduardo Galeano nos cuenta que:
“Cuando el árbol del agua se desplomó, del tronco nació la mar y de las ramas, los ríos. Toda el agua era dulce. Fue el Diablo quien anduvo echando puñados de sal.”
Todos estos problemas han traído, entre otras consecuencias, que muchas especies animales estén en peligro de extinción. ¡Mas de veinte mil especies (20.000) desaparecen o pasan a estar en franco peligro de extinción... anualmente!
¿Y con la basura cómo andamos?
Si no hacemos un plan de reciclar, reducir y recuperar lo que tiramos, nos podemos convertir en un enorme basural. El papel necesita de tres (3) a seis (6) meses para descomponerse, pero los neumáticos no tiene fecha de descomposición y degradación, el plástico necesita ochocientos (800) años, los metales precisan cuatrocientos cincuenta (450) años, las latas de aluminio precisan entre doscientos (200) y quinientos (500) años, el vidrio, más de un millón (1:000.000) de años.
Sin embargo la inmensa mayoría de estos desechos, podría volver a ser utilizado, podríamos reducir la cantidad de basura que tiramos o podríamos transformarlo en otras cosas para volver a usar.
Yo escribí la canción de la Lombriz Beatriz:
“No queremos la mugre ni la guerra.
Somos amigos de la tierra.
El mundo estaba engripado
y también contaminado.
Le dolía la cabeza
de tener tanta pobreza.
Tenía mucha locura
de vivir en la basura.
Los árboles se morían,
la gente los destruía
y los bichos disparaban
pues la gente los cazaba.
El mundo estaba sin dientes,
tenía enfermo el ambiente.
¿Quién encontrará el remedio
de proteger nuestro medio?
¿Quién quitará la tristeza
a nuestra Naturaleza?
Será cada ser humano,
el remedio está en tus manos.
En lugar de disparates
es mejor tomarse un mate
¡No me rompas el planeta
ni fabriques escopetas!
En lugar de destruir
es más lindo construir.
Quiero volar por el cielo
de un mundo de caramelo.
¡Che adulto, no armes más lío,
que el mundo también es mío!”
¿Qué pasa con el agua bendita?
Hoy, mil doscientos (1.200:000.000) millones de personas, una quinta parte de los habitantes el planeta, carecen de agua potable. Esto se agudizará por el aumento de la población.
En el año dos mil veinticinco (2025) se estima que seremos alrededor de ocho mil trescientos millones (8.300:000.000) de seres humanos y en el dos mil cincuenta (2050) andaremos por los doce mil millones de habitantes (12.000:000.000) ¿Qué pasará con el agua, entonces, cuando nuestros hijos tengan nuestra edad o nuestros nietos tengan nuestra edad?
Un poema mío sobre el agua dice:
La historia del mundo está hecha de agua
El agua es la escena de cada jornada.
Los hombres hicieron su historia en el agua.
Ella nos salpica, nos nubla, nos baña,
nos calma la angustia de nuestras gargantas,
humedece páramos de la piel ajada
y pinta extensiones azules y blancas.
Me nieva, me lluvia, me nubla, me escarcha.
Me graniza el día, me blanquea el alba,
me endurece el viento, me licua el alma
y fluye cual fuente, cual salto o cascada.
Es río y océano, arroyo, ensenada,
bahías y lagos y mares y playas.
Me quema, me enfría, me deleita o mata,
me inunda, me hunde o a flote me saca.
Me tira, me lame, me trae mañanas,
oculta secretos, me miente y naufraga.
A veces catástrofe, a veces la calma,
a veces la dicha o el horror o nada.
El agua es de todos y yo soy del agua.
Es varón y es hembra, el agua y las aguas.
Es los animales, también es las plantas.
Es la vida misma que nace y que acaba
y que se transforma otra vez en agua.
Se eleva en tibiezas, se enfría en montañas
y luego regresa cada temporada.
Amor de labriegos, diosa de las barcas,
sangre de ciudades, hueco de mi palma,
placer de mi boca, agua de mi agua.
El poeta argentino Juan Gelman me contó hace ya tiempo, que un hombre de barrio, de esos verdaderos filósofos populares, anónimos, sabios, le dijo que había muy pocas cosas por las cuales “calentarse” y le advirtió de los peligros de esos enojos que terminan en formidables calenturas diciéndole:
–El cuerpo humano, señor, está hecho de un ochenta por ciento (80%) de agua, si Usted se “calienta” mucho, se puede evaporar.
Algunos datos muy reveladores:
En América del Sur tenemos el veintiocho por ciento (28%) del agua del mundo y sólo el seis por ciento (6%) de la población mundial. Europa, Asia y Europa tienen el ochenta y cinco por ciento (85%) de la población mundial, pero sólo el cuarenta y ocho por ciento (48%) del agua del mundo.
El agua del mundo se encuentra en América y Oceanía, sin contar la enorme reserva de agua en los Polos. Sin embargo, precisamente, si no contamos el agua dulce de los casquetes polares, la Humanidad sólo cuenta con el cero coma treinta y seis por ciento (0,36%) del agua del planeta en lagos, embalses y canales.
Hoy se consumen ocho billones de litros diarios de agua potable en todo el mundo, pero el ciclo de lluvias se ha visto tremendamente agredido si tenemos en cuenta que África perdió el ochenta y cinco por ciento (85%) de sus selvas, Asia perdió el setenta por ciento (70%) de sus selvas y América ya perdió el cincuenta y uno por ciento (51%) de sus selvas.
¿No será esta una de las causas de los cambios climáticos de los últimos años?
Casi la mitad de los medicamentos que conocemos nacen de los árboles. Sin embargo desaparecen especies vegetales sin que ni siquiera las conozcamos.
En África, el desierto avanza quince (15) metros por día.
Pero el mundo es injusto. En Inglaterra se usa agua para lavar autos y regar jardines, veinte (20) veces más que toda el agua que disponen los habitantes de Bangladesh para sus necesidades vitales cada día.
Un campo de golf consume la misma cantidad de agua que una población de diez mil (10.000) habitantes.
El agua está enferma. Sustancias químicas inorgánicas y orgánicas; sustancias radiactivas; desechos humanos o industriales enferman el agua. Los mares de la India, Bangladesh, Indonesia, Malasia, Tailandia y Filipinas son los más contaminados del mundo.
¿Qué podemos hacer?
Estos temas deben estar en todas nuestras actividades. Creo que debemos conversar mucho y crear historias, cuentos, poemas, canciones, obras de teatro, libros, revistas, películas, programas de televisión, novelas, telenovelas, programas de radio, páginas en los diarios, páginas web y, sobre todo, actividades múltiples en las escuelas, en la enseñanza media, en las universidades, en los barrios y cada nucleamiento, para que incorporen estos temas.
Cada escuela debería tener su equipo de seguimiento de lo que pasa en su barrio, de los principales problemas y virtudes ambientales de su entorno inmediato. Cada niño y cada niña debería ser un activista en defensa de sus propios derechos de vivir en un mundo limpio, sano y duradero, organizando campañas para enseñar a los adultos y para mostrarnos cómo quieren el mundo y en qué mundo desean vivir. Cada niño debería ser, por ejemplo, un continuador de las ideas de Chico Méndes que tantas enseñanzas nos dejó. No recuerdo el nombre de sus asesinos pero nunca olvidaré su asesinato y tampoco olvidaré su nombre que deberemos perpetuarlo en nuestros niños como ejemplo. Es que al fin de cuentas de eso se trata, de ser difusores de ejemplos de conducta y abrir espacios para que nuestros niños se expresen.
Esta revista se llama El Tomate verde y está pensada para niños y jóvenes, pero, fundamentalmente CON niños y jóvenes que nos mandan sus dibujos, sus cuentos, sus poemas, sus reportajes o sus opiniones. La participación activa de la gente en el tratamiento de los temas ecológicos me parece que es fundamental.
Deberíamos comenzar, incluso, por los mismos maestros y maestras. La Ecología no es únicamente una materia del conocimiento. La Ecología debe ser una puerta para mejorar nuestra actitud de vida y, entonces, sobre estos temas deben referirse los matemáticos, los físicos, los químicos, los médicos, los gimnastas, los artistas, los historiadores y todos los especialistas, cualquiera sea su materia.
Sería bueno que cuando hablemos de la tierra lo hagamos en la tierra, en un cantero, donde aprendamos a plantar flores, hortalizas, legumbres. Cuando hablamos del agua sería bueno hacerlo frente a una canilla o en la orilla de un río o un arroyo o el mar. Cuando hablamos del aire sería bueno hacerlo frente a una chimenea o cerca de una gran avenida con autos humeantes.
Beatriz Eliane Cordero Santos Caetano que trabajó en la Secretaría de políticas de lectura en Río de Janeiro, me dijo, hace algunos años, que en Brasil “existen, por suerte, muchos libros que hablan de temas ecológicos. En la educación, principalmente con la lectura, trabajamos esos problemas. Nosotros llamamos al mes de junio como Mes del Medio Ambiente y allí hacemos muchas actividades con los niños porque el principal responsable de los problemas ecológicos es el propio hombre y será a partir del hombre que podremos mejorar”.
Y yo estoy de acuerdo con Beatriz aunque preferiría que no fuera sólo en el mes de junio y que al ambiente lo llamáramos así, nomás, enterito, y no “medio ambiente”. Veamos algún ejemplo de lo que podemos hacer. Las dibujos animados que veremos a continuación, son parte de un proyecto que nació con las autoridades de la ciudad de Montevideo y hoy se repiten a diario en diferentes canales de Uruguay.
Todo se puede tratar con humor y con esperanza. Pero a los niños hay que hablarles con el mayor respeto, sin hacer concesiones en el lenguaje ni tratarlos como seres bobitos o adultos enanos. A los niños hay que tratarlos como niños. Hay que combinar el análisis con el juego, la dramática verdad con la ternura, los más terribles datos de la realidad con el inmenso escudo que supone el amor hacia ellos.
Tampoco debemos perder la memoria y la rigurosidad. Eduardo Galeano nos recuerda la profecía de Chilam Balam, el sacerdote jaguar de Yucatán que nos dice:
“Dispersados serán por el mundo las mujeres que cantan y los hombres que cantan y todos los que cantan...Nadie se librará, nadie se salvará... Mucha miseria habrá en los años del imperio de la codicia. Los hombres, esclavos han de hacerse. Triste estará el rostro del sol...Se despoblará el mundo, se hará pequeño y humillado...”
Pero por suerte, al final, este gran sacerdote jaguar nos dice:
“Se levantarán el palo y la piedra para la pelea... Morderán a sus amos los perros... Los de trono prestado han de echar lo que tragaron. Muy dulce, muy sabroso fue lo que tragaron, pero lo vomitarán. Los usurpadores se irán a los confines del agua... Ya no habrá devoradores de hombres... Al terminar la codicia, se desatará la cara, se desatarán las manos, se desatarán los pies del mundo”.
Y entonces, amigas y amigos, yo digo que ya comenzamos a caminar. Muchos hombres y muchas mujeres del mundo están en este camino. Será arduo y difícil. Estamos en una lucha por la vida. Estamos en una lucha por el derecho a la vida de los que no han venido a ella, aún.
Vuelvo a Neruda y me despido:
“La sombra que indagué ya no me pertenece.
Yo tengo la alegría duradera del mástil,
la herencia de los bosques, el viento del camino
y un día decidido bajo la luz terrestre.
No escribo para que otros libros me aprisionen
ni para encarnizados aprendices de lirio,
sino para sencillos habitantes que piden
agua y luna, elementos del orden inmutable,
escuelas, pan y vino, guitarras y herramientas.”
Gracias. Muchas gracias
tomado de Tierra de Genistas
Hace ya bastantes años,
doscientos años tal vez,
por escapar de los gatos
y de las trampas también.
Unos buenos ratoncitos
Se colaron en un tren
y a los campos se marcharon
para nunca más volver.
llegaron por fin al pie
de una montaña llamada
y entonces dijo el más grande:
-Lo que debemos hacer
es abrir aquí una cueva
y quedarnos de una vez,
porque como aquí no hay gatos,
aquí viviremos bien.
tras de roer y roer,
agujereando las piedras
se pasaron más de un mes,
hasta que una hermosa cueva
lograron por fin hacer
con kiosko, jardín y gradas
como si fuera un chalet.
Que allí nacieron después
una ratica más linda
que la rosa y el clavel.
Su nombre no era ratona,
como tal vez supondréis,
pues la llamaban Hortensia
que es un nombre de mujer.
que parecía más bien una violeta
pintada por un niño japonés:
Parecía hecha de plata
por el color de su piel
y su colita una hebra
de lana para tejer.
Y así ocurrió que una vez
se le acercó un ratoncito
que allí vivía también
y que alzándose en dos patas,
temblando como un papel,
le pidió a la ratoncita
que se casara con él.
-dijo ella con altivez-
Vaya a casarse con una
que esté a su mismo nivel,
pues yo para novio aspiro,
aquí donde usted me ve,
a un personaje que sea
más importante que usted.
Le habló al Sol gritando: ¡Jeeéy!,
usted que es tan importante
porque del mundo es el rey,
venga a casarse conmigo,
pues yo soy digna de ser
la esposa de un personaje
de la importancia de usted.
-dijo el Sol con sencillez-,
pues me tapa en el verano
y en el invierno también.
Y contestó la ratica:
-Pues qué le vamos a hacer...
Si es mejor que usted la nube
con ella me casaré.
habló y le dijo a su vez:
-Más importante es el viento
que al soplar me hace correr.
-Entonces -dijo la rata-,
ya sé qué hacer;
si el viento es más importante
voy a casarme con él.
Se escuchó poco después
Diciéndole a la ratona:
-Ay Hortensia, ¿sabe usted?,
mejor que yo es la montaña
-aquella que allí se ve-
porque detiene mi paso
lo mismo que una pared.
con ella me casaré
-contestó la ratoncita-,
y a la montaña se fue.
Mas la montaña le dijo:
-¿Yo importante? ¡Je, je, je!
Mejores son los ratones
los que viven a mis pies,
aquellos que entre mis rocas
tras de roer y roer,
construyeron la cuevita,
de donde ha salido usted.
volvió a su casa otra vez,
y avergonzada y llorando
buscó al ratoncito aquél
a quien un día despreciara
por ser tan chiquito él.
-¡Oh, perdóname, Alfredito
–gimió cayendo a sus pies-,
si me quieres todavía,
contigo me casaré.
Por pequeño y por humilde
un día te desprecié,
pero ahora he comprendido
-y lo he comprendido bien-
que en el mundo los pequeños
son importantes también!
Que extraña manera de estarse muertos. Quienquiera diría no lo estáis. Pero verdad, estáis muertos.
Flotáis nadamente detrás de aquesa membrana que, péndula del cenit al nadir, viene y va de crepúsculo a crepúsculo, vibrando ante la sonora caja de una herida vosotros no os duele. Os digo, pues, que la vida está en el espejo, y que vos sois el original, la muerte.
Mientras la onda va, mientras la onda viene, cuán impunemente se está uno muerto. Sólo cuando las aguas se quebrantan en los bordes enfrentados y se doblan y doblan, entonces os transfiguráis y creyendo morir, percibís la sexta cuerda que ya no es vuestra
Estáis muertos, no habiendo antes vívido jamás. Quienquiera diría que, no siendo ahora, en otro tiempo fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de vida que nunca fue. Triste destino. El no haber sido sino muertos siempre. El ser hoja seca sin haber sido verde jamás. Orfandad de orfandades.
Y, sin embargo, los muertos no son, no pueden ser cadáveres de una vida que todavía no han vivido. Ellos murieron siempre de vida.
Estáis muertos.
Los ateos tampoco son inocentes al veredicto, porque deben un agradecimiento a la vida que fue generosa con ellos.
Es por eso que me cuesta creer que Dios nos hizo a su semejanza.
Animales pensantes amantes de la destrucción.
Millones de veces vemos atletas de todas las latitudes del planeta, levantar su rostro al cielo o persignándose en momentos que la gloria los acaricia y muy pocos son los que hacen algo al respecto.
Gobernantes del mundo han pasado y pasaran llenos de egoísmos sin pasar jamás de un estúpido y vació discurso.
Es tan simple de entender...
Cualquier ser humano que tenga un techo para vivir, alimentos para su familia, dinero para el colegio de sus hijos y para sus elementales necesidades...
Es millonario a los ojos de los niños que no pueden llevar a sus bocas un trozo de arepa o un simple pedazo de pan.
¿Qué hacemos al respecto...como es posible que durmamos tranquilos en las noches a sabiendas del sufrimiento de millones y millones de seres humanos?
Ellos esperan por nuestra ayuda, porque levantemos nuestro grito de rebeldía, para gritar al mundo que estas cosas no pueden pasar.
Ellos esperan...también otros esperan...son los que se alimentan de nuestro silencio.
(...) No se que carajo quise escribir, solo se que una foto que vi por Internet, es la culpable de esta tristeza que cargo dentro y no la puedo alejar.
Si alguno de ustedes cree que es importante esta simpleza...pásenlo...quizás ellos te lo agradezcan algún día.
1.- Formas y Figuras - Alejandro Rodríguez
2.- Pelendrum - Francisco Morales
3.- Entre telas - Gonzalo Grau
4.- Cacao - Gonzalo Grau
5.- Panorama - Alejandro Rodríguez
6.- Karate do (en re) - Alejandro Rodríguez
7.- Santa Fé - Alejandro Rodríguez
8.- Bandeja de plata - Alejandro Rodríguez
9.-
10.-
11.- El Bojotico - Alejandro Rodríguez
Integrantes de Maroa:
Alejandro Rodríguez: Bajo, Dirección musical.
Vladimir Rivero: Percusión.
Nelson Sardá: Batería.
Gonzalo Grau: Teclados.
Rubén Rebolledo: Guitarra.
Rodolfo Reyes: Saxos.
William Troconis: Percusión.
Músicos invitados:
Luis Julio Toro, Alonso Toro, David Moreira, Francisco Morales.