viernes, 11 de junio de 2010

Monumento a la Ternura - Carlos Augusto León


El monumento a la ternura no alcanza a un milímetro de alto, apenas tiene talla de un micrón. Pero lo contiene todo, como el beso, como la semilla, como la molécula del ácido desoxirribonucléico en donde están las huellas de padres y abuelos y los rasgos, el color de los ojos y todo cuanto ha de ser el hombre futuro.

Su cimiento es la sonrisa de un niño, punto de apoyo único, semejante al pie de una danzarina que sólo sobre él hace gravitar su cuerpo.

Formas de seno de mujer se entreven, en medio de una brillante sutil maraña que se eleva en la inusitada pero no deslumbrante claridad; en su red aparecen colores tenues, las primeras luces del alba, ciertos resplandores indecisos y últimos del ocaso, mas también algunas frutas, duraznos de suave bello, fresas maduras, las unas dulces a la vista, otras al paladar y también cantos de pájaros, finos gorjeos, trinos frágiles, sureo de torcaces. En la tierna maraña que se eleva hay palabras que se engarzan, las más suaves, aquellas que el hombre ha creado en milenios de amor sobre la tierra y que han venido decantándose, depurándose, hasta ser breves, magníficas, palabras en voz baja y soledad de hombre y mujer, en diálogo nutricio de madre y su niño reciente, de padre con el niño, de abuelo y abuela conmovidos, palabras sólo muy contadas, sólo las necesarias, como las que de pronto humedecen los ojos del hombre, del amigo, en medio a la faena, en medio al diario agitado vivir.

En el monumento, minimento, a la ternura están todos los animales y hombres que acaban de nacer, por cuya piel de becerro pasa una y otra vez la lengua de la vaca, por cuya cabeza de osezno pasa una y otra vez la lengua de la osa, por cuyas patas de perrito, de conejito, pasa y va y viene la lengua de la perra, de la coneja maternales; por cuya piel de niño retozan los besos de la madre.

Y al acercarse a este monumento -minimento- de la ternura, se escucha el correr de muchos arroyuelos, cuyos ruidos no se unen en tormenta sino siguen dispersos en campanilleo brillante que no llega a hacerse ingrato. Y el aire, en torno, tiene la suavidad de los capullos, de la piel de los muslos -de la cara interior de los muslos- en una muchacha adolescente, la suave piel de los recién nacidos, la que aún en el hombre sigue siendo suave en algunos recodos del cuerpo.

Y al acercarse al monumento de la ternura, todo ser, todo hombre comprende que no hay en el Cosmos nada comparable a ella, ni en los astros más remotos, galaxias desconocidas, ni aquí en la alcoba de cada uno y la ternura es sentida por todos como la suprema razón de ser, sin la cual la vida, toda la vida, sería apenas la mitad de sí misma, la diesmillonésima parte de sí misma.

Carlos Augusto León


miércoles, 5 de mayo de 2010

Mi Madre en un pueblito de recuerdos - Aquiles Nazoa


Mi madre vive en un pueblito de recuerdos;
yo algunos domingos me subo en el elefante del Libro Mantilla para ir a visitarla.
Allí vive mi madre entre las cuentas de colores que con los años se le han ido cayendo como hermosas gotas de sangre de su corazón.
Allí está pensativa, allí está muy joven y elegantemente triste, a tono su tristeza con la melancolía de la hora en que atardece en su pueblito de recuerdos.
Yo que amé siempre la tarde, pienso que a la envejecida luz de esa hora mi madre es el alma misma de la tarde; y cuando en esa actitud la he encontrado, me vuelvo de puntillas y llego a casa contando que en el pueblito de recuerdos donde vive mi madre, la tarde permaneció hoy largo rato con la mano en la mejilla.
Allí, como entre vestigios de jardín, vive mi madre entre sus últimos ovillos de sedalina, entre los irisados témpanos de cristal de la lámpara que nunca compuso, junto a la cruz de palma bendita que en otros años poníamos en el patio dentro de un plato de agua cuando había tormenta.
Hay algo allí de primavera archivada, serán las flores secas que también hay, o bien aquella mota que aunque ya sin polvera conserva su ampulosidad de bailarina que ha engordado; en todo caso será de tanto vivir entre esas cosas por lo que la mirada de mi madre es lejanamente dulce y vagamente apagada, como sería si uno pudiera verlo, el nostálgico aroma de las galleticas Palmer´s.
A veces mi madre y yo nos vamos pueblo adentro, oyendo bajo nuestras pisadas el crujir de oro de las hojas secas, nos vamos a lo largo de ese territorio de oro, a veces ella y yo nos vamos, mirando yo caer las hojas secas que a lo largo de los años y años de vivir en su pueblito de recuerdos, se le han ido desprendiendo de su anticuado vestido de flores a mi madre.
Vamos en un tranvía bajo la lluvia, pasajeros los dos de un puente que ella le dijo a mi papá que parecía un barco, mi madre quiere que nos detengamos donde está el vendedor de granizado para que yo coma las estrellas. Ahora me sube a su hombro para que yo contemple por la primera vez un río. Pero el fulgor de sus cabellos me resultó más fascinante, pues como era ya la noche y era marzo, y apareció la luna bajísima e inmensa, yo por la primera vez vi el mar, lo vi dormido de mi madre en los líquidos cabellos!
Ahora llegamos al momento en que yo no he nacido. Ahora mi madre está tendida sobre el mundo, y el amor la agasaja de perfumes como como a la tierra un río de duraznos;
dócil, pluvial, arbórea, taza de leche enamorada, está ahora tendida allí mi madre, cuna de flores el dulce cuenco de su vientre, para tornear - suavísima alfarera- la sustancia de siglos que cantando la nombra en la palabra de mi padre.
Madre, pequeña fábrica de amor, mansa esposa del Tiempo, milagro de tu carne fue darle forma humana a las tinieblas y recoger la noche en tus entrañas para levantarla como una espiga hacia la aurora.
Yo lo sé, yo lo sé, porque mis ojos, no han conocido estrellas más suntuosas, ni mañanas más claras, ni flores más augustas ni en fin nubes, como las que aprendí desde tu cuerpo a mirar a través de tu mirada.

Aquiles Nazoa

lunes, 3 de mayo de 2010

Letras de Asfalto - Efraín Valenzuela



En mi Barrio
los pipotes de basura son sonoros
y algo de pestilencia erótica me anima
Cada familia tiene su loco
y las viejas utilizan un poco de cloro o de lejía
para espantar nostalgias de otros tiempos
En mi Barrio
las muchachas son asiduas visitantes de la maternidad
y nunca se les conoce marido
Te amo cada vez que desde el bloque 50
me llamas a la radio para hacerme saber que existes
Mi espalda se impregna a ese olor de escaleras usadas sexualmente
En mi Barrio no falta la ruda ni el sancocho
y la provincia se llama Cruz de Mayo y décima espinela
El portugués del abasto también le tiene fe a Santa Bárbara
y siempre le prende una velita
para que su hijo llegue a General
Tengo una vecina lesbiana
que de vaina habla castellano
En mi Barrio
los poetas hablan a mordiscos
No escuchan a Bach
prefieren el feeling de Guadalupe Victoria Raymond
y las descargas de Milton Cardona
La rumba disipa las nostalgas
y el anís nos despierta los demonios
Mi Barrio
es de pinga
Todo el mundo bebe
Todo el mundo bebe
y todos pelamos bolas
Somos orgullosos y sabios
"Buscando guarapo, semilla y Ashé"
En mi Barrio
hasta para beber hacemos elecciones
Cuando no hay disparos
es porque están tumbando al gobierno
Todos somos buhoneros
profesores, curas y mendigos
No sé qué harían los gobiernos
sin los votos de los barrios
En mi Barrio
edificios y ranchos
son la urbe entera
Somos expertos transeúntes de escaleras
Por eso las piernas de nuestras féminas
son las más sabrosas de la tierra
Todos somos amantes
Pedimos la bendición
y la música siempre está a alto volumen
Aquí la gente muere bailando
Mi Barrio
Por donde se le mire
es una sola cabilla
Por eso
le escribo
Estas letras de asfalto.

Efraín Valenzuela

tomado de La Mancha - 5 Años de poesía, La Mancha Ediciones - Fundación Editorial El perro y la rana.

jueves, 15 de abril de 2010

Cuentos cortos de Triunfo Arciniegas

Leyenda
Los colibríes escapan de la boca de las niñas del convento.

Sirena
1
Por Facebook me pide fotos desnuda, y sólo he podido enviarle algunas de la cintura para arriba.
2
Le fascinan las fotos de mis pechos. ¿Qué dirá del resto de mi cuerpo?
3
Me duele que, cuando le enseño mis pechos a través de la cámara del Messenger, se le escurra la baba imaginando la belleza de mis piernas.

Transmutaciones
El hombre no le creyó cuando la mujer dijo que no era de este mundo. Pero quedó absolutamente convencido cuando empezó a desnudarse.

El hombre bala
Detesto esa manía de confundir los espacios. Su arrojo, su velocidad, su puntería, arrancan merecidos aplausos en el circo. Mi marido no entiende que en casa debe tomarse las cosas con calma. Entra y estalla dentro de mí en cuestión de segundos.

Últimas palabras
A punto de morir, mi madre hizo un gesto para que me acercara y susurró en mi oído: “Olvidé bajarle fuego al arroz”.

Vida salvaje
La niña atrapó al insecto de un zarpazo y lo devoró en un santiamén.

miércoles, 14 de abril de 2010

La voz de la beatitud


Después de la muerte de Bankéi, un ciego que vivía cerca del templo del maestro relató a un amigo:
- Como soy ciego, no veo la cara de las personas, así que debo juzgar su carácter por el sonido de su voz. Por lo común, cuando oigo a alguien felicitar a otro por su dicha o su éxito, oigo también una secreta nota de envidia. Cuando se expresan condolencias por la desgracia de otro, oigo el placer y la satisfacción,como si el condolente en realidad se alegrara de que en su propio mundo le quedara aún algo que ganar. Pero, en toda mi experiencia, la voz de Bankéi era siempre sincera. Cuando expresaba felicidad, yo no oía sino felicidad; y cuando expresaba tristeza, tristeza era todo lo que oía.

miércoles, 7 de abril de 2010

Visita - Oliverio Girondo



Visita


No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
la afición al misterio,
el culto a la ceniza,
a cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
para lo inhabitado.

Cuando venga a buscarme,
díganle:
"se ha mudado".


Oliverio Girondo

martes, 6 de abril de 2010

Poema N° 3 - Décima poesía vertical - Roberto Juarroz

Hay que remodelar la casa del hombre,
podarla como se poda un árbol
e introducir en su material más sensible
el delicado injerto de la vida,
para que la casa crezca con el hombre
y también se empeñezca con él.

Hay que humanizar la casa del hombre
y retrasar además su destino de ruinas
o de ser asolada por los bárbaros
que siempre la circundan,
enseñándole para eso a respirar con el hombre
y hasta a vivir y morir con él.

O prepararla por lo menos
para que cuando el hombre caiga
o escape o se evapore,
la casa del hombre conserve por un tiempo
algo así como el duplicado de su imagen,
una transubstanciación o reminiscencia
de su corta memoria,
hasta entregarla, mejor que otros hombres,
a la publicidad subliminal
de los vientos anónimos del mundo.

Roberto Juarroz

jueves, 25 de marzo de 2010

Arando en el Mar - Ángel Gavidia

Ilustración: Jan Oliehoek

No sólo por el exterminio

no sólo se trataba de morir

(fue miedo nuestro pan de cada día)

sino que con dos pies ya no podíamos

caminar. Era grave

esta vergüenza

de ser hombres

iguales

al desintegrador y al calcinado.

Pablo Neruda


Un minuto después de la última explosión, más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotarán a la luz solar, y las tinieblas absolutas volverán a reinar en el mundo.

Gabriel García Márquez




ATRÁS

muy atrás
más allá de los saurios
en el agua
algo atisbaba a la vida entre las sombras
palpitante
inasible
emocionado
juntando con tremendo dolor
-arista con arista-
su laborioso rostro diluido.
Hoy que sembramos la tierra
que hacemos poemas a la amada
que torcemos el rumbo de los ríos para hacerle justicia a los desiertos,
un grueso error de Dios
amamanta en las jaulas a los átomos
y los pone collar
y los adiestra
para morder la yema de la vida
hasta volverla nada.


PARA QUÉ, ENTONCES
para qué
lo difícil
las hormigas
el color
el silencio que se fue haciendo trino;
para qué, entonces
el mañana en los ojos del desesperado
y la porfía del vendedor de baratijas
y el niño lisiado sujeto a su muleta caminando;
para qué
si mañana no hay mañana
ni ayer
por qué habrán roto el origen de raíz .


LAS PIEDRAS
los manantiales
los peces
las cucardas
los más ocultos árboles
pagarán por nosotros
por dejarnos crecer
por ayudarnos
por no impedir a tiempo la malvada neurona procreando.


DE DÓNDE VINO ESTO
con quién
cómo llegó.
No lo sabemos.


DIFERENTE ES EL TIGRE DESGARRANDO AL VENADO
la bacteria
el volcán
o la tierra chocando con un cuerpo celeste.
Diferente.


Y LOS VIEJOS CAMELLOS
y los huacos recónditos
y los más viejos árboles
qué dirán…


EL MUSGO
lactando de los pechos de la piedra
tan callado
tan verde
tan pequeño
sin hacer daño a nadie
ni al roble
ni a la hierba
ni al gusano
ha de caer también acribillado.


LAS BALLENAS
las azules
las verdes
y las negras
las profundas
las distantes
las amas y señoras
las que cantan cuando aman
cuando lloran
cuando extrañan
las de las grandes cóleras
las escasas
las que se van muriendo y aún no mueren
las de los cielos líquidos y las pampas verticales
deben de haber tenido una opinión.


EL VIENTO SEPULTARÁ A LAS AVES.
¿Y el canto?
El viento no podrá con las aves y su canto.
No podrá con él mismo.
No podrá.


EL FUEGO
qué será del fuego.


QUIÉNES IRÁN POR LOS CAMINOS
las calles
los cafés
las iglesias vacías
las viejas bibliotecas sin respuesta.


Y LAS GRANDES PREGUNTAS:
Dios
la Libertad.
Peor que absurdo calcinado:
Nada.


LOS DUENDES QUE HABITAN LOS HELECHOS
las brujas que aman a los diablos y tuercen los caminos
los fantasmas
las almas que no hallaron reposo en los sepulcros
sucumbirán también
junto con Pulgarcito y Blanca Nieves.


LAS CARTAS
las heroicas
las románticas
las perversas
las primeras
letra a letra formando la palabra zurcida a una lágrima
ya no tendrán razón
como tampoco
la suerte del venado esquivando al disparo
ni el túnel del convicto
que dista de la calle apenas el asfalto.


LOS TRENES
y más que los trenes, la nostalgia
la huella que no es huella sino para los hombres
lejos
cerca
ni lejos ni cerca
para qué.


LA ESPERANZA
acaso
elija
al
Mar Muerto
(su hijo más pobre y más querido)
para
morir
con
él.


TAMBIÉN MORIRÁ LA SOLEDAD
o, eterna como es, quizá escape a la hecatombe
y sea la viuda de los hombres vagando por el Cosmos.


LA PALABRA
aquí
y
allá
palideciendo
encrespándose
tensa
como un tambor
como un arco de nervios
como un hombre
abriendo los brazos
fuerte
débil
fuerte
arando en el mar.

El libro dos de Un gallinazo volando en la penumbra de Ángel Gavidia

viernes, 19 de marzo de 2010

Puerta de Caracas - Aníbal Nazoa


En estos días fui llamado por Publicaciones Miraflores para la posibilidad de reeditar mi libro sobre Los Consejos Comunales, adaptado a la nueva ley. Salí bastante regalado de libros, que ellos editan con el sello de libro gratuito. Entre varias maravillas traje conmigo el Libro "Puerta de Caracas" del escritor siempre recordado Aníbal Nazoa. Se trata de una recopilación de su otrora columna que aparecía en el diario El Nacional, siempre llena de mordaces comentarios sobre la ciudad, sus habitantes y sus políticos, con el genial humor que siempre lo caracterizó.
Coloco dos artículos, que luego de leerlos, pareciera que no ha pasado el tiempo. Datan de 1973 y 1974.

BELLO PASEO

Domingo, siete de la mañana. La familia se entrega con entusiasmo a los preparativos para un día de playa. Casi todo está listo ya: los trajes de baño, los chinchorros, la "cavita" llena de latas de cervezas y refrescos, la olla con los teteros de Napoleoncito... Comienzan a aparecer entonces los acostumbrados detalles:
-Mamaíta, ¿metiste mi crema para el sol?
-Yo no; ¡mijita! A ver si te ocupas de tus propias cosas...
-¡El radio, que se nos queda! ¡Anda tú a buscarlo, Rubén!
-¿Yo? ¿y por qué yo, tú eres mocha?
-Un momentico, que se me olvidó la novela.
-Ernestina, ¿y tú piensas llevar ese traje de baño? ¡Pues no señor, usté está equivocada, ese bicho es muy vulgar! Usté me guarda ese bicho ahí y se trae el azul.
-Pero es que el azul...
-¡Nada, o se trae el azul o no viene!
-Pues entonces no iré...
-¿Ah, no? ¡Napoleón, dale ahí un pescozón a esa hija tuya, que está muy alzada!
-Pero chica, déjala, si ella quiere llevar ese traje...
-Sí, "pero chica, déjala"... Por eso es que estos muchachos están así, ¿no vé que el padre los alcahuetea, a cuenta de moderno? Pues si Ernestina lleva ese traje, la que no va soy yo.
-Bueno, está bien, Ernestina, suba y tráigase el azul.
-¿Le dejaron agua al perro?
-Yo no.
-Yo tampoco.
-Ni yo.
-Se va a morir el pobre animal. Vaya Augusto, póngale agua a Sultán.
-¿Y la puerta de atrás, la cerraron?
-Será mejor ir a ver... ¿quién tiene la llave?
-Yo. Déjame ir, yo la cierro.
-De paso, fíjate si la plancha está desenchufada, que yo no estoy segura.
-Pero, Eugenio, so seas bruto, ¿cómo te vas a llevar esa tripa inflada? Te la llevas vacía y allá la inflas, animal...
-¡Mis anteojos negros! ¡Corre, Marta, están sobre la peinadora!
-Un momento, que se nos olvida el botiquín.
-¡El botiquín! Jesús, chica, tú si eres pavosa, deja eso, que aquí ya no cabemos ni nosotros!
-Pues seré pavosa, pero ¿y si alguno se corta?
Son ya las ocho y media cuando la puerta del auto se cierra por última vez y la familia arranca hacia El Litoral, vía Autopista del Este. Todo va muy bien hasta llegar a La Araña. Seis, ocho, doce colas de vehículos pugnan por entrar al Túnel de la Planicie. No hay nada que hacer, porque nadie quiere ceder un palmo, y así los carros se van amontonando hasta formar un verdadero mondongo mecánico frente a la boca del socavón. A las diez y cuarto, todavía "ni sueñan" con entrar, les falta no menos de cuatro cuadras. Faltando diez para las doce un guardia nacional, cuyo papel no parece otro que el de ayudar a "enredar la cochina", con un pitazo brutal ordena a Napoleón a cambiar de cola para meterse justamente en la que tiene dos choques y dos autos recalentados. A la una y veinticinco ya están a pocos metros del túnel, pero la cola no se mueve ni un milímetro. A las tres en punto se produce un esperanzador avance de diez metros, pero en ese momento los guardias mandan a parar a todo el mundo para dar paso a un camión militar que tampoco podrá pasar por mucha "popa" que eche y mucha corneta que toque.
A las cuatro y diez... ¿que será lo que pasa en La Araña, señor Director del Tránsito?
Bueno, de todos modos el crepúsculo en el mar es bien bonito...
13-03-1973

PESADILLA

En su pesadilla, el hombre corría desesperado de un lado a otro y sólo veía centros comerciales.
-Me debo estar volviendo loco -pensó- Y se dispuso a rogar que lo recluyeran en el Hospital Psiquiátrico.Corrió y corrió por entre centros comerciales o terrenos inmensos con grandes letreros que anunciaban "aquí, pronto Gran Centro Comercial". Cuando llegó jadeando y bañado en sudor helado, al Hospital Psiquiátrico, se encontró con que éste ya no existía: en su lugar se levantaba un gigantesco Centro Comercial de ocho pisos. Sollozando se dirigió a un guardia armado que se limpiaba las uñas recostado junto a la puerta principal:
-¿El Hospital Psiquiátrico? No sé. Pero por aquel lado hay un hospital; puede que ahí le informen.
-¿Por dónde? ¡Indíqueme, por Dios santo!
- Bueno, ¿usted ve aquel Centro Comercial que se ve allá lejos? Bueno, seis o siete Centros Comerciales más allá hay una esquina donde usted verá tres Centros Comerciales juntos a la izquierda, camina otros cinco Centros Comerciales y ahí es.
Pero ahí no era. Ni ahí ni en ninguna parte. Todo había sido sustituido por Centros Comerciales: hospitales, teatros, iglesias, todo, absolutamente todo, había desaparecido para hacer lugar a los Centros Comerciales. Entró en uno de ellos y tomó el teléfono para pedir auxilio a quien fuere, pero era inútil: marcó decenas de números y sólo le atendían Centros Comerciales. Tomó un autobús para dirigirse a casa , y de pronto se produjo un terremoto y el autobús perdió las ruedas y comenzó a crecer y a crecer hasta que se transformó en un Centro Comercial. Comprendió con horror que estaba perdido en medio de un laberinto de Centros Comerciales. Ya no había calles, ni avenidas, ni calles, ni plazas: nada más Centros Comerciales por los cuatro puntos cardinales, acaso todo era un solo y monstruoso Centro Comercial. Donde no había un Centro Comercial, un terreno vacío o unas ruinas con el consabido cartel: "Pronto aquí, Gran Centro Comercial".
De pronto recordó que los bomberos solían ayudar a las personas en las más diversas circunstancias, pero se tiró al suelo a llorar desconsolado al adivinar también el Cuartel de Bomberos estaría convertido en un Centro Comercial. Echó a andar sin rumbo, como si caminase en el aire, tropezando y cayéndose a cada paso. Buscaba el cementerio porque estaba seguro de que le era llegada su hora, aunque sin muchas esperanzas de que también el camposanto no hubiera sido transformado en Centro Comercial. Mas, he aquí que cuando menos lo esperaba, creyó reconocer su barrio y adivinar a lo lejos su propia casa. Dando gracias al cielo apresuró el paso para ver caer el último ladrillo de aquella, mientras del suelo brotaban Centros Comerciales por todos lados. Cayó devorado por la fiebre mientras decenas de Centros Comerciales con fauces de fieras avanzaban sobre él aplastando todo a su paso.
En ese momento el exbuhonero Roseliano Berroterán despertó e inmediatamente murió del susto al darse cuenta de que aquello no era una pesadilla sino la pura y sencillísima realidad de la Caracas de hoy. Paz a sus restos, que ahora descansan en el Centro Comercial del Sur.
07-05-1974


jueves, 4 de marzo de 2010

Preguntario de Jairo Aníbal Niño


0
USTED

Usted
que es una persona adulta
- y por lo tanto-
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas,
¿qué quiere ser cuando sea niño?

1
LECCION

-Paula, ¿usted sabe qué es es una oveja?
-Sí. La oveja es una nube con paticas.

2
¿QUÉ ES EL GATO?

El gato
es una gota
de tigre.

3
¿QUÉ ES EL RÍO ?

El río
es un barco
que se derrritió.

4
¿QUÉ ES LA GAVIOTA?

La gaviota
es un barquito de papel
que aprendió a volar.

5
¿ QUÉ ES LA TRISTEZA?

La tristeza
es un ajedrecista
que siempre juega
con las piezas grises.

6
CONEJOS

El hombre que todos los días
soñaba con conejos
abrió las alas de la ventana
y atisbó el aire seco de la noche.
Se desnudó lentamente
se metió entre las sábanas
como una criatura que se sumerge
en un pozo de hierba
y lloró largamente
porque en la radio habían anunciado
la destrucción total de la cosecha de zanahorias.

7
VISTA

Los cerros
tienen un color
de música dorada.
Una niña ciega
camina erguida y con pies sabios.
Su bastón es un pájaro blanco
revoloteando en su jaula de sombras.
Los cerros suenan a crepúsculo
y la ciega no se pierde de vista.

8
¿ QUÉ ES EL MAR?

Para el pez volador
el mar es una isla
rodeada de tierra por todas partes.

9
¿SI LOS ENAMORADOS VIVIERAN EN LA LUNA?

Si los enamorados vivieran en la luna
en noches de tierra llena
- cogidos de la mano-
contemplarían el océano azul de nuestro planeta
y lo verían lleno de estrellas de mar.

10
¿QUÉ ES EL SILENCIO?

El silencio son seis cuerdas sin guitarra.

11
¿ QUÉ FUE PRIMERO?

¿ Qué fue primero,
el huevo o la gallina?
Primero fue el pollito.

12
¿PORQUÉ LAS JIRAFAS TIENEN EL CUELLO TAN LARGO?

Las jirafas tienen el cuello tan largo
porque necesitan mordisquear las altas hojas de los árboles
para tener la ilusión de que se alimentan de ventanas.

13
¿QUÉ ES EL BUHO?

Albenázar Pantoja, eminente biólogo de Cartagena de Indias,
descubrió que el búho, simplemente es un gato al que le crecieron los ojos.

En unos papeles encontrados en su laboratorio y que estaban semidevorados por las polillas, aclara el asunto de las alas. Allí consigna
que gracias a su tesón y a su preocupación por el estudio de los búhos,
en alguna parte de la noche le fue dado el privilegio de contemplar el misterioso vuelo de los gatos.

14
¿CÓMO SE PASA AL OTRO LADO DEL ESPEJO?

Para pasar al otro lado del espejo, se necesita del valor temerario
de un niño de siete años, de su facultad para convertir el azul en quetzal
y la nube en garza. El sabe que tiene que ascender por la vertiente más peligrosa del espejo, trepar cuidadosamente para no tropezar con el brillo, afianzar con firmeza el pie para evitar hundirse en la garganta de los
reflejos, y eludir el encuentro cegador con los ojos de su doble. Entonces llegará a la cúspide y pasará al resplandor del otro lado, descendiendo
por la parte oscura de la luna.

15
¿QUÉ ES LA DESPEDIDA?

La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es el corazón
y la distancia.

La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es una mano
en el corazón
de la distancia.

16
LA GIOCONDA

Una vez en Barranquilla existió un hombre que dedicó su vida a
estudiar el fenómeno de la sonrisa de la Gioconda.

Luego de muchos años de estudio e investigaciones, descubrió que Leonardo no pintó sobre el rostro de la mujer ninguna sonrisa. De su pincel surgió un rostro adusto con ojos del dulce color de las nubes del vino. Es el espectador quien al mirarla y quererla sonríe primero. Ella lo hace después.



Algunos poemas de Preguntario en AUDIO:



¿EL HUEVO O LA GALLINA?
Radialistas.net

Un anécdota que me sucedió a propósito de un poema de Jairo Aníbal Niño

La Alegría de querer de Jairo Aníbal Niño

Vídeo de Jairo Aníbal Niño


martes, 23 de febrero de 2010

Madres Coraje

He tenido el placer de conseguir una página de Youtube, la cual hago referencia en la intención de difundirla y compartirla con ustedes.
Se trata del trabajo del cineasta Emilio Cartoy Diaz, quien recopila diversas colaboraciones de músicos, literatos y hombres y mujeres del arte, que homenajean a las Madres de Mayo, luchadoras y ejemplo de humanidad, que traspasan las barreras de las fronteras para que las hagamos nuestras en cualquier rincón del planeta.

En primer lugar coloco a nuestra siempre bella embajadora Cecilia Todd, quien a ritmo del Himno Nacional nos dice:

"...cuando sea grande
podré descansar
la voz de Bolívar
en tí vibrará..."




Aunque ya sea conocido por muchos de ustedes colocó "El derecho de soñar" por Eduardo Galeano, ya que siempre será bueno oír una y otra vez en voz del escritor uruguayo, este imprescindible recordatorio del derecho más importante y de donde los demás se agregan por añadidura. Donde las "locas de la Plaza de Mayo" serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar los tiempos de la amnesia obligatoria.




Es hermoso también oír al sacerdote brasilero, alguna vez castigado al silencio por el Vaticano, hablar del guitarrista, cantante y compositor argentino Atahualpa Yupanqui, quien dijo que tenía tantos hermanos que no los podía contar, y una novia muy hermosa llamada LIBERTAD...




Hay mucho más:
Silvio Rodríguez recitando un poema de José Martí, Rubén Blades declamando"Desaparecidos", Ernesto Cardenal, Chico Buarque, Manu Chao, Calle 13, Leon Gieco, Tania Libertad, Jorge Drexler, Andrea Echeverri apostando al amor, Mario Benedetti declamando por los desaparecidos, Pablo Milanés cantando yo pisaré las calles nuevamente, José Saramago, Sting, Caetano Veloso, etc.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Mozart Comestible - Aquiles Nazoa




Mozart Comestible

Nadie sabía que el pobre Mozart tenía sus bolsillos llenos de monedas de oro.
El pobre hombre se quitaba cada noche sus desventurados pantalones, y al sacárselos caían al suelo las tintineantes monedas.
Pero como su esposa era medio sorda, creía que se trataba de monedas de plomo.

La señora de Wolfang Amadeus Mozart era muy rigurosa en sus costumbres.
Pensaba sinceramente que las heridas de aquel tan elegante corazón se cerrarían con curitas Jhonson.
Y se las aplicaba inútilmente cada noche, mientras el hermoso corazón de Mozart se desangraba en silencio, como si dijéramos una botella de jarabe que se le quiebra a uno secretamente en la bolsa de las compras.

Mozart tenía muy mal carácter, muy mala memoria y muy mala suerte.
Especialmente una vista pésima.
Un día se subió en una nube creyendo que era un autobús.
Otra vez mirando salir en sucesivo vuelo unas palomas de un palomar, se puso a gritar en plena calle: ¡Epa, epa, se están escapando los guantes!
Era un hombre muy hermoso y según se dice se alimentaba con medias de seda.
Era muy descuidado también, a la hora del baño se tragaba el jabón creyendo que era una almendra.
Una vez a Mozart los policías lo pusieron manos arriba, porque al pedirle su cédula de identidad les presentó una rosa.
Mozart era muy mal educado: en las recepciones se comía el perfume de las señoras y les besaba la ropa en público.
El día que murió Mozart estaba nevando, y sus amigos en vez de enterrarlo decidieron comérselo como un mantecado.
Y como está comprobado que los helados se comen con la boca especial del amor, llegamos a la conclusión de que Mozart no existe sino en los labios de los enamorados, y eso si es domingo.

Aquiles Nazoa


Aquiles Nazoa en Wikipedia







martes, 2 de febrero de 2010

Preguntas y respuestas - Armando José Sequera

Fotografía: Henricojoaquin


El día que inscribieron a Teresa en el kinder, una maestra le hizo varias preguntas, mientras papá y mamá llenaban unas planillas.
Como a la media hora, la maestra se acercó a ellos con una sonrisa que no le cabía en la cara y diciendo:
- ¡Ningún niño antes que ella me había dado tantas respuestas tan bonitas!
Y les mostró las preguntas que ella hizo y las respuestas que Teresa le dió:
- ¿Qué es el Universo?
- Una casa grande, llena de estrellas donde vive Dios... Y donde vivimos nosotros también.
- ¿Quién hace radiante el día?
- Las mariposas.
- ¿Quién ilumina las noches?
- Mamá.
¿En qué lugar del mundo vives?
- En una casa con mucho amor.
- ¿Qué es un río?
- La carretera por donde pasan los peces y los barcos... y de vez en cuando los submarinos.
- ¿Qué es una montaña?
- Una piedra que creció porque quería llegar al cielo.
- ¿Qué es un árbol?
- Un edificio para las hormigas y los pájaros.
- ¿Qué es la lluvia?
- Las lagrimas con las que Dios limpia el mundo.
- ¿Qué es un hombre?
- Un niño, pero más grande.
- ¿Y una mujer?
- Como un hombre, pero más bonita ... Y con otras cosas.
- ¿Qué es recordar?
- Es pensar un mismo pensamiento dos veces.
- ¿Qué es olvidar?
- Dejar que las cosas se sequen.
- ¿Qué es reír?
- Es tener contenta la boca... Y el corazón.
- ¿Qué te hace reír?
- Las cosquillas.
- ¿Sólo las cosquillas?
- Sí... y los cuentos que me hacen cosquillas por dentro.
- ¿Qué es llorar?
-Es como llover, pero por los ojos.
- ¿Qué te hace llorar?
- La tristeza... Y a veces mi mamá y mi papá, cuando me porto mal.
-¿Qué es el miedo?
- Un frío en la barriga que me hace cerrar los ojos.
- ¿Qué es la muerte?
- Es dejar de verse.
- ¿Tienes miedo de morirte?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque si me muero, me hago invisible y nadie me va a ver.
- ¿Qué es para tí un cementerio?
- Donde siembran a los muertos.
- ¿Y una iglesia?
- Un edificio con apartamentos donde viven los santos.
- ¿Qué te gustaría ser?
- Un pescado que no se deja pescar.
- ¿Qué no te gustaría ser?
- El suelo.
- ¿Por qué?
- Porque nadie lo mira.

miércoles, 20 de enero de 2010

Que la transparencia... Estrella Sanoja

Escultura: Estrella Sanoja


Que la transparencia del agua nos permita ver siempre el fondo, recorrer las profundidades de las más hermosas creaciones.
Somos laberintos infinitos descubriendo poco a poco lo que nos hace más humanos, y por lo tanto, más libres.
Tomemos, palpemos, sintamos esta piel que esconde la piedra y nademos sueltos, plenos en el remanso de fuerza que nos regaló la vida.

lunes, 18 de enero de 2010

KOTHBIRO - Ayub Ogada

No somos más
que una gota de luz
una estrella fugaz
una chispa tan solo
en la edad del cielo.

No somos lo que quisiéramos ser
sólo un breve latir
en un silencio antiguo con la edad del cielo.

Calma, todo está en calma
deja que el beso dure,
deja que el tiempo cure.
Deja que el alma
tenga la misma edad
que la edad del cielo.

No somos más
que un puñado de mar
una borma de Dios
un capricho del sol del jardín del cielo.

No damos pie,
entre tanto tic-tac,
entre tanto big-bang
sólo un grano de sal en el mar del cielo

Calma, todo está en calma
deja que el beso dure,
deja que el tiempo cure.
Deja que el alma
tenga la misma edad
que la edad del cielo.



Myspace de Ayub Ogada

La caridad y la culpa en Tierra de Genistas

lunes, 14 de diciembre de 2009

Amo a los Hombres y les canto... GIOCONDA BELLI

Fotografía: Eric Laforgue



Amo a los hombres
y les canto.

Amo a los jóvenes
desafiantes jinetes del aire,
pobladores de pasillos en las Universidades,
rebeldes, inconformes, planeadores de mundos diferentes.
Amo a los obreros,
esos sudorosos gigantes morenos
que salen de madrugada a construir ciudades.
Amo a los carpinteros
que reconocen a la madera como a su mujer
y saben hacerla a su modo.
Amo a los campesinos
que no tienen más tractor que su brazo
que rompen el vientre de la tierra y la poseen.
Amo, compasiva y tristemente, a los complicados
hombres de negocios
que han convertido su hombría en una sanguinaria
máquina de sumar
y han dejado los pensamientos más profundos, los
sentimientos más nobles
por cálculos y métodos de explotación.

Amo a los poetas -bellos ángeles lanzallamas-
que inventan nuevos mundos desde la palabra
y que dan a la risa y al vino su justa y proverbial importancia.
que conocen la trascendencia de una conversación
tranquila bajo los árboles,
a esos poetas vitales que sufren las lágrimas y van
y dejan todo y mueren
para que nazcan hombres con la frente alta.
Amo a los pintores -hombres colores-
que guardan su hermosura para nuestros ojos
y a los que pintan el horror y el hambre
para que no se nos olvide.
Amo a los solitarios pensadores
los que existen más allá del amor y de la comprensión sencilla
los que se hunden en titánicas averiguaciones
y se atormentan día y noche ante lo absurdo de las respuestas.

A todos amo con un amor de mujer, de madre, de hermana,
con un amor que es más grande que yo toda,
que me supera y me envuelve como un océano
donde todo el misterio se resuelve en espuma...

Amo a las mujeres desde su piel que es la mía.
A la que se rebela y forcejea con la pluma y la voz desenvainadas,
a la que se levanta de noche a ver a su hijo que llora,
a la que llora por un niño que se ha dormido para siempre,
a la que lucha enardecida en las montañas,
a la que trabaja -mal pagada- en la ciudad,
a la que gorda y contenta canta cuando echa tortillas
en la pancita caliente del comal,
a la que camina con el peso de un ser en su vientre
enorme y fecundo.
A todas las amo y me felicito por ser de su especie.
Me felicito por estar con hombres y mujeres
aquí bajo este cielo, sobre esta tierra tropical y fértil,
ondulante y cubierta de hierba.
Me felicito por ser y por haber nacido,
por mis pulmones que me llevan y me traen el aire,
porque cuando respiro siento que el mundo todo entra en mí
y sale con algo mío,
por estos poemas que escribo y lanzo al viento
para alegría de los pájaros,
por todo lo que soy y rompe el aire a mi paso,
por las flores que se mecen en los caminos
y los pensamientos que, desenfrenados, alborotan en las cabezas,
por los llantos y las rebeliones.
Me felicito porque soy parte de una nueva época
porque he comprendido la importancia que tiene mi existencia,
la importancia que tiene tu existencia, la de todos,
la vitalidad de mi mano unida a otras manos,
de mi canto unido a otros cantos.
Porque he comprendido mi misión de ser creador,
de alfarera de mi tiempo que es el tiempo nuestro,
quiero irme a la calle y a los campos,
a las mansiones y a las chozas
a sacudir a los tibios y haraganes,
a los que reniegan de la vida y de los malos negocios,
a los que dejan de ver el sol para cuadrar balances,
a los incrédulos, a los desamparados, a los que han
perdido la esperanza,
a los que ríen y cantan y hablan con optimismo;
quiero traerlos a todos hacia la madrugada,
traerlos a ver la vida que pasa
con una hermosura dolorosa y desafiante,
la vida que nos espera detrás de cada atardecer
-último testimonio de un día que se va para siempre,
que sale del tiempo y que nunca volverá a repetirse-.
Quiero atraer a todos hacia el abrazo de una alegría que comienza,
de un Universo que espera que rompamos sus puertas
con la energía de nuestra marcha incontenible.
Quiero llevaros a recorrer los caminos
por donde avanza -inexorable- la Historia.
Porque los amo quiero llevarlos de frente a la nueva mañana,
mañana lavada de pesar que habremos construido todos.

Vámonos y que nadie se quede a la zaga,
que nadie perezoso, amedrentado, tibio, habite la faz de la tierra
para que este amor tenga la fuerza de los terremotos,
de los maremotos,
de los ciclones, de los huracanes
y todo lo que nos aprisione vuele convertido en desecho
mientras hombres y mujeres nuevos
van naciendo erguidos
luminosos
como volcanes...

Vámonos
Vámonos
Vámonoooos!!!

Gioconda Belli

martes, 8 de diciembre de 2009

FRASES

sol



y no escondo mi palabra
salgo a vivir con el alma descubierta

el corazón que no canta
no ejerce su oficio con altura.
Roberto Santoro

¿Donde se halla la sabiduría que hemos perdido con el conocimiento, donde se halla el conocimiento que hemos perdido con la información?
T.S. Eliot.

Los iletrados del futuro no serán aquellos que no puedan leer o escribir. Sino aquellos que no puedan aprender, desaprender, y re-aprender.
Alvin Toffler

El futuro será diferente
si hacemos el
presente diferente.
Peter Maurín

Hoy, en la tierra ,los humanos dedican la mayor parte de su vivir a sobrevivir. Tenemos que actuar para que el estado secundario llegue a primario. Hay que tratar de vivir no sólo para sobrevivir sino también para vivir. Vivir poéticamente es vivir para vivir.
Edgar Morín

Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.
John Locke

No cooperar con el mal es un deber.
Mahatma Gandhi

hay cosas que no trago, hay cosas que no puedo tragar en una marcha hacia la luz, nadie llega a la luz si saca a relucir los podridos fantasmas del pasado, si los perjuicios, los tabúes del macho y de la hembra siguen en sus maletas, y si un vocabulario de casuistas cuando no de energúmenos arma la burocracia del idioma y los cerebros, condiciona a los pueblos que Marx y que Lenin soñaron libres por dentro y por fuera, en carne y en conciencia y en amor, en alegría y trabajo.
Por eso, compañeros, sé que puedo decirles lo que creo y no creo, lo que acepto y no acepto,
Esta es mi policrítica, mi herramienta de luz
Julio Cortazar

Nuestra divisa será, pues, la reforma de la conciencia, no por dogmas, sino por el análisis de la conciencia mística, oscura para sí misma, tal como se manifiesta en la religión o en la política. Se verá entonces que, desde hace mucho tiempo, el mundo posee el sueño de una cosa de la cual le falta la conciencia para poseerla de verdad. Se verá que no se trata de establecer una gran separación entre el pasado y el porvenir, sino de cumplir las ideas del pasado. Se verá, por último, que la humanidad no comienza una nueva tarea, sino que realiza su antiguo trabajo con conocimiento de causa.
KARL MARX


mujer negra de perfil 2

Creo profundamente en el amor
creo en la vida
creo en la ternura
que es como un
maravilloso colibrí
del amor
creo en la maravillosa
sabiduría de los niños
de los locos
y de los enamorados
y creo en la
condición alada
de los seres humanos
somos mamíferos que vuelan.

Jairo Aníbal Niño


gente

Los expertos saben convertir a las mercancías en mágicos conjuntos contra la soledad. Las cosas tienen atributos humanos: acarician, acompañan, comprenden, ayudan, el perfume te besa y el auto es el amigo que nunca falla. La cultura del consumo ha hecho de la soledad el más lucrativo de los mercados. Los agujeros del pecho se llenan atiborrándolos de cosas, o soñando con hacerlo. Y las cosas no solamente pueden abrazar: ellas también pueden ser símbolos de ascenso social, salvoconductos para atravesar las aduanas de la sociedad de clases, llaves que abren las puertas prohibidas. Cuanto más exclusivas, mejor: las cosas te eligen y te salvan del anonimato multitudinario. La publicidad no informa sobre el producto que vende, o rara vez lo hace. Eso es lo de menos. Su función primordial consiste en compensar frustraciones y alimentar fantasías: ¿En quién quiere usted convertirse comprando esta loción de afeitar?
Eduardo Galeano

No podemos resolver los problemas con la misma forma de pensar con que los creamos.
Albert Einstein

Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de sueños
que no pueden detener los traficantes de la muerte...
Gioconda Belli

¿Por qué nuestros sueños son sus pesadillas?
Pinta en Quito, Ecuador

Nuestra cultura tiene una incapacidad cada vez mayor de acceder a la felicidad. La reemplaza por un goce inmediato y superficial, que no reconoce al otro como un sujeto con el que existen obligaciones de tipo ético
Silvia Bleichmar

En el corazón de esta vídeo cultura siempre hay una pantalla, pero no forzosamente una mirada
Jean Baudrillard

Las cosas cambian porque mucha gente trabaja mucho. Trabajan en sus comunidades, en sus lugares de trabajo, o donde quiera que estén, construyendo la base de los movimientos populares que son los que provocarán cambios. Así es como siempre ha sucedido en la historia.
Noam Chomsky

No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad.
Seamos reales.
Rafael Cadenas

UNOS HOMBRES
que se dicen — o que son, en efecto,
REPUBLICANOS
deben afectar — si, en efecto, no las tienen
las VIRTUDES REPUBLICANAS
y la más recomendable, entre ellas, es
resistir a la Pasión de dominar

Sería una impropiedad muy ... notable
el hacer figurar la INTOLERANCIA
entre los Principios Liberales
Simón Rodríguez

La crisis consiste precisamente en que muere lo viejo y no puede nacer lo nuevo; y en ese interregno se producen los fenómenos morbosos más variados.
Antonio Gramsci

A pesar de que las ciudades sólo ocupan el 0,4% de la superficie terrestre, son las principales responsables de la contaminación atmosférica. Al consumo desmedido se unen la inseguridad y, sobre todo, la escasez de recursos. Más de un millón y medio de residentes urbanos mueren cada año por falta de saneamiento, y la mitad de los 1.100 millones de personas que podrían sumarse a la población mundial hasta 2030 vivirán en barrios marginales sin los servicios más básicos. Es el llamado “Cuarto Mundo”, los olvidados de las grandes urbes.
José Antonio Carrasco

El precio de cualquier cosa es la cantidad de vida que tu intercambias por ella.
Henry David Thoreau

Max Weber define el poder como la posibilidad de imponer en cada caso la propia voluntad al comportamiento de los demás; Hannah Arendt, en cambio, entiende el poder como la capacidad de ponerse de acuerdo, en una comunicación sin coacciones, sobre una acción en común. Ambos presentan el poder como una potencia que sólo se actualiza en acciones; pero cada uno de ellos parte de un modelo de acción distinto.
Jurgen Habermas

Sin salir de mí mismo, yo noto que en mi sentir vibran otros sentires, y que mi corazón canta siempre en coro.
Antonio Machado

Límites
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed, hasta aquí el agua?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire, hasta aquí el fuego?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor, hasta aquí el odio?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre, hasta aquí no?
Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas. Sangran.
Juan Gelman

El único factor material indispensable para la generación de poder es el vivir unido del pueblo
Hannah Arendt

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.
Miguel de Cervantes Saavedra

sábado, 5 de diciembre de 2009

Sociedad de Consumo - Aquiles Nazoa

tomado de : b_caruthers


SOCIEDAD DE CONSUMO

Ahora todas las cosas se echan a perder antes de los cinco días de comprados, y no le podemos reclamar a nadie.

Ni el departamento de reparaciones funciona, de modo que nuestra casa va día a día llenándose de cosas lisiadas, de radios tartamudos, de cámaras fotográficas ciegas, de sentimientos que vinieron equivocados de fábrica.

De melancólicas sillas rotas que andan por toda la casa pidiendo limosna con su muleta debajo del brazo, de ganas de vivir que se frustran dada la pésima calidad de las baterías.

Usted no sabe lo lamentable que es dormir en una almohada a la que se le botan los sueños.

O cada despertar tener que apresuradamente saltar a correr las cortinas para evitar que a la única ventana se le siga botando el paisaje.

No sé cómo llegué el otro día a la estación de servicio, pues resulta que a lo largo de todo el viaje se me había venido botando la vida por el camino sin darme cuenta.

En los basureros de las ciudades hay cantidad de infelices que viven de las cosas que se les botan a otros; de lo que el tiempo va acumulando de las casas a las que se les botan los recuerdos.

Nosotros, los solitarios transeúntes de la noche nos ocupamos de recoger esas materias de desecho para tener algo de qué vivir, bajo este miserable cielo de tan mala calidad que se le botan las estrellas.

Ni siquiera nos queda el recurso de morir para de algún modo escapar de éste infierno en el que sin merecerlo nos encerró vivos el sistema de la libre empresa, porque nos sobrecoge el temor de que vayamos a parar a uno de esos cementerios cuya primera cuota pagamos con tanto esfuerzo y entusiasmo y resultan ser de tan pésima calidad que a los 3 ó 4 días de enterrados ya empiezan a botárseles los muertos.
Aquiles Nazoa