jueves, 25 de marzo de 2010

Arando en el Mar - Ángel Gavidia

Ilustración: Jan Oliehoek

No sólo por el exterminio

no sólo se trataba de morir

(fue miedo nuestro pan de cada día)

sino que con dos pies ya no podíamos

caminar. Era grave

esta vergüenza

de ser hombres

iguales

al desintegrador y al calcinado.

Pablo Neruda


Un minuto después de la última explosión, más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotarán a la luz solar, y las tinieblas absolutas volverán a reinar en el mundo.

Gabriel García Márquez




ATRÁS

muy atrás
más allá de los saurios
en el agua
algo atisbaba a la vida entre las sombras
palpitante
inasible
emocionado
juntando con tremendo dolor
-arista con arista-
su laborioso rostro diluido.
Hoy que sembramos la tierra
que hacemos poemas a la amada
que torcemos el rumbo de los ríos para hacerle justicia a los desiertos,
un grueso error de Dios
amamanta en las jaulas a los átomos
y los pone collar
y los adiestra
para morder la yema de la vida
hasta volverla nada.


PARA QUÉ, ENTONCES
para qué
lo difícil
las hormigas
el color
el silencio que se fue haciendo trino;
para qué, entonces
el mañana en los ojos del desesperado
y la porfía del vendedor de baratijas
y el niño lisiado sujeto a su muleta caminando;
para qué
si mañana no hay mañana
ni ayer
por qué habrán roto el origen de raíz .


LAS PIEDRAS
los manantiales
los peces
las cucardas
los más ocultos árboles
pagarán por nosotros
por dejarnos crecer
por ayudarnos
por no impedir a tiempo la malvada neurona procreando.


DE DÓNDE VINO ESTO
con quién
cómo llegó.
No lo sabemos.


DIFERENTE ES EL TIGRE DESGARRANDO AL VENADO
la bacteria
el volcán
o la tierra chocando con un cuerpo celeste.
Diferente.


Y LOS VIEJOS CAMELLOS
y los huacos recónditos
y los más viejos árboles
qué dirán…


EL MUSGO
lactando de los pechos de la piedra
tan callado
tan verde
tan pequeño
sin hacer daño a nadie
ni al roble
ni a la hierba
ni al gusano
ha de caer también acribillado.


LAS BALLENAS
las azules
las verdes
y las negras
las profundas
las distantes
las amas y señoras
las que cantan cuando aman
cuando lloran
cuando extrañan
las de las grandes cóleras
las escasas
las que se van muriendo y aún no mueren
las de los cielos líquidos y las pampas verticales
deben de haber tenido una opinión.


EL VIENTO SEPULTARÁ A LAS AVES.
¿Y el canto?
El viento no podrá con las aves y su canto.
No podrá con él mismo.
No podrá.


EL FUEGO
qué será del fuego.


QUIÉNES IRÁN POR LOS CAMINOS
las calles
los cafés
las iglesias vacías
las viejas bibliotecas sin respuesta.


Y LAS GRANDES PREGUNTAS:
Dios
la Libertad.
Peor que absurdo calcinado:
Nada.


LOS DUENDES QUE HABITAN LOS HELECHOS
las brujas que aman a los diablos y tuercen los caminos
los fantasmas
las almas que no hallaron reposo en los sepulcros
sucumbirán también
junto con Pulgarcito y Blanca Nieves.


LAS CARTAS
las heroicas
las románticas
las perversas
las primeras
letra a letra formando la palabra zurcida a una lágrima
ya no tendrán razón
como tampoco
la suerte del venado esquivando al disparo
ni el túnel del convicto
que dista de la calle apenas el asfalto.


LOS TRENES
y más que los trenes, la nostalgia
la huella que no es huella sino para los hombres
lejos
cerca
ni lejos ni cerca
para qué.


LA ESPERANZA
acaso
elija
al
Mar Muerto
(su hijo más pobre y más querido)
para
morir
con
él.


TAMBIÉN MORIRÁ LA SOLEDAD
o, eterna como es, quizá escape a la hecatombe
y sea la viuda de los hombres vagando por el Cosmos.


LA PALABRA
aquí
y
allá
palideciendo
encrespándose
tensa
como un tambor
como un arco de nervios
como un hombre
abriendo los brazos
fuerte
débil
fuerte
arando en el mar.

El libro dos de Un gallinazo volando en la penumbra de Ángel Gavidia

viernes, 19 de marzo de 2010

Puerta de Caracas - Aníbal Nazoa


En estos días fui llamado por Publicaciones Miraflores para la posibilidad de reeditar mi libro sobre Los Consejos Comunales, adaptado a la nueva ley. Salí bastante regalado de libros, que ellos editan con el sello de libro gratuito. Entre varias maravillas traje conmigo el Libro "Puerta de Caracas" del escritor siempre recordado Aníbal Nazoa. Se trata de una recopilación de su otrora columna que aparecía en el diario El Nacional, siempre llena de mordaces comentarios sobre la ciudad, sus habitantes y sus políticos, con el genial humor que siempre lo caracterizó.
Coloco dos artículos, que luego de leerlos, pareciera que no ha pasado el tiempo. Datan de 1973 y 1974.

BELLO PASEO

Domingo, siete de la mañana. La familia se entrega con entusiasmo a los preparativos para un día de playa. Casi todo está listo ya: los trajes de baño, los chinchorros, la "cavita" llena de latas de cervezas y refrescos, la olla con los teteros de Napoleoncito... Comienzan a aparecer entonces los acostumbrados detalles:
-Mamaíta, ¿metiste mi crema para el sol?
-Yo no; ¡mijita! A ver si te ocupas de tus propias cosas...
-¡El radio, que se nos queda! ¡Anda tú a buscarlo, Rubén!
-¿Yo? ¿y por qué yo, tú eres mocha?
-Un momentico, que se me olvidó la novela.
-Ernestina, ¿y tú piensas llevar ese traje de baño? ¡Pues no señor, usté está equivocada, ese bicho es muy vulgar! Usté me guarda ese bicho ahí y se trae el azul.
-Pero es que el azul...
-¡Nada, o se trae el azul o no viene!
-Pues entonces no iré...
-¿Ah, no? ¡Napoleón, dale ahí un pescozón a esa hija tuya, que está muy alzada!
-Pero chica, déjala, si ella quiere llevar ese traje...
-Sí, "pero chica, déjala"... Por eso es que estos muchachos están así, ¿no vé que el padre los alcahuetea, a cuenta de moderno? Pues si Ernestina lleva ese traje, la que no va soy yo.
-Bueno, está bien, Ernestina, suba y tráigase el azul.
-¿Le dejaron agua al perro?
-Yo no.
-Yo tampoco.
-Ni yo.
-Se va a morir el pobre animal. Vaya Augusto, póngale agua a Sultán.
-¿Y la puerta de atrás, la cerraron?
-Será mejor ir a ver... ¿quién tiene la llave?
-Yo. Déjame ir, yo la cierro.
-De paso, fíjate si la plancha está desenchufada, que yo no estoy segura.
-Pero, Eugenio, so seas bruto, ¿cómo te vas a llevar esa tripa inflada? Te la llevas vacía y allá la inflas, animal...
-¡Mis anteojos negros! ¡Corre, Marta, están sobre la peinadora!
-Un momento, que se nos olvida el botiquín.
-¡El botiquín! Jesús, chica, tú si eres pavosa, deja eso, que aquí ya no cabemos ni nosotros!
-Pues seré pavosa, pero ¿y si alguno se corta?
Son ya las ocho y media cuando la puerta del auto se cierra por última vez y la familia arranca hacia El Litoral, vía Autopista del Este. Todo va muy bien hasta llegar a La Araña. Seis, ocho, doce colas de vehículos pugnan por entrar al Túnel de la Planicie. No hay nada que hacer, porque nadie quiere ceder un palmo, y así los carros se van amontonando hasta formar un verdadero mondongo mecánico frente a la boca del socavón. A las diez y cuarto, todavía "ni sueñan" con entrar, les falta no menos de cuatro cuadras. Faltando diez para las doce un guardia nacional, cuyo papel no parece otro que el de ayudar a "enredar la cochina", con un pitazo brutal ordena a Napoleón a cambiar de cola para meterse justamente en la que tiene dos choques y dos autos recalentados. A la una y veinticinco ya están a pocos metros del túnel, pero la cola no se mueve ni un milímetro. A las tres en punto se produce un esperanzador avance de diez metros, pero en ese momento los guardias mandan a parar a todo el mundo para dar paso a un camión militar que tampoco podrá pasar por mucha "popa" que eche y mucha corneta que toque.
A las cuatro y diez... ¿que será lo que pasa en La Araña, señor Director del Tránsito?
Bueno, de todos modos el crepúsculo en el mar es bien bonito...
13-03-1973

PESADILLA

En su pesadilla, el hombre corría desesperado de un lado a otro y sólo veía centros comerciales.
-Me debo estar volviendo loco -pensó- Y se dispuso a rogar que lo recluyeran en el Hospital Psiquiátrico.Corrió y corrió por entre centros comerciales o terrenos inmensos con grandes letreros que anunciaban "aquí, pronto Gran Centro Comercial". Cuando llegó jadeando y bañado en sudor helado, al Hospital Psiquiátrico, se encontró con que éste ya no existía: en su lugar se levantaba un gigantesco Centro Comercial de ocho pisos. Sollozando se dirigió a un guardia armado que se limpiaba las uñas recostado junto a la puerta principal:
-¿El Hospital Psiquiátrico? No sé. Pero por aquel lado hay un hospital; puede que ahí le informen.
-¿Por dónde? ¡Indíqueme, por Dios santo!
- Bueno, ¿usted ve aquel Centro Comercial que se ve allá lejos? Bueno, seis o siete Centros Comerciales más allá hay una esquina donde usted verá tres Centros Comerciales juntos a la izquierda, camina otros cinco Centros Comerciales y ahí es.
Pero ahí no era. Ni ahí ni en ninguna parte. Todo había sido sustituido por Centros Comerciales: hospitales, teatros, iglesias, todo, absolutamente todo, había desaparecido para hacer lugar a los Centros Comerciales. Entró en uno de ellos y tomó el teléfono para pedir auxilio a quien fuere, pero era inútil: marcó decenas de números y sólo le atendían Centros Comerciales. Tomó un autobús para dirigirse a casa , y de pronto se produjo un terremoto y el autobús perdió las ruedas y comenzó a crecer y a crecer hasta que se transformó en un Centro Comercial. Comprendió con horror que estaba perdido en medio de un laberinto de Centros Comerciales. Ya no había calles, ni avenidas, ni calles, ni plazas: nada más Centros Comerciales por los cuatro puntos cardinales, acaso todo era un solo y monstruoso Centro Comercial. Donde no había un Centro Comercial, un terreno vacío o unas ruinas con el consabido cartel: "Pronto aquí, Gran Centro Comercial".
De pronto recordó que los bomberos solían ayudar a las personas en las más diversas circunstancias, pero se tiró al suelo a llorar desconsolado al adivinar también el Cuartel de Bomberos estaría convertido en un Centro Comercial. Echó a andar sin rumbo, como si caminase en el aire, tropezando y cayéndose a cada paso. Buscaba el cementerio porque estaba seguro de que le era llegada su hora, aunque sin muchas esperanzas de que también el camposanto no hubiera sido transformado en Centro Comercial. Mas, he aquí que cuando menos lo esperaba, creyó reconocer su barrio y adivinar a lo lejos su propia casa. Dando gracias al cielo apresuró el paso para ver caer el último ladrillo de aquella, mientras del suelo brotaban Centros Comerciales por todos lados. Cayó devorado por la fiebre mientras decenas de Centros Comerciales con fauces de fieras avanzaban sobre él aplastando todo a su paso.
En ese momento el exbuhonero Roseliano Berroterán despertó e inmediatamente murió del susto al darse cuenta de que aquello no era una pesadilla sino la pura y sencillísima realidad de la Caracas de hoy. Paz a sus restos, que ahora descansan en el Centro Comercial del Sur.
07-05-1974


jueves, 4 de marzo de 2010

Preguntario de Jairo Aníbal Niño


0
USTED

Usted
que es una persona adulta
- y por lo tanto-
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas,
¿qué quiere ser cuando sea niño?

1
LECCION

-Paula, ¿usted sabe qué es es una oveja?
-Sí. La oveja es una nube con paticas.

2
¿QUÉ ES EL GATO?

El gato
es una gota
de tigre.

3
¿QUÉ ES EL RÍO ?

El río
es un barco
que se derrritió.

4
¿QUÉ ES LA GAVIOTA?

La gaviota
es un barquito de papel
que aprendió a volar.

5
¿ QUÉ ES LA TRISTEZA?

La tristeza
es un ajedrecista
que siempre juega
con las piezas grises.

6
CONEJOS

El hombre que todos los días
soñaba con conejos
abrió las alas de la ventana
y atisbó el aire seco de la noche.
Se desnudó lentamente
se metió entre las sábanas
como una criatura que se sumerge
en un pozo de hierba
y lloró largamente
porque en la radio habían anunciado
la destrucción total de la cosecha de zanahorias.

7
VISTA

Los cerros
tienen un color
de música dorada.
Una niña ciega
camina erguida y con pies sabios.
Su bastón es un pájaro blanco
revoloteando en su jaula de sombras.
Los cerros suenan a crepúsculo
y la ciega no se pierde de vista.

8
¿ QUÉ ES EL MAR?

Para el pez volador
el mar es una isla
rodeada de tierra por todas partes.

9
¿SI LOS ENAMORADOS VIVIERAN EN LA LUNA?

Si los enamorados vivieran en la luna
en noches de tierra llena
- cogidos de la mano-
contemplarían el océano azul de nuestro planeta
y lo verían lleno de estrellas de mar.

10
¿QUÉ ES EL SILENCIO?

El silencio son seis cuerdas sin guitarra.

11
¿ QUÉ FUE PRIMERO?

¿ Qué fue primero,
el huevo o la gallina?
Primero fue el pollito.

12
¿PORQUÉ LAS JIRAFAS TIENEN EL CUELLO TAN LARGO?

Las jirafas tienen el cuello tan largo
porque necesitan mordisquear las altas hojas de los árboles
para tener la ilusión de que se alimentan de ventanas.

13
¿QUÉ ES EL BUHO?

Albenázar Pantoja, eminente biólogo de Cartagena de Indias,
descubrió que el búho, simplemente es un gato al que le crecieron los ojos.

En unos papeles encontrados en su laboratorio y que estaban semidevorados por las polillas, aclara el asunto de las alas. Allí consigna
que gracias a su tesón y a su preocupación por el estudio de los búhos,
en alguna parte de la noche le fue dado el privilegio de contemplar el misterioso vuelo de los gatos.

14
¿CÓMO SE PASA AL OTRO LADO DEL ESPEJO?

Para pasar al otro lado del espejo, se necesita del valor temerario
de un niño de siete años, de su facultad para convertir el azul en quetzal
y la nube en garza. El sabe que tiene que ascender por la vertiente más peligrosa del espejo, trepar cuidadosamente para no tropezar con el brillo, afianzar con firmeza el pie para evitar hundirse en la garganta de los
reflejos, y eludir el encuentro cegador con los ojos de su doble. Entonces llegará a la cúspide y pasará al resplandor del otro lado, descendiendo
por la parte oscura de la luna.

15
¿QUÉ ES LA DESPEDIDA?

La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es el corazón
y la distancia.

La despedida es una mano
que es un pañuelo
que es una mano
en el corazón
de la distancia.

16
LA GIOCONDA

Una vez en Barranquilla existió un hombre que dedicó su vida a
estudiar el fenómeno de la sonrisa de la Gioconda.

Luego de muchos años de estudio e investigaciones, descubrió que Leonardo no pintó sobre el rostro de la mujer ninguna sonrisa. De su pincel surgió un rostro adusto con ojos del dulce color de las nubes del vino. Es el espectador quien al mirarla y quererla sonríe primero. Ella lo hace después.



Algunos poemas de Preguntario en AUDIO:



¿EL HUEVO O LA GALLINA?
Radialistas.net

Un anécdota que me sucedió a propósito de un poema de Jairo Aníbal Niño

La Alegría de querer de Jairo Aníbal Niño

Vídeo de Jairo Aníbal Niño